Noticias

02 de octubre de 2010

Los compañeros de la Agrupación Docente 5 de Marzo analizan el resultado de esta etapa, y se plantean los objetivos para avanzar.

¿Qué logramos en Santa Cruz?

Un saldo positivo en la gran huelga docente.

La lucha docente se dio en el contexto de una crisis política que había nacido el año pasado a raíz de la caída del ex gobernador Acevedo. Esa caída, por más que fue un golpe institucional por parte de Kirchner, fue dada en un momento de luchas sociales, como la de los petroleros, los hospitalarios, desocupados de la zona norte, etc.
Esta crisis con avances y retrocesos llegó a estallar en marzo de este año, cuando los docentes salimos a la calle. Las gotas que colmaron el vaso fueron la creciente inflación y el costo de vida, la cada vez más acentuada dependencia del gobierno provincial de las decisiones tomadas en la Casa Rosada, y los anuncios de Filmus con relación a los $ 1.040 de sueldo para los docentes en todo el país, entre otros.  
Y cuando nos quisimos acordar estábamos en la calle, en la lucha, todos juntos, peleando por un salario digno, por aumento al básico, por anulación del presentismo, por un blanqueo de nuestro sueldo, etc. Fue un proceso que nos llevó tres meses, donde hubo aciertos y errores, pero el saldo es más que positivo.
Desnudamos, a nivel no sólo provincial sino nacional, la política salarial del gobierno de Kirchner; fuimos motor de la unión de todos los estatales y del conjunto del pueblo. Una unión que se hizo desde abajo y no sólo a nivel provincial, sino también con el resto de las provincias patagónicas, como es el caso de Tierra del Fuego y Neuquén, así como en lo nacional. A pesar del silencio y la traición de la conducción de Ctera.
Recompusimos la solidaridad, el rol del docente en la sociedad, rompimos con el miedo, nos cohesionamos como grupo, demostramos y llevamos adelante la verdadera democracia, la de las asambleas por escuela, la del cuerpo de delegados, la de las asambleas generales, la de los congresos. Nos hicimos escuchar, hasta el mismísimo Kirchner con su soberbia tuvo que aceptar sentarse a negociar.
La sociedad en su conjunto encontró sentido a su vida: según las estadísticas, en estos tres meses bajaron los índices de suicidios en la provincia, en particular en Río Gallegos.
Nos llevamos puesto un gobernador y un ministro de gobierno. Mantuvimos la unión, no pudieron dividirnos, la carpa de la dignidad. Crecimos en la práctica, creció nuestra conciencia.

El camino está trazado
Si tenemos en cuenta todos estos factores tuvimos un triunfo. ¿Que faltan cosas por hacer?, es verdad. En lo reivindicativo obtuvimos logros: aumento al básico, blanqueo salarial, etc. Pero nos falta mucho, no es todo lo que nosotros queríamos, nos falta eliminar el presentismo, que nos devuelvan todos los días caídos, la apertura de paritarias, los concursos, las titularizaciones, etc. Se cerró una etapa, se abre otra.
Pero el camino está trazado, hemos conseguido un piso, ahora vamos por más, vamos por todo lo que nos quedó pendiente. Vamos por los $ 1.040 de básico, el blanqueo total de nuestro sueldo, un salario acorde a la canasta familiar, etc. No hay que olvidar que las luchas, si se entienden como luchas largas, por oleadas, van al triunfo si cada ola es más fuerte y más compacta.
Eso depende de nosotros, depende de que la conducción de la Adosac no dude, como lo hizo en algunos momentos de esta lucha, que se ponga al frente de los reclamos sin titubeos. Confiamos en ellos, en su honestidad y transparencia, pero deben estar a la altura de las circunstancias y por momentos no lo estuvieron.
Debemos seguir en el camino de las marchas, de las asambleas, de la democracia grande del cuerpo de delegados, de la lucha, no dejar de estar atentos y preparados, midiendo fuerzas para las próximas oleadas, que muy probablemente sean muy pronto. No hay que darle tregua al gobierno.
Como docentes, seguimos peleando por la aparición con vida de Jorge Julio López y el castigo a los responsables. Por el castigo a los responsables políticos y materiales del asesinato de Carlos Fuentealba. Y por juicio y castigo a los responsables de la muerte de los 14 mineros en Río Turbio.