Paolo contó lo que sintieron los familiares luego de que el fiscal Fernando Arrigo diera su alegato el pasado martes 30 de septiembre, donde pidió condenas a ex funcionarios kirchneristas que al momento de la tragedia formaban parte del gobierno. Arrigo solicitó once años para el ex secretario de Transporte de la Nación Ricardo Jaime, diez años y diez meses para Juan Pablo Schiavi, quien ocupó el mismo cargo, y diez para los hermanos Cirigliano.
—¿Cómo tomaron el pedido del fiscal, era lo que esperaban?
—Absolutamente, sabíamos que el fiscal había hecho un trabajo muy interesante y a conciencia. Sabíamos que hacía meses venía trabajando el alegato, el cual duró cinco días. Pidió el máximo de penas que le permite el Código Penal, no hay pena más alta y, en ese sentido, estamos muy convencidos de que lo que hizo está bien hecho a pesar de que nosotros fuimos por el estrago doloso y él por el culposo, coincidimos en todo, en la manera en que lo expresó y en el detalle que realizó.
—¿Qué va a pasar de acá hasta que se dicte sentencia? ¿Cómo se sigue?
—A partir del lunes 5 empiezan a alegar las defensas, empieza la doctora Corbacho, que es la defensora de Marcos Córdoba (el maquinista). Los alegatos no tienen límite de tiempo, nuestro abogado alegó durante diez horas y el fiscal lo hizo durante cinco días. La querella 1 y 2 utilizaron dos horas y media cada uno, aunque no son mucha referencia, porque ha sido tan triste el papel que han tenido en el juicio. Lo que es casi seguro es que no vamos a llegar antes de las elecciones generales, quizá si hay segunda vuelta sí se llegue. Esperamos que se dé así, la realidad es que estamos muy convencidos de lo que se ha hecho y de lo que se ha pedido. La verdad, palabras como las de Schiavi hay que tomarlas como de quien viene. Ellos están todo el tiempo en esa cosa perversa de querer ponerse como víctimas, y son los victimarios, tienen esa cuestión perversa de intentar dar vuelta la situación para ponerse en perseguidos, sobre todo Schiavi. Jaime a pesar de lo que es y lo que representa semejante personaje, no se pone en víctima, pero Schiavi anda dando lástima por los medios como si fuera un pobrecito que no sabía donde estaba. Si él se siente tan inocente, se hubiese ido antes y listo, ¿para qué se quedó, para ser cómplice del desastre?, la respuesta es una sola: porque les interesa el poder, estar asociado a cualquier lugar de decisión y se bancan la que sea con tal de no perder ese lugar. ¡Que se hagan cargo! Como dijo el otro día : “No tengo miedo de ir preso”, bueno si no tuvo miedo de estar al lado de Julio De Vido, de hacerle el juego a los Cirigliano, de ignorar a los trabajadores y a los usuarios, de saber que los trenes eran una bomba de tiempo; entonces que no tenga miedo de ir a la cárcel. Los valores del hombre en general son hacerse cargo de las decisiones que se toman y si sus decisiones lo llevan a estar tras las rejas once años, como pidió el fiscal, entonces que sea hombre y que se la aguante.
—¿Se va a pedir indagatoria a Julio De Vido?
—Nosotros lo pedimos, la querella 4 lo pidió, la fiscalía de Estado también. Siempre dijimos: va a llegar un punto en el que van a tener que hablar porque si ellos no fueron, alguien fue, entonces vamos a ver cómo se acomoda en esto el poder político, ya que se están haciendo bastante los distraídos. Ahora resulta que a Jaime y Schiavi no los conoce nadie.
—¿Cómo se preparan para lo que viene?
—Lo que vamos a hacer primeramente es juntar fuerzas para escuchar las cosas que van decir los procesados y con eso ya vamos a tener bastante. La verdad no sabemos si vamos a estar en todas las audiencias porque algunos ni se merecen que los escuchemos. Es todo muy personal, esto tiene un costo emocional muy grande, hay que estar escuchando a estas personas, es muy difícil. Después veremos cerca de la sentencia qué tipo de actividad hacemos, ya hemos hecho todo lo que hemos podido y ahora nos toca escuchar a las defensas y después esperar la sentencia. Lo vamos a hacer con mucha calma, tratando de evitar la cantidad de provocaciones constantes que hacen desde las redes sociales y en algunos medios, ya que hay quienes buscan alguna reacción nuestra que no van a conseguir. Es un esfuerzo grande y tiene un costo muy grande también, un costo físico, mental y una absorción de energía absoluta; porque no somos como ellos, Jaime y Schiavi hace cuatro años que no trabajan, nosotros sí. No somos como Jaime que puede devolver dos millones de pesos y no se le mueve un pelo.
—¿Cómo ven el acompañamiento de la gente y el rol que los medios han jugado hasta llegar hasta esta instancia?
—Bien, muy bien. No siempre es tan fácil, porque los diputados de las distintas fuerzas políticas están muy ocupados, es un momento muy especial. No quiero dar nombres, pero las distintas fuerzas políticas, sobre todo los progresistas, no los progresistas de pico, que apoyaron modelos económicos dañinos que se llenaron los bolsillos en los últimos diez años, hablo de los progresistas en serio, los que le ponen el pecho a la lucha y se comen las causas judiciales por defender a los laburantes, esos están siempre, esos son los que valen, y además, los tenemos de nuestro lado.
—¿Qué se siente saber que gracias a esta lucha que han emprendido por justicia, ex funcionarios de este gobierno podrían terminar presos?
—Primero, ojalá que pase. Hasta que no pase hay que ser conscientes de que el fallo puede ser uno u otro. En ambos casos la lucha tiene que seguir porque, hasta que las condenas queden firmes, es importante que se siga, esto no termina con un fallo, no hay que abandonarlo. Las condenas tienen que quedar firmes, no alcanza con la condena de primera instancia, hay que seguirla durante muchos años y se siente orgullo de este grupo. Orgullo del acompañamiento, de lo que logramos entre todos, entre nosotros y ustedes, como militantes, como medio o como simples ciudadanos acompañando. Este triunfo, si es que se da, va a ser de todos, porque desde los distintos lugares todos hemos aportado para que los corruptos la paguen y tenemos toda la confianza de que así será.