¿Qué haces y qué producís?
—Soy un pequeño productor en un loteo que perteneció a la colonia y que se loteó para los trabajadores rurales en los años 40-50 para que puedan producir y trabajar. Es una pequeña producción. Alquilamos 110 hectáreas y hacemos hacienda de cría, ganadería, cerdo, ovejas, gallinas.
¿Qué haces y qué producís?
—Soy un pequeño productor en un loteo que perteneció a la colonia y que se loteó para los trabajadores rurales en los años 40-50 para que puedan producir y trabajar. Es una pequeña producción. Alquilamos 110 hectáreas y hacemos hacienda de cría, ganadería, cerdo, ovejas, gallinas.
—¿Cómo ves la situación que viven ustedes?
—Es un momento difícil como es para todos los trabajadores, porque más allá de que nosotros somos cuentapropistas no dejamos de ser trabajadores que dependemos de las medidas económicas que tome un país. Hoy no la pasamos bien, tenemos dificultades. La devaluación del gobierno hizo que los costos, la producción, las semillas, todo lo que utilizamos, nos afectara demasiado porque esas cosas las pagamos en dólares y cuando vendemos no lo hacemos al mismo precio. Es un momento difícil y hay pocas medidas que nos puedan beneficiar en un futuro.
—¿Qué pensás de las medidas que tomó el gobierno, como dejar de cobrarle retenciones a los sojeros?
—No podemos esperar otra cosa porque el inicio de este gobierno fue en el año 2006 cuando hicieron un reagrupamiento y son parte de los que pelearon para sacar las retenciones en el 2008. Los gobiernos anteriores no fueron tan buenos como decían que eran y terminó ganando un gobierno del cual no podemos esperar otra cosa porque representa a un sector muy pequeño y a ciertas actividades. Eso hace que sea muy difícil seguir trabajando en un país donde no hay ley de alquileres, no sólo por el precio que pagamos por la tierra sino por el uso de la tierra, quién la controla. Está en discusión, si vos haces agricultura a quién le corresponde compensar lo que le sacás ¿Quién pone el resto, los fertilizantes y demás? Habría que tener esa ley y al no tenerla es imposible controlar.
—¿Qué medidas creés que habría que tomar? ¿Qué están exigiendo?
—Para que los pequeños productores podamos existir debería haber una reforma impositiva y un proyecto de que los pequeños productores podamos producir. Tenemos que tener valores diferencias porque no podemos producir con valores internacionales, no podemos criar nada porque vendemos en el mercado interno. Si no hay política es muy difícil seguir siendo productores. No sé si habrá un registro de cuantos productores se pierden pero me parece que es muy grande la pérdida. Todos estamos como las economías regionales del sur que tiran las peras, las manzanas, así estamos todos. No hay camino y el día que se rompen esas producciones es muy difícil que se vuelvan a recuperar nuevos productores porque son ciclos largos para poder volver a producir. El que se inicia en la ganadería mínimo necesita cuatro años y se arranca con cerdo y hoy no hay financiamiento.
—¿Cómo es la cadena de la producción del cerdo?
—En la provincia de Buenos Aires es particular porque en todas partes te hablan de hacer un animal más grande que va a faena con 110 kilos o 120 y nosotros faenamos mucho más chico y hoy no tenemos venta.
—¿Cómo ves la situación de la producción de cerdos?
—Hay un frigorífico que está construido, según dicen pero que no tiene la habilitación y entonces no funciona. Se faena en los lugares que se cría y se vende de forma particular porque no se está habilitado a vender en ningún comercio.
—El gobierno está importando cerdos ¿Es así?
—Sí, con la globalización que vivimos hay frigoríficos que son de Brasil y realmente viene cerdo importado. No sé si estará viniendo para consumir internamente pero si está viniendo a los frigoríficos.
—¿Qué está pasando con la gente del paraje?
—Desde hace años que la gente no se va, la expulsan. Cuando la producción no te sirve para vivir se termina vendiendo la tierra que tenías y te vas. Hoy con el fenómeno de la agricultura no existen más esos trabajadores que cuidaban la siembra entonces somos muchos menos los que vivimos en las zonas rurales. Por el momento no vemos ninguna reactivación. Hay muchos jubilados que no pueden vivir con la jubilación y entonces siguen trabajando en los lugares que se los permiten para poder seguir sustentando la vida.
—Vos has denunciado la situación de los caminos ¿Qué podés decir?
—El campo es un lugar lindo para vivir en cuanto a lo que hace a la vida, es tranquilo, es distinto, se trabaja de otra forma, no tenés los problemas de la ciudad. Pero si no se toman medidas para poder vivir, vivimos aislados. No hay internet, no hay caminos y los chicos empiezan a emigrar de una escuela porque no pueden ir porque los accesos son malos y empiezan a irse a la ciudad y cuando los chicos se van a la ciudad se termina yendo toda la familia. Esto hace que tengamos menos habitantes, hay gente que viene y trabaja dos días y se va uno a la ciudad entonces deja de ser un habitante rural porque tiene media vida en el campo y media en la ciudad. No se ven proyectos ni propuestas para que esto se solucione.
—¿Qué te pareció este último marzo con tantas movilizaciones?
—Las manifestaciones se deben apoyar porque es la única forma de conseguir cosas y vemos que hay gremios que nunca piden nada, como el del campo conducido por el Momo Venegas y hoy el sueldo de un trabajador rural es más bajo que el de un empleado público, es de 6 mil o 7 mil pesos. Si nos quiebran la mano y nos lleva a no protestar más la vamos a pasar mucho peor.
