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17 de julio de 2012

El gobierno nacional y los gobiernos provinciales ajustan a los trabajadores y al pueblo para pagar deuda.

Que paguen los que la juntaron con pala

Hoy 1428 / La hora política

1. El Congreso de la CGT

1. El Congreso de la CGT

El Congreso de la CGT designó la nueva dirección, manteniendo el liderazgo de Moyano, quién asumió su tercer mandato con un discurso que mantuvo los reclamos del paro de camioneros y el acto en Plaza de Mayo, sumándole la inflación y la inseguridad. Moyano, además, acentuó su posición opositora, llamando a “repensar el voto” al oficialismo en las elecciones. Los gremios colaboracionistas con el gobierno no participaron del Congreso; con el apoyo del Ministerio de Trabajo K marchan a realizar uno propio. Recorren los pasillos de la Casa Rosada rogando una foto y alguna promesa de Cristina K.


El gobierno fracasó en su intento de copar la CGT con una dirección colaboracionista. La inflación, la crisis y la inseguridad hace crecer el malhumor y la bronca por abajo. Crecen corrientes combativas, sobre todo de jóvenes y mujeres, que empujan el desborde, desde los cuerpos de delegados, a las direcciones colaboracionistas y traidoras. Y se ahondan las grietas y divisiones por arriba, lo que tiene que ver con el avance de la crisis, y con una de sus consecuencias que es el “achique” de “la caja K”.


Hay ahora, cinco centrales: la que lidera Moyano, con el rural Venegas y el petrolero Pereyra; la CGT Azul y Blanca de Barrionuevo, la de “los gordos” y los “independientes”, la CTA de Yasky, y la CTA que encabeza Micheli.

 


2. Avances y desafíos

Los paros del 8 de junio de la CTA y el del 27 de junio de camioneros y ATE, los cortes de ruta y actos en esos paros, y la continuidad de la lucha de los estatales y docentes bonaerenses contra el pago en cuotas del aguinaldo, muestran que se han creado nuevas condiciones para la lucha.

Sobre todo por el avance de acuerdos en un programa frente a la crisis y a la política K de descargarla sobre los trabajadores y el pueblo.


No es ni será un proceso fácil. Hay muchos cables cruzados. El gobierno, los monopolios y terratenientes que hegemonizan el bloque dominante tienen el poder político, y maniobran para impedir que la lucha obrera y popular “les abra la mano”. Otros grupos de monopolios y terratenientes del bloque dominante tratan de aprovechar el descontento popular para su propuesta de “salida” de la crisis por medio de una devaluación, que provocaría un hachazo a los salarios, planes sociales y jubilaciones.


Romper ese chantaje, esa falsa polaridad, entre la política de ajuste K que se aplica y la promesa de una “salida” con la devaluación, exige llevar adelante un gran debate en las masas para demostrar que la única salida de la crisis a favor de los trabajadores y el pueblo es con medidas a favor de los salarios, planes sociales y jubilaciones; tierra para los campesinos pobres y originarios, y rebajas impositivas y créditos para la pequeña y mediana producción agraria e industrial; recuperando la energía y demás recursos nacionales; no pagando la deuda ilegítima, fraudulenta y usuraria; con un manejo soberano de la moneda y el crédito, y del comercio exterior (como hizo Perón con el IAPI); y demás medidas inmediatas y los 10 puntos del PCR para enfrentar la crisis.

 


3. Grietas y fracturas

El frente con el que Cristina K ganó las elecciones se agrieta y se fractura. Se fracturó la CGT, base de apoyo sindical del gobierno K. Se agravan las contradicciones entre los Kirchner y sectores progresistas que los apoyaban críticamente. Y se fragmenta el peronismo.


A partir del anuncio de Scioli de aspirar a la presidencia en el 2015 (“si Cristina no se presenta”), el kirchnerismo puso los cañones para lograr la renuncia del gobernador bonaerense, de ser cierto el comentario del intendente de Lanús sobre una conversación suya con la presidenta. El vicegobernador, Mariotto, igualó a Scioli con De la Rúa.


En Santa Cruz, el entrevero entre La Cámpora y otros sectores K, y el gobernador, es total: ya circulan fechas sobre la caída de Peralta.


El gobierno K quiere asegurarse, a cualquier costo, las listas de diputados y senadores para las elecciones del 2013, para garantizar la reforma constitucional que habilite la re-reelección de Cristina K. Juega con todo a cerrar la lucha por la sucesión presidencial.

 

4. La necesidad de un plan de lucha

El avance de la crisis está en el trasfondo del distanciamiento con el gobierno de sectores progresistas, y también de la fragmentación del peronismo.


Al frenazo de la economía brasileña se le suma, ahora, lo que algunos llaman el “aterrizaje forzoso” de China –dos países a los que está atada la economía argentina-. Se suma el agravamiento de la crisis en Europa, como se ve en el despido, en Italia del 10% de los estatales, y el cierre de una planta de Peugeot en Francia, despidiendo a 8.000 obreros.


A la crisis se suma el malhumor y la bronca, sobre todo en masas que votaron a Cristina creyendo que podían “ir por más”, como prometió la presidenta en su campaña. Esas masas sienten los golpes de la inflación, la crisis, la inseguridad y los maltratos, como a los docentes, o calificar de “aristocracia obrera” a los que trabajan horas extras y feriados para llegar a fin de mes, y el gobierno les recorta los salarios con el impuesto a las ganancias y el no pago del salario familiar.


El cambio del estado de ánimo de las masas, que se va sintiendo en las nuevas camadas de obreras y obreros, y de otros sectores populares, jerarquiza la importancia de la campaña política de afiliación al PTP, como se ve en el trabajo en Buenos Aires, Chubut y otros lugares: afiliar a miles de pibas y pibes trabajadores que buscan un puesto de lucha, y lo encuentran en el PTP, que les abre el camino para el trabajo clasista en las fábricas, y para avanzar en su conciencia revolucionaria. Lo que creará nuevas condiciones para encabezar las luchas, y para disputar los cuerpos de delegados, sobre todo de las grandes empresas, a colaboracionistas y traidores.


Y también, el cambio de la situación política crea nuevas condiciones para el reagrupamiento de fuerzas. Tanto en las fuerzas agrupadas en los frentes en los que participaron el PTP y el PCR en las elecciones del 2011; como además, para las corrientes y grupos de jóvenes y muchachas combativos, progresistas y peronistas, que crecen y ganan posiciones en el movimiento obrero y popular, particularmente en las grandes empresas.


El avance de la crisis plantea la necesidad de un plan de lucha para abrirle la mano al gobierno conquistando reclamos obreros y populares; y también, prepararse y preparar a las masas, en todos los terrenos, para las grandes tormentas sociales y políticas que se avecinan.