En la actualidad sólo quedan 4 barcos con bandera Argentina, aparte de la flota de dragado y balizamiento, que transitan las hidrovías del país realizando servicios de flete o de navegación, resultando un increíble negocio que mueve 3 mil millones al año y hoy en día es explotado por empresas extranjeras
En la actualidad sólo quedan 4 barcos con bandera Argentina, aparte de la flota de dragado y balizamiento, que transitan las hidrovías del país realizando servicios de flete o de navegación, resultando un increíble negocio que mueve 3 mil millones al año y hoy en día es explotado por empresas extranjeras
La marina mercante es un rubro de importancia fundamental para nuestro país. Allí se exporta el 90% de lo que se comercializa al resto del mundo, lo cual tiene una fuerte incidencia en la economía nacional, actualmente la situación se da en el marco de que la nueva política del Banco Central es la de utilizar las reservas acumuladas a pesar de que estas bajen del piso de 28 mil millones de dólares, sumado a la necesidad de divisas desde los últimos años.
Al respecto La Brújula de la Mañana se comunicó con Edgardo Arrieta, el secretario general del Sindicato de Dragado y Balizamiento de Rosario, quien afirmó que “es fundamental que se le preste atención a este sector, cosa que lamentablemente después de Frondizi nadie le ha dado el interés que debería tener la marina mercante nacional y por eso los padecimientos que se están sucediendo en el área”.
Se benefician de la situación las empresas de otros países que, a la necesidad de una flota mercante para realizar las exportaciones argentinas son quienes aplacan la demanda. Las asimetrías con un país como Paraguay son cada vez mayores debido a los acuerdos multilaterales, y hacen que la competitividad en el área, tanto flete como navegación, sea abismal.
“Lamentablemente los armadores argentinos son cada vez menos, tenés que sí o sí caer en paraguayos, la competitividad es muy alta, ellos compran combustible en el mismo lugar, en puerto San Martín a un precio 30% más económico, esto no está subsidiado de parte del Estado y hace que se pierda” aclaró Arrieta.
Existe el caso de empresas Argentinas que antes realizaban toda la actividad de despacho desde Santa Fe, Rosario hasta Montevideo, pero a partir de las políticas que se aplicaron, o por la falta de aplicación de las mismas, estas empresas dejaron de funcionar, así como sucedió además con los astilleros que en su mayoría fueron perdiendo terreno en el mercado por la falta de productividad y la competencia. Sin embargo, según Edgardo Arrieta, nosotros como santafesinos “debemos estar orgullosos del astillero que está en Punta Alvear. Ese astillero llegó a construir 2 barcazas y media por semana, lo que es un récord para la industria naval, sin embargo no ha tenido el apoyo necesario que debe tener semejante empresa”, recordó.
El sector de la industria naval tiene una importante repercusión en lo que respecta a la capacidad de generar empleo. Cuando comenzó la actividad, había de 20 a 25 personas trabajando, al día de la fecha hablamos de más de 650, pero, según Arrieta, en el caso de que se recuperase la industria naval, podrían ingresarían al mercado laboral entre 70 mil y 80 mil trabajadores.
“No se le presta atención, es una de las principales fuentes de trabajo”, señaló y especificó: “Fabrican barcazas de muy buen nivel, pero necesitamos una ley de marina mercante que incluya a todos los sectores; lo que se ha presentado hasta ahora hace que vaya en contra de la actividad”. Esta falta de soluciones se da porque no son consultadas las personas que desarrollan la actividad en el país, quienes son los que más conocen de la coyuntura, además de ser aquellos que pueden dar cuenta de los problemas que yacen actualmente.
Por su parte, el secretario general del Sindicato de Dragado y Balizamiento dejó en claro cuales son para él los puntos clave que hay que tratar al respecto de una Ley de Marina Mercante. Detalla la necesidad de crear una autoridad de aplicación común para la actividad naviera, la industria naval y para la pesca, además de reformular lo que se cobra en derogaciones de obligación aduanera de importación temporaria que hace que la chapa naval tenga un costo muy alto.
El entrevistado resumió que se trata de una ley que se necesita con urgencia y que tiene que contemplar lo que necesita cada sector: el naviero, el de la industria naval y el de pesca.
Los motivos que se esgrimen para explicar la falta de desarrollo en el sector es que los trabajadores cobran sueldos demasiado altos, pero la realidad es que desde 1961 que no se realiza ninguna política destinada a mejorar la situación. Sobre esto Edgardo Arrieta dijo que “el decreto 10/10 que iba a modificar lo que era la bandera conveniencia, incluso para nuestro sector que es uno de los más abandonados, que les podemos sumar que nos quitan la isla Demarchi, y nos habían ofrecido 40 millones para la reactivación, pero no llegó nada al sector, se habla mucho, pero se hace muy poco”.