Entre los planes en debate para “tomar el control” de YPF, está el del economista “estrella” del gobierno K: el “Proyecto Kicillof”. Este propondría declarar “de interés público” al gas y el petróleo, con lo que el gobierno nacional reclamaría inversiones, exigiendo una ampliación del capital empresario de YPF. Esa plata la pondría, parte el Estado y parte “los capitalistas amigos”, y con esas acciones (más las que ya tienen Eskenazi y los Kirchner), pasarían a controlar la petrolera.
Verbitsky avisa que tiene que ser antes del invierno, por los temores a la protesta social ante la falta de energía en esa estación. Y advierte a sectores K que piden la estatización, sobre las presiones del imperialismo español. El rey dijo que “Repsol es España”, y amenazó a la presidenta Cristina K con pedir la expulsión de la Argentina del “Grupo de los 20”. El presidente de Repsol, Brufau, amenazó con hacer públicas las verdaderas negociaciones con Eskenazi y Néstor K cuando éstos compraron gratis el 25% de las acciones de Repsol-YPF, a pagar con los dividendos de la empresa. Estas amenazas habrían sido el motivo por el que la presidenta eliminó de su discurso ante el Congreso, la parte en la que avanzaba con las sanciones a Repsol.
El “modelo” sería Petrobrás, que es una empresa mixta con 51% de capital privado (35% extranjero), que es el que realmente maneja la empresa, y 49% estatal. Por algo viajó De Vido a Brasil, sea para ofrecerle a Petrobras participar en el negocio, o para conocer bien ese “modelo”. Otro indicio es la entrevista de Cristina K con Carlos Bulgheroni, cabeza de Pan American, la petrolera 60% inglesa y 40% de Bridas (mitad de los testaferros rusos Bulgheroni, y mitad de una empresa estatal china).
