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14 de mayo de 2014

La desaparición de René Salamanca fue el centro del megajuicio La Perla, el 6 de mayo. Un día histórico, para los clasistas y los comunistas revolucionarios. La historia del secretario del Smata Córdoba y dirigente nacional del PCR, la del movimiento obrero cordobés, y la posición antigolpista de nuestro Partido se incluyeron en el juicio. ¡Por verdad, justicia y contra la impunidad! Que se abran los archivos de la dictadura y se enjuicie a todos los genocidas y sus cómplices. 

¡Que se pudran en la cárcel los secuestradores de Salamanca!

Córdoba: Megajuicio de La Perla

Ese martes 6 de mayo, una persistente llovizna dio la bienvenida a las delegaciones de la CCC y del PCR que fueron llegando desde distintos puntos del país a las puertas de Tribunales Federales de Córdoba. 

Ese martes 6 de mayo, una persistente llovizna dio la bienvenida a las delegaciones de la CCC y del PCR que fueron llegando desde distintos puntos del país a las puertas de Tribunales Federales de Córdoba. 
Fue la 142° audiencia del juicio por delitos de lesa humanidad cometidos durante la dictadura, que tuvieron por escenario el centro clandestino de detenciones conocido como La Perla. El secuestro y desaparición de nuestro querido René Salamanca fue el centro de esa jornada. La lucha de sus familiares, de la Comisión Homenaje conformada mayormente por los “Marrones” (como gustan llamarse haciendo referencia a la Lista Marrón que recuperó el Smata en 1972), de la CCC y el PCR logró,  el 12 de marzo de 2014, la incorporación de esta causa y los importantes testimonios de compañeros y familiares de René. 
Se hizo presente una nutrida delegación del PCR, encabezada por su secretario general, Otto Vargas, quien dijo, en la puerta de los Tribunales: “Este es un día histórico para los clasistas y los comunistas revolucionarios”. También estuvieron compañeros del Partido como Arnoldo Gómez; Teresita Castrillejo (compañera de Manuel Guerra “Quebracho”), Juan Carlos Alderete, coordinador nacional de los desocupados de la CCC y Ricardo Ríos. Además, concurrió una delegación de la JCR y compañeros de la CCC y PTP-PCR de Tucumán, Salta y La Matanza; una delegación del Comité Zonal del PCR de Córdoba y por supuesto la Comisión Permanente de Homenaje a René Salamanca quienes entraron al recinto, acompañando a Paola, José María (sus hijos), los familiares de René y a los testigos en este momento tan importante. 
También estuvo presente Luis Baronetto que siempre ha acompañado los homenajes a René y que siendo secretario de Derechos Humanos de la Municipalidad de Córdoba, en una actitud valiente, hizo pública las listas de todos los que trabajaban en la D2.
 
Testigos claves
La sala de audiencias se pobló de fotos de Salamanca. Fue muy movilizador estar allí: Escuchar los testimonios de los compañeros, cómo vivieron esa época, la situación de la familia, etc. Sentir el dolor de los compañeros que tienen que revivir los momentos terribles que pasaron pero con la convicción de que es un valioso aporte para reconstruir la historia.
Durante esa mañana declararon testigos claves: su hijo, José María Salamanca; su sobrino, Gonzalo Salamanca y su cuñada María del Carmen Busleiman, quienes dejaron expresado, desde sus historias de vida, cómo los afectó la desaparición de René, una herida enorme que trasciende el núcleo familiar. La dimensión del genocidio cometido por esta dictadura fascista se nos presentó en vivo en sus testimonios.
También declararon Gerardo Luna y Roque Romero: El clasismo y la posición antigolpista de René y del PCR estuvieron presentes en el juicio. Fue un día histórico para el movimiento obrero de Córdoba y de todo el país, porque quedó claro, frente a la cara de los genocidas y ante la Justicia de este Estado, que el Partido y las ideas de René siguen vivas, que la historia no se borra a pesar de la desaparición y el genocidio. 
Los medios de comunicación silenciaron la noticia y los que tomaron el tema minimizaron las declaraciones de Romero y Luna. Tampoco dijeron que Roque Romero fue el secretario adjunto de Salamanca. Pero la realidad es que sus testimonios aportaron mucho al esclarecimiento sobre la verdad de lo ocurrido con nuestro querido René y, además, pusieron sobre la mesa los hechos que protagonizaron Salamanca y la clase obrera de Córdoba durante los años dictatoriales y los previos al golpe. Afuera, las banderas flamearon incansables durante toda la jornada, con compañeros que hicieron el aguante con megáfono, bombos, redoblantes y bombas de estruendo. 
 
María del Carmen Busleiman
Las palabras de María del Carmen Busleiman conmovieron a la audiencia. Es abogada y docente jubilada de la Facultad de Derecho, cuñada de René Rufino Salamanca, casada con su hermano Rubén Bernardo Salamanca. “Estos dos hermanos quedaron huérfanos muy pequeños, y a partir de ahí tuvieron una vida complicada. Mi marido era el mayor y lo cuidaba a René como el padre. René era una persona muy alegre con mucha alegría de vivir.
“Nuestra familia estaba orientada ideológicamente al Partido Socialista, habíamos seguido la revolución en Cuba, y por eso estábamos marcados como zurdos”. Relató que su marido tenía conocidos en Bolivia y que había insistido a su hermano que se vaya para allá con su familia, pero René no quiso… Le dijo: “yo me quedo con mi gente”. “Con el secuestro de René empezó la peregrinación, el dolor, la tortura moral”.
Rubén Salamanca fue secuestrado a los veinte días del golpe en Campo de La Ribera, golpeado y torturado, le preguntaban por su hermano: “¡Lo tienen ustedes, hijos de puta!” les respondió.
“Mi marido siguió buscando cuando lo soltaron. A partir de eso empezó a morir, entró en una depresión muy grande. No podía aceptar que su René estuviera muerto; es que la desaparición es la tortura más grande que puede existir, la impotencia y desesperación alcanza a toda la familia. Yo tuve que salir entera de esto porque mi marido se destrozó. Había mucha confusión, algunos querían ayudarnos, no sabíamos a quién creerle. Alguien dijo que no lo buscáramos más, que a René lo había matado directamente Menéndez, y es que su vida no tenía precio. Mi admiración por mi cuñado fue creciendo a lo largo del tiempo”.
 
Gerardo Luna: “vengo a rescatar la valentía de René”
Luego de un cuarto intermedio, dio su testimonio “El Negro” Luna, quien comenzó diciendo: “He conocido mucho a toda su familia, he llegado a convivir con sus hijos. Desde el 24 de marzo de 1976 lo estamos buscando. Cuando los chicos eran chicos hicimos algunas gestiones con su fallecida esposa y en algún momento, en una repartición oficial, nos admitieron que estaba detenido.
“Quisiera pedirle al Tribunal que le quite el apodo con el que figura en el expediente, porque ‘Chancho’ es como lo llamaban sus enemigos. “Vengo a rescatar la valentía de alguien que fue un defensor de la patria y de sus instituciones y su gran compromiso, cuando fijó su posición antigolpista”.
Luna fue también víctima de la dictadura. Estuvo secuestrado y fue preso político en la Cárcel de UP1 de lo cual dio testimonio: “Fue necesario que nos pegaran, golpearan y torturaran, violando todos los derechos de la Constitución. Por eso humildemente pido, porque han sido miles los que llevamos esta pesada mochila encima, los que pasamos por cientos de campos de exterminio y tormentos, por donde también debe haber pasado mi querido amigo René por sus firmes convicciones, por no haber renunciado nunca a las reivindicaciones de los trabajadores, que yo comparto… Pido, para que en algún momento el país se saque un poco esta vergüenza, que se abran los archivos de la dictadura, que se juzgue hasta el último de los represores”.
René Salamanca cumplió un ciclo como sindicalista del gremio y luego fue reelecto para el período 74-76. Sin embargo, en el medio surgió la orden de captura dictada por Lacabanne. Gerardo Luna mencionó las cartas que Salamanca dedicó a sus compañeros mecánicos y que fueron repartidas como volantes y publicadas en Nueva Hora, periódico del PCR, en los tiempos en que René tenía pedido de captura y se encontraba en la clandestinidad. Uno de los fragmentos que leyó Luna dan cuenta de la posición de René: “Nuestra postura es antigolpista, porque el golpe va a barrer con todas nuestras reivindicaciones y logros”. Acto seguido, Luna propuso al Tribunal que se incorporen las cartas a la causa como prueba y se las acercó al juez.
“Habría que preguntarse si es que estaban tan en contra de las reivindicaciones que se buscaban, o si les molestaba que Salamanca fuera un dirigente que había asumido un compromiso claro contra los golpes”, cuestionó el dirigente clasista.
El testimonio de Gerardo Luna recorrió momentos de la historia del movimiento obrero cordobés en primera persona, contó la jornada del 1 de julio de 1974, cuando falleció Perón y la movilización de los trabajadores. “Ese día Salamanca hizo uno de los discursos más importantes a mi criterio. Porque anticipaba muchas de las cosas que vinieron después”.
 
“Durante mucho tiempo fue difícil decir nuestro apellido”
Gonzalo Salamanca, sobrino de René, tiene 43 años, es abogado y trabaja en la provincia. Cuando le preguntan qué es lo que recuerda sobre los hechos de los que resultó víctima su tío, responde: “Sé que desapareció el 24 de marzo de 1976. Mi padre, Rubén, se lo comentó a mi madre. Después de ese episodio, él también fue llevado y mi domicilio fue allanado”. Rubén Salamanca apareció 8 días después de su secuestro, sucio, barbudo y no dijo mucho. “Al tiempo le contó a mi madre que lo habían interrogado preguntando por René, y que creía haber estado en La Ribera. Después mi padre entró en una etapa depresiva. Llegó a tener problemas con el alcohol. Hubo mucho silencio. Yo era niño y el consejo era no hablar, no decir quién era yo”. Recordó que su tío era buscado: “Un día vino a visitarnos vestido de ejecutivo, disfrazado de traje, con portafolios y peluca. Sólo lo reconocimos por su sonrisa, tenía una sonrisa muy grande, muy característica.
“Durante mucho tiempo fue difícil decir nuestro apellido, el estigma llegó a toda la familia y durante algún tiempo eso significó una ruptura de la familia. Era tal el miedo que durante mucho tiempo se evitó el contacto”.
 
Números del “Megajuicio de La Perla”
El juicio acumula 25 causas. El expediente Rodríguez II, donde se investiga el caso de René Salamanca fue incluido, junto a otros cuatro expedientes, el 12 de marzo de 2014. El total de imputados es 52, entre ellos el ex titular de Tercer Cuerpo del Ejército, Luciano Benjamín Menéndez; cinco de ellos fueron apartados por razones de salud o fallecimiento. Se investiga el paradero de 696 víctimas, de las cuales hay 320 sobrevivientes y representan la prueba fundamental. Serán citados más de 900 testigos.
Los hechos que se juzgan son privación ilegítima de la libertad, imposición de tormentos agravados, aplicación de tormentos seguido de muerte, homicidio calificado, tentativa de homicidio calificado, sustracción de menor de 10 años, abuso deshonesto y violación 
 
El aguante fuera del Tribunal
Un transeúnte desprevenido que pasa por ahí se pregunta: “¿Qué es lo que moviliza a una mujer de unos 60 y pico de años a venir desde Tucumán, Salta o La Matanza en un día lluvioso y estar parada tantas horas en la puerta de un tribunal?”. La misma pregunta se podría hacer con respecto a una joven pareja y su bebé, que también esperan en el mismo sitio, vaya a saber qué. Lo que no sabe esa persona, es que allí se lleva a cabo una jornada histórica, al menos para los clasistas y comunistas revolucionarios. Están haciendo el aguante, a los que están adentro, a los familiares, a los testigos, los compañeros que pudieron entrar… y están haciendo el aguante a los que están afuera, laburando, en cada lugar de trabajo de la Argentina donde hace falta el clasismo. 
 
Los represores en el recinto
Impacta y llena de odio ver a los represores sentados en el recinto, cuidados por la policía y protegidos por una estructura de vidrio blindado. Son 52 los acusados. Muchos ya han sido juzgados en otras causas. ¿Cuántos trabajaban en La Perla en aquel momento? ¿Por qué no llaman a declarar a todos? ¿Cuántos represores más están sueltos por ahí? Caminan por las calles y no sabemos quiénes son. Verle la cara a esos genocidas te genera bronca, impotencia pero, a la vez, estás rodeado de tus compañeros y te sentís fortalecido.
 
Hemos recuperado parte de la historia del movimiento obrero
Esto recién empieza, el pueblo que quiere conocer la verdad, quiere justicia, no quiere cerrar. Cada familia de los 30.000 desaparecidos tiene derecho a saber que sucedió con ellos. Vamos aprendiendo junto a los hijos de René la importancia que tiene.
Tantos años de lucha, los miles que cada año marchan, los familiares, sus hijos, los compañeros de lucha impusieron nuevamente estos juicios para saber la verdad. Estos juicios son una aproximación para saber qué pasó, para juzgar a los genocidas, pero es necesario seguir avanzando. En esta jornada hemos dado otro paso y hemos recuperado para el pueblo de Córdoba una parte de la historia de su movimiento obrero. Como dijeron Otto Vargas y Roque Romero a la salida, agradeciendo el aguante afuera, hay que seguir atentamente el juicio, y trabajar para que Salamanca sea punto de referencia del movimiento obrero.
El kirchnerismo quiere enchalecar estos juicios y cerrarlos. Sostiene a Milani, un represor comprobado, y ¡cuántos represores estarán todavía en funciones en el Estado! Bajan a Videla y suben a Milani: esa es la política kirchnerista de derechos humanos. El pueblo entero, con sus inmensas reservas democráticas, que se convoca multitudinariamente cada 24 de marzo, quiere justicia, castigo a los genocidas y represores, quiere terminar con la impunidad.
¡Vamos por más! ¡Queremos que se publiquen las listas y los archivos de La Perla y de todos los centros clandestinos del país! ¡Que se llame a declarar a todos los que trabajaron en ese momento en estos lugares! ¡Queremos saber qué pasó con cada uno de los desaparecidos! ¡Queremos juicio y castigo! ¡Adonde vayan los iremos a buscar!