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11 de septiembre de 2013

El sábado 7, junto a Marcos y Cristian, trabajadores de la empresa metalúrgica Alloco, que están en lucha desde hace cinco meses para cobrar sueldos adeudados y reactivar la fuente de trabajo, recorrimos el interior de esta gran planta, ubicada en Villa Gobernador Gálvez, provincia de Santa Fe.

“Queremos empezar a trabajar”

Trabajadores de Alloco, Villa Gobernador Gálvez

Duele el silencio de la fábrica parada, los pocos insumos que les quedan, las máquinas y secciones que los obreros muestran con orgullo. La situación de Alloco, que contamos en nuestro número pasado, es una nueva muestra de la real política hacia la industria del gobierno nacional y el provincial, que permite que patrones inescrupulosos hagan un vaciamiento, sin que les importe ni el presente de los trabajadores, ni el futuro de una industria muy importante para el desarrollo de la provincia y el país.
 

Duele el silencio de la fábrica parada, los pocos insumos que les quedan, las máquinas y secciones que los obreros muestran con orgullo. La situación de Alloco, que contamos en nuestro número pasado, es una nueva muestra de la real política hacia la industria del gobierno nacional y el provincial, que permite que patrones inescrupulosos hagan un vaciamiento, sin que les importe ni el presente de los trabajadores, ni el futuro de una industria muy importante para el desarrollo de la provincia y el país.
 
Hablan los obreros
Tras el recorrido, conversamos con los obreros, que nos decían:
Marcos: Nosotros empezamos con problemas de falta de pago en la primera quincena de diciembre. Del aguinaldo nos dieron 300 pesos, para pasar navidad y año nuevo. A principios de enero hubo despidos sin causa, en febrero se siguió con los despidos. Ya veníamos con atraso en los sueldos. En marzo hicieron un retiro voluntario, del que se abonaron dos cuotas y no se pagó más hasta el día de hoy.
Nosotros hoy hacemos este festival (ver nota) y estamos reclamando más que nada por nuestra dignificación. Queremos empezar a trabajar y no nos dejan. Estamos haciendo algunas cositas consensuadas con la jueza. Hemos cumplido algunos pedidos chicos, como podemos.
Cristian: Esta fábrica se dedica a hacer máquinas y repuestos para la industria aceitera, tanto para el mercado local como para el exterior. En el mundo hay cuatro como ésta. En la Argentina es la única. Sus clientes son todas las aceiteras como Cargill, Molinos, etc. Hoy no tenemos insumos para abastecer a las aceiteras. Los dueños hace dos meses que no aparecen. Nos deben cuatro meses de sueldo. 
Marcos: Acá éramos más de 200 empleados, y hoy quedamos 120. Tenemos compañeros con permiso, que no están viniendo a trabajar. La idea es sacar esto adelante. Nosotros nos organizamos para hacer una custodia de la planta, no es que está tomada. Y nos organizamos para activar el tema de las donaciones.
Cristian: ¿Cómo se sigue esto? Estamos buscando una solución. Todos te dan opiniones. Para mí tendría que venir un inversor, para que se pague lo atrasado de los sueldos y comencemos a trabajar. Lo veo muy difícil. Se habló de una cooperativa, pero para muchos de nosotros nos parece muy difícil, porque, sin desmerecer, acá no se hacen jabones, se hacen máquinas y hasta plantas aceiteras enteras, y los materiales son muy caros.
Marcos: El Estado no nos da soluciones, algunos nos tratan de meter lo de la cooperativa, que es muy difícil. Hoy estamos viviendo de los bolsones que nos están donando. El gobierno de la provincia nos dijo que el máximo esfuerzo que pueden hacer por nosotros es un bolsón. Y encima es una burla, porque el viernes trajeron las cajas, pero la mercadería no apareció. Esto lo hacen en complicidad con la UOM. Es muy difícil lo de una cooperativa, porque toda plata que entre del gobierno tendría que ser para insumos y ¿qué hacemos con los sueldos atrasados? Vamos a tener un ingreso mínimo.
Ahora se está hablando de destrabar una plata que tenía de deuda la empresa con la AFIP, tres millones y pico de pesos, que se acordó en Tribunales que el 70% sea para sueldos, un 20% para insumos, y un 10% para impuestos y obras sociales.
Cristian: Acá tenemos gente de 34 años en la fábrica, que jamás vivió lo que se está viviendo. Yo tengo 10 años de fábrica y nunca viví algo como esto. Nunca pensé que la gente nos ayudaría tanto. Nos han ayudado de todos lados, hasta de Villa Constitución, de las universidades. Hemos hecho colectas, de las mismas aceiteras los trabajadores colaboraron. La municipalidad también colaboró. Mucha gente se acerca y nos trae mercadería, nos ayuda con el fondo de huelga, dona plata, y un montón de cosas.
Marcos: El Sindicato de Comercio estuvo desde un primer momento con nosotros, nos hacían ir a comer a su comedor. Nos ofrecen pañales y leche, que es fundamental. A De Paul –secretario de la UOM Rosario- le pedimos aunque sea un mes de sueldo, ya que todos mis compañeros y yo, que estoy hace seis años, aportamos todos los meses a la UOM. Nos dijo que la UOM no era un ente que nos podía ayudar. Le planteamos que se haga un plenario regional de la UOM para informar de la situación de la empresa y se haga un paro de aunque sea una hora, y se negó. Nos dejaron a la buena de Dios. Les pedimos donaciones, para la fiesta que estamos organizando hoy, y llamaron a un compañero para decirle que Caló no tenía plata.
Cristian: La idea del festival es juntarnos con todos los que nos quieran apoyar. Nos ayuda la gente de “La peña de Lalo”, van a venir grupos de rock, de folclore, de cumbia, y vamos a hacer un pequeño acto haciendo subir a la gente de las distintas organizaciones que nos está apoyando. Quiero remarcar que se van a sumar los paramédicos de la calle Salta.