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03 de octubre de 2010

Queridas Mujeres les damos una calurosa bienvenida

Documento de la Comisión Organizadora del 23 Encuentro

Pasaron 16 años y estamos nuevamente acá en Neuquén, reafirmando la vigencia de los encuentros con esta inmensa convocatoria.

¡23 años de encuentros!
Nuestros esfuerzos están hoy coronados con la alegría
que nos da esta enorme cantidad de mujeres, juntas recordemos a las que ya no están diciéndoles presente! Y también saludemos a las que están impedidas de llegar por razones económicas, de salud o por estar privadas de su libertad

Un largo y difícil camino ¡pero cuándo las cosas han sido fáciles para nosotras las mujeres!

Bienvenidas a Neuquén mujeres de adentro y de afuera de nuestras fronteras, bienvenidas a la tierra de Teresa Rodríguez, de los primeros piquetes de Plaza Huincul y Cutral Co, de las heroicas luchas de las trabajadoras y trabajadores de la educación, de la salud, de la lucha contra la impunidad y exigencia de castigo a los responsables políticos y materiales del asesinato del compañero Carlos Fuentealba.
La tierra de la lucha ceramista por la expropiación de
la fábrica Zanón bajo el control de sus trabajadoras y trabajadores.
Neuquén es también el lugar donde las organizaciones de
mujeres dieron una gran pelea que terminó con la condena al violador Anzaldo, y en donde comenzará en unos días los juicios contra los genocidas.
En todas estas luchas estuvieron siempre presentes
nuestras Madres de Plaza de Mayo a quienes les hacemos un especial reconocimiento.

También queremos hacer mención al ejemplo de lucha de la compañera Sandra Rodríguez, porque su fuerza expresa lo que las mujeres somos capaces de hacer ante las tremendas injusticias.

Hoy estamos aquí para decir, una vez más, que los sistemas políticos, económicos, culturales, religiosos y sociales se construyeron sobre la división sexual y social del trabajo, produciendo y reproduciendo históricas jerarquías, opresiones y subordinaciones que toman el cuerpo de las mujeres como propiedad y botín para seguir constituyéndose en poderes que deciden sobre la vida y la muerte.

Quienes encarnan estos poderes no son anónimos, tienen nombre y apellido y se encuentran instalados en el gobierno nacional y provincial, pero también en las corporaciones judiciales, médicas y muchas veces periodísticas, que se hacen eco del fundamentalismo eclesiástico que pretende continuar dirigiendo los cuerpos y las vidas de las mujeres.

Estamos aquí para decir que no tenemos ninguna esperanza en la presidenta Cristina Fernández de Kichnner. Ella, no sólo quiere mantener la violencia contra las mujeres, sino que se comprometió ante el Vaticano a sostener la clandestinidad del aborto, además garantiza a los empresarios mejores condiciones para hacer negocios en el país; viene profundizando los acuerdos con empresarios y sindicalistas, para contener las luchas de las y los trabajadoras/es e imponer topes salariales. No queremos que las mujeres ocupen cargos para aplicar las políticas patriarcales del gran capital.

En las últimas décadas, las mujeres hemos estado al frente de importantes luchas, hemos salido a trabajar al mundo público en tiempos de feminización de la pobreza, pero seguimos cargando con las esponsabilidades del trabajo doméstico que apenas se designa como “tarea” e inmersas en una profunda precarización laboral que nos hace seguir exigiendo igual remuneración por igual trabajo.
 
Denunciamos que el negocio de la trata de personas y la
prostitución es una muestra brutal de la esclavitud moderna, que trepa a convertirse en el primer negocio planetario por su rentabilidad, compitiendo con la venta de armas y el narcotráfico. A cambio de nuestras exigencias el Congreso aprobó una ley que en lugar de penalizar beneficia a proxenetas y a las redes de tratantes, verdaderas mafias integradas por fuerzas represivas, jueces, políticos y empresarios.

En la Argentina, la prevención y erradicación de la violencia contra las mujeres no es una política de Estado: no hay un plan nacional para enfrentar esta problemática, las partidas presupuestarias son casi nulas, persisten serios obstáculos para que las víctimas puedan acceder a la Justicia y cuando logran hacerlo no siempre son escuchadas y muchas veces la lentitud judicial las condena a morir.

Las cosas por su nombre, todo lo conquistado, es porque supimos organizarnos y luchar de diversas, creativas y múltiples formas. Hemos conseguido cambios, pero ni tantos ni tan acelerados. Las leyes que hemos conseguido han sido a fuerza de lucha y movilización; las condenas a violadores y abusadores también.
Y no nos engañemos, las leyes que le vamos arrancando a
este sistema y a este estado, son apenas una herramienta para defender los derechos conquistados. Pero no alcanza, hacen falta cambios culturales más profundos que pongan en cuestión los parámetros de la masculinidad hegemónica viril y violenta, único camino para una verdadera igualdad.

Estos sistemas culturales y económicos se entrecruzan y concentran en actividades preponderantes en nuestra zona como son aquellas relacionadas con el petróleo, donde es preciso que denunciemos tanto la entrega de los recursos energéticos a los grandes monopolios del petróleo –como Repsol-, pero también debemos renunciar la afectación a la vida de las mujeres con mayor carga de trabajo, abusos sexuales, violencia domestica y de genero, actividad que también promueve la proliferación de prostíbulos para explotación.

No podemos dejar de decir que estos meses han sido especialmente complejos, pero desde la Patagonia saludamos a las mujeres que le pusieron el cuerpo a la lucha en defensa de las pequeñas y medianas producciones agrícolas, lucha que asestó un duro golpe a las políticas del gobierno nacional que favorecen la concentración y extranjerización de la tierra y la producción.

Por todo esto año tras año reafirmamos la necesidad de que los encuentros sigan vigentes porque tienen la fuerza incontenible de las causas justas.

Hoy hacemos realidad el compromiso que asumimos en Córdoba; resolviendo dificultades, hemos generado las condiciones para que juntas, desde nuestra diversidad, abordemos el debate en este espacio horizontal, pluralista, autónomo, federal y verdaderamente democrático.

Estos espacios permitieron y crearon condiciones para el logro de la patria potestad compartida, la ley de divorcio, la exclusión del hogar para los golpeadores, para las leyes de salud sexual y reproductiva.

Pero tenemos que seguir luchando día a día por:
* Inclusión de la figura del infanticidio en el código
penal.
* Educación sexual para decidir, anticonceptivos para no
abortar, aborto legal, seguro y gratuito.
* Aplicación efectiva de las leyes nacionales y
provinciales de Salud Sexual y Reproductiva.
* Difusión y distribución de la anticoncepción de
emergencia.
* Reglamentación inmediata de abortos no punibles
contemplados en el art. 86 del Código Penal. Basta de injerencia religiosa en el Estado y en nuestras vidas.
* Aplicación efectiva de la atención humanizada pos
aborto.
* Desmantelamiento de las redes de trata para la
prostitución. ¡Las estamos buscando, las queremos con vida!
* Libertad incondicional de Romina Tejerina y de todas
las presas políticas.
* Aumento general de salarios en base a la canasta
familiar. Igual salario por igual trabajo.
* Jardines maternales a cargo del Estado y las empresas
privadas en los lugares de trabajo y estudio.
* Libertad definitiva para Susana Colimán y efectiva
garantía de todos sus derechos.
* Atención médica que respete la identidad de género y
sexual.
* Reconocimiento de todos los beneficios y derechos con
los mismos nombres, a las parejas de lesbianas, gays y trans.
* Derogación de los códigos contravencionales que
penalizan a las travesti y a las mujeres en situación de prostitución.
* Cárcel inmediata y común a todos los golpeadores,
violadores, abusadores y proxenetas. Basta de sentencias sexistas.
* No prescripción de las causas por delito contra la
integridad sexual.
* Reconocimiento de los derechos de las mujeres de los
pueblos originarios, y la autodeterminación de los pueblos. Devolución de las tierras usurpadas por los grandes terratenientes y empresas petroleras.
* Por expropiación de Zanón bajo control de sus obreros
y obreras.
* Cárcel al 100% asesino Jorge Omar Sobisch. Juicio y
castigo a todos los autores materiales, políticos e intelectuales del fusilamiento público del compañero Carlos Fuentealba.