Se nos fue un gran comunista revolucionario.
El sábado 2 de abril, después de luchar contra una tremenda enfermedad, se nos fue físicamente el camarada Fredy Mariño.
Una gran tristeza embarga a nuestro partido.
De origen uruguayo, vino desde su país natal con Mary, su compañera, empujados por la crisis social y por la política persecutoria de la dictadura, al igual que tantos miles de orientales que se asentaron en la Argentina.
Inmediatamente se sumó como muchos migrantes a la lucha por la tierra y por una vivienda digna en lo que es hoy el Barrio María Elena, en La Matanza. Fue integrante de esa camada pionera, junto con Juan Carlos Alderete, Ramón Aranda, Nuria Benítez, Miguelina Gómez, Gladys Roldán y otros y otras que fundaron el barrio y fue integrante, también, de la histórica Junta Vecinal.
Desde ahí llegó a nuestro Partido y a la CCC, donde fue uno de sus dirigentes nacionales. Compañero sencillo, humilde, cumplía cabalmente el precepto maoísta de “trabajo duro y vida sencilla”, viviendo con su familia toda su vida en la modesta casa que logró construir. Era paradigmático en su sencillez de hombre de abajo. Muchas veces asistió a reuniones con altos funcionarios, en Ministerios, en alpargatas o en ojotas. Así era Fredy.
Se destacaba por tener un estilo de militancia que siempre trabajaba por la unidad. Fue un constructor de la unidad popular y defendió, también, la unidad del Partido. Con dedicación completa a la lucha por la revolución, cumplía todas las tareas que se le asignaban. Para Fredy, la militancia revolucionaria era de 24 horas.
Comenzó desde joven la lucha por el comunismo en su país de origen, el Uruguay, y la continuó entre nosotros, en esta tierra que había abrazado como propia y le entregó lo mejor de él. Parafraseando a Bertolt Brecht, podemos decir que era uno de los imprescindibles.
Lo vamos a extrañar, pero, como decimos siempre, él estará en cuanta lucha libremos por la liberación de la clase obrera y el pueblo.
Abrazamos en este momento de dolor a su compañera, la camarada Mary y a toda su gran familia.
Querido camarada Fredy: ¡Hasta la victoria siempre!
PCR de La Matanza
