Noticias

04 de noviembre de 2019

Redes sociales y discriminación en las elecciones

¿Quién es Brian?

Brian Gallo es un joven del barrio San Alberto de Cuartel V de Moreno, es uno de los tantos jóvenes que todos los días de su vida vive la discriminación y el desprecio de una parte de la sociedad que entiende que los otros, esos que habitan los barrios del Gran Buenos Aires no merecen un lugar digno en el mundo.

Las ideas discriminatorias se vieron fuertemente reforzadas por el gobierno de Mauricio Macri que con el apoyo de los medios de comunicación afines no sólo las alentó, sino que tuvieron su expresión más brutal con la doctrina Chocobar.

El domingo 27/10 él fue presidente de mesa como también lo fue en las elecciones primarias de agosto. Durante 14 horas garantizó que las elecciones se dieran con total normalidad cumpliendo orgullosamente con su tarea como autoridad de mesa en una de las escuelas del distrito de Moreno. A él alguien le sacó una foto con la que hicieron un meme con la inscripción «si votás en Moreno no lleves cosas de valor». Ese día Brian tenía puesto un equipo deportivo y una visera ropa que expresa usar cotidianamente. Él no se dio cuenta que le sacaron una foto y no se enteró de la repercusión del meme hasta que llegó a su casa y su mamá muy angustiada se lo mostró.

Mucho se habló en los medios y en las redes sobre la discriminación por su ropa, su gorra o su cara. Se habló de estereotipos y de que no importa la ropa sino lo que una persona es o hace.  Pero ¿por qué el meme contra Brian? ¿Qué es lo que realmente despierta ese desprecio? A él no lo conocen. El odio, la discriminación a Brian no es personal es un odio generalizado hacia nuestros hijos, es la expresión de un sector social que siente desprecio hacia nuestra clase. La criminalización de nuestros jóvenes es producto, y a la vez justificación, de la exclusión sistemática que promueve un individualismo feroz pregonado por la meritocracia y el “sálvese quien pueda” en un país desbastado por las grandes corporaciones y los imperialismos de turno que imponen las reglas del juego. Una gran parte de la población de nuestro país es pobre. Desocupados y trabajadores precarizados luchan día a día por sobrevivir. Muchos como Brian tienen la fuerza enorme de ser, de dar y de estar. Le ponen el cuerpo a la lucha y levantan las banderas de la igualdad, tienen la fuerza enorme de construir esperanzas.

Brian dignamente se levanta todos los días y va a trabajar en una cooperativa de la provincia de Buenos Aires que se encarga del saneamiento de los arroyos. Él participa activamente como voluntario de un merendero en el club de fútbol Casa 2000 donde muchos chicos lo están esperando cada tarde para recibir de él y de los suyos, esos que trabajan a diario con él, un plato de comida. Brian es un militante del Movimiento Evita que junto a la CCC, el PTP y a otras organizaciones que forman parte del Frente de Todos logró ganar la intendencia de Moreno con la seguridad de que otro Moreno es posible. Él sabe de las necesidades de su gente, cuenta cómo se comparte lo poco que uno tiene cuando el hambre aprieta. Él quiere ayudar a otros, él sabe que se necesita trabajo, que quiere un futuro mejor para su hijo.

Los que lo ofenden, los que lo discriminan, los que se burlan de él, no saben y no quieren saber que Brian es papá y que como pudo hizo una casita para su familia. No quieren ver que él es un pibe que la lucha y la milita todos los días. Menos quieren escuchar que Brian sabe de sus derechos. No quieren escuchar que él como tantos jóvenes de nuestros barrios saben que, para cambiar las cosas, para combatir las políticas neoliberales, el ajuste y el hambre, hay que ponerle el cuerpo y luchar con otros. A nuestros pibes los discriminan por ser pobres. A los hijos de los trabajadores de nuestros barrios los estigmatizan y los matan porque les tienen miedo. Tienen miedo de los Brian que se organizan. Tiene miedo de los Brian que conocen su clase y la defienden.

En un reportaje en un medio de comunicación televisiva la mamá de Brian Gallo dice «quiero que vengan a conocer a mi hijo… que sepan quien es Brian». Sí que vengan y conozcan a cada uno de nuestros hijos, los hijos de un pueblo que sabe decir basta, que se para y camina a pesar de tantas batallas perdidas con la esperanza de que esto se puede cambiar. Un pueblo que sigue generando tantos Brian que sólo conocen de solidaridad y de lucha colectiva. Porque este pueblo sí sabe que es con los otros, codo a codo en las calles, como se defiende los derechos de todos y se liberan los pueblos.

Mariela, docente de la zona oeste del conurbano