Comienza Falcao denunciando que si bien Bolsonaro “se presenta como un hombre honesto que defiende lo mejor para los brasileros y para el Brasil”, es un millonario que tiene, declarado, un patrimonio de 2,3 millones de reales, cinco inmuebles, tres vehículos, acciones y títulos bancarios. Esto no lo ganó como capitán del ejército: “Bolsonaro se convirtió en millonario después de ingresar a la política burguesa. De hecho en 1988, poseía apenas un Fiat Panorama, una moto y dos pequeños lotes en Resende, en el interior de Río de Janeiro”.
Además el artículo detalla que el patrimonio de Bolsonaro es muy superior a lo declarado, y que “Viendo que la política burguesa le trajo tantos beneficios personales, Bolsonaro patrocinó el ingreso de tres de sus hijos en esta carrera: Eduardo es diputado federal por Sao Paulo; Carlos es concejal en Río y Flavio Bolsonaro, diputado estadual también en Río. Juntos, según A Folha, Bolsonaro e hijos tienen más inmuebles que muchas inmobiliarias: un total de 13 valuados en 16,5 millones de reales”.
Falcao escribe que “El período en que el candidato consiguió esa fortuna el pueblo brasilero no tuvo la misma suerte: 52 millones de brasileros viven en la pobreza y falta trabajo para 27 millones de trabajadores. Le sobra dinero y le faltan escrúpulos al Sr. Bolsonaro”, ya que él y su hijo reciben de las arcas públicas miles de reales en concepto de alquiler de vivienda en Brasilia, “cuando tienen casa propia en la Capital… Brasil tiene por lo menos, siete millones de familias sin vivienda, de acuerdo al censo de 2010, número que ha crecido en la última década.
“Además de haber hecho junto a sus hijos un patrimonio millonario con la política, Bolsonaro es conocido como homofóbico y defensor del estupro. El 9 de diciembre de 2014, en un plenario de la Cámara de Diputados declaró que no violaría a la diputada María do Rosario (PT-RG) porque no lo merecía. El mismo día en su página oficial de YouTube subió un video titulado “Bolsonaro ‘se cepilla’ a María do Rosario”.
“Por esa ofensa a todas las mujeres brasileras y a nuestro pueblo Bolsonaro fue condenado tres veces por la justicia. Por día hay 135 violaciones de mujeres en el Brasil de acuerdo con los datos del Foro Brasilero de Seguridad Publica. Si un hombre con ese tipo de mentalidad llegara a ser presidente de la República ¿Qué pasaría? Apoyó el golpe que hizo que Michel Temer fuera presidente y también es conocido por defender la tortura”.
“En un video de 1999 sostiene: ‘Estoy a favor de la tortura’. En abril de 2016 defendió y homenajeó al coronel Carlos Alberto Brilhante Ustra, ex jefe de departamento de Operaciones de Información (DOI-CODI), órgano responsable por las torturas en Sao Paulo durante la dictadura militar (1964-1985).
Basta de racismo y de ricos en el poder
Como si esto fuera poco, el año pasado en un escenario del Club Hebraica de Río de Janeiro Bolsonaro expresó su pensamiento sobre los negros. Dijo en esa ocasión: “yo fui a un acto político en un barrio negro de Eldorado Paulista. El afrodescendiente más liviano pesaba 7 arrobas”. En abril la procuradora general de la república, Raquel Dodge, denunció a Bolsonaro por racismo: “Esta manifestación inaceptable, correspondía al régimen de esclavitud cuando los negros eran tratados como mercaderías, y la idea de desigualdad entre seres humanos está absolutamente prohibida en la Constitución brasilera y por todos los tratados y convenciones internacionales de las cuales Brasil es signataria”.
“Para la procuradora, el político se refirió a esas personas como si fueran animales al utilizar la palabra arroba. Además dijo que Bolsonaro no tenía ninguna preocupación respecto de los trabajadores ni los pobres. Además de apoyar el gobierno de Temer, él y los demás diputados representantes de la burguesía apoyaron uno de los mayores crímenes cometidos por el Congreso Nacional contra los trabajadores: la reforma del trabajo que establece jornadas intermitentes o parcelamiento de las vacaciones, eliminó decenas de derechos y permite que los patrones paguen salarios más bajos e impongan más horas de trabajo, es decir, que aumente la explotación de los capitalistas sobre la clase obrera únicamente para aumentar las ganancias de la burguesía.
“Cuando era concejal en Río de Janeiro Bolsonaro hizo un discurso en la Cámara Municipal diciendo que ‘el pobre no sabe hacer nada’ y que los malos políticos van a desaparecer cuando ‘se acaben los pobres y los indigentes’. Pues no, Sr. Bolsonaro, pensamos exactamente lo contrario: los pobres e indigentes se van a acabar cuando barran a los políticos millonarios como Ud. y asuman el poder en nuestro país”.
Hoy N° 1735 19/09/2018
