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14 de diciembre de 2011

¿Quién le hace las cuentas?

En su discurso ante el Congreso de la Nación, la señora presidenta dijo que en mayo de 2003, su marido recibió el gobierno con “más del 140 por ciento de nuestro producto bruto interno comprometido en deuda”. E insistió más adelante, hablando de: “el default, esa deuda que representaba el 140 por ciento de nuestro PBI”.

En su discurso ante el Congreso de la Nación, la señora presidenta dijo que en mayo de 2003, su marido recibió el gobierno con “más del 140 por ciento de nuestro producto bruto interno comprometido en deuda”. E insistió más adelante, hablando de: “el default, esa deuda que representaba el 140 por ciento de nuestro PBI”.
Este es otro de los mitos del kirchnerismo que, para desmontarlo, basta ir a los datos oficiales de la época. Si se refiere a la deuda total del sector público nacional, nos encontramos con que ésta equivalía a 152.994 millones de dólares a fines de 2002, mientras el PBI fue de 235.232 millones de dólares en ese año. Lo que da un 64,8%. Aun si tomáramos la deuda a fines de 2003 sobre el PBI de ese año, el resultado no da más que 69,8%. De la única manera que se podría llegar al porcentaje que dio la Presidenta, es que hayan usado el equivalente de la cifra de la deuda pública en pesos, dividiéndola por la del PBI en dólares, cuando el dólar costó en promedio 2,80 pesos.
Si el dato se refiriera a la deuda pública externa, incluyendo al Banco Central, el registro oficial da un equivalente a 91.247 millones de dólares a fines de 2002, que referido al PBI de ese año de 235.232 millones de dólares, da 38,8%. Y aún cuando el total de la deuda pública (incluyendo la interna) hubiera estado dolarizado, tampoco dan las cuentas para afirmar, que “era el 106% en moneda extranjera en el año 2003”.
Tampoco los datos oficiales del registro de la deuda externa del sector público dan para vanagloriarse “de haber pagado a través del Fondea –en los años 2009 y 2010– a tenedores de títulos privados y organismos multilaterales de crédito la suma de 26.316 millones de dólares”. ¡Cuánto se hubiera podido hacer con esa plata en lugar de tirarla al barril sin fondo que es la deuda externa!