Nosotros partimos del concreto real para llegar al concreto del pensamiento; el concreto del pensamiento es la síntesis de múltiples determinaciones.
¿Qué significa síntesis de múltiples determinaciones? Que en el cerebro, para conocer este departamento, parto de ideas generales que tienen un origen real y que tienen un origen en la práctica social, y voy de allí al concreto. Es decir, yo tengo la idea de casa, de departamento, de ventana, de puerta, que son ideas generales. Y esta síntesis de múltiples determinaciones que me permiten decir casa, departamento de un profesional, balcón, esquina, etc., esto es el concreto en mi pensamiento.
Conceptos como casa, ventana, abstractos y generales, son producto de una larga práctica social. No son a priori como dicen los idealistas. ¿Qué significa esto? Significa que si yo quiero conocer la empresa Ford, ésta es única e irreproducible; no existen dos, existe una. Yo tengo que partir del estudio de esa empresa que tengo delante. Pero al mismo tiempo, cuando abordo el conocimiento de esa empresa, para transformarla en un concreto de mi pensamiento y llegar a su conocimiento real, tengo en cuenta una serie de determinaciones; por ejemplo: imperialista, monopolio. Ford es una empresa imperialista, de monopolios norteamericanos.
Es decir que al analizar esta empresa tengo conceptos de carácter general que son científicos y que resumen la práctica humana, como son: imperialismo, monopolio y norteamericano.
Esto tiene mucha importancia, porque tuvimos una época en el partido en que predominaba el doctrinarismo. Por eso dimos tanta batalla con el abstracto y el concreto.
Mao, en Acerca de la práctica, señala que el conocimiento se desarrolla en un proceso que va del conocimiento sensorial, en el que no se conoce más que las apariencias, los aspectos aislados y las conexiones externas de las cosas, al conocimiento lógico, que abarca las cosas en su conjunto, en su esencia y en sus nexos internos. Este último lleva a comprender la contradicción interna, y toma el desarrollo en su conjunto con todos sus nexos internos.
Para nosotros, marxistas, el hombre llega de la idea subjetiva a la verdad objetiva por la práctica, a través de un proceso.
Hay un tema que Mao toma en torno al concreto y el abstracto y al conocimiento del concreto: lo universal está en lo particular. Porque lo universal “existe sólo en lo individual y a través de él” (Lenin); no existe la casa en general, aparte de las casas visibles. Claro, el concepto de casa es el producto de una práctica social que ha sintetizado en este concepto de casa toda una variedad de particulares y singulares. Pero la casa solamente existe a través de lo particular y singular. Y solamente puede llegar a conocerse la casa en general a través del análisis de la casa en particular y en singular. Esta es la importancia de este problema.
Puedo llegar a conocer las clases en el campo: el campesino rico, el pobre, el medio, el obrero rural. Pero solamente puedo llegar a dominar esos conceptos a partir del análisis de lo particular y lo singular, y no a través de un análisis abstracto en general.
La línea general del partido es justa cuando expresa toda la riqueza del particular. Por eso se puede decir, también, que no existe la línea del partido en general sino a través de su aplicación concreta. Y si la línea general es justa tiene que expresar la riqueza del particular y el singular. Es decir, toma todo lo particular; no solamente algo. Y no se puede descubrir o llegar a descubrir las leyes más generales a través de la simple comparación, sino que hay que descubrir la esencia de los procesos; no es a través de la comparación (digo esto porque está muy generalizado el método de la comparación, la semejanza y el promedio para sacar una conclusión). Según este método lo que hay de común es lo que representa la esencia; y no es así. Es como la persona que dice que lo que caracteriza al hombre es que habla, porque todos los hombres hablan. No es eso lo que caracteriza al hombre. Para el marxismo la esencia del hombre no se alcanza separando los caracteres comunes de cada representante singular, sino a través de un análisis del conjunto de relaciones sociales en un momento determinado. La naturaleza, como tal, no crea nada de “humano”. El hombre es, integralmente, el resultado de su propio trabajo. Incluso el andar erecto es el resultado de la educación del niño en la sociedad constituida. Así podemos encontrar su característica esencial, que es la de fabricante de instrumentos de producción. El hombre se aparta del mundo animal cuando comienza a trabajar mediante instrumentos creados por sí mismo. Así desarrolló todas sus otras características. Para llegar a eso hubo de hacerse un largo proceso de investigación, que realizó Marx.
Tres principios cardinales
En la investigación debemos tener en cuenta que siempre partimos de la posición del proletariado, que nuestro punto de vista es el de la lucha de clases y que nuestro método es el método marxista. Los comunistas siempre tenemos estos tres principios cardinales como guía.
Diferencias con Rusia
Hay compañeros que leen a Lenin, leen a Stalin y aplican mecánicamente. Por ejemplo, M.P. cuando la guerra de Malvinas dijo: “Es lo mismo que en Rusia en 1905 en la guerra ruso-japonesa, la posición del partido debe ser dar vuelta las armas, luchar por la derrota del ejército argentino en las Malvinas, dar vuelta las armas contra la dictadura, como los bolcheviques hicieron en la guerra ruso-japonesa”. Resulta que Rusia y Japón eran, ambos, países imperialistas opresores. Inglaterra es imperialista y Argentina es un país oprimido. La lucha no era entre una Inglaterra democrática y una Argentina fascista. Era una lucha entre un país imperialista, que quería defender una posición colonial, y un país oprimido y dependiente que luchaba por la recuperación de una parte de su territorio ocupado por esa potencia imperialista.
Diferencias con China
China era un país semicolonial, no dependiente como nosotros. Nosotros somos un país dependiente, que ha conseguido su independencia política; mientras que China era un país con enclaves ocupados; parte ocupaban los ingleses, parte los franceses, parte los japoneses. Inclusive en ciudades como Shangai había un barrio de los franceses, otro de los ingleses, otro de los norteamericanos, otro de los rusos, etc. Y era un país semifeudal. No capitalista, como nosotros; deformado por la dependencia, la subsistencia del latifundio, en fin, lo que ustedes han estudiado sobre la formación económico-social argentina…
China era un país dominado por varias potencias imperialistas, semifeudal y feudal, donde había señores de la guerra, caudillos militares; había terratenientes que eran dueños de provincias enteras. No se podrá entender nunca cómo triunfó la revolución china sin tener en cuenta esto… Y la guerra, la revolución en China, fue armada desde el principio. Como dijo Stalin en el año 27, la característica de la revolución china, era que la contrarrevolución armada enfrentaba en el terreno militar a la revolución armada. Y por lo tanto la lucha revolucionaria fue armada desde el principio con base en el campo, con el campo rodeando la ciudad. Mientras que en la Argentina el proletariado no solamente es la fuerza directriz, sino que también es la fuerza fundamental de la revolución. Esto en general es así. Pero a esto hay que verlo en cada provincia. Por ejemplo, una cosa es Santa Cruz, que tiene una población de 130.000, donde 100.000 viven en ciudades; y otra cosa es La Pampa, y otra cosa Santiago del Estero o Misiones. Entonces en cada provincia hay que establecer con claridad cuál es la fuerza directriz y cuál la fuerza fundamental de la revolución. Por ejemplo en Mendoza: la fuerza directriz es el proletariado industrial con petroleros, metalúrgicos, vitivinícolas; y la fuerza fundamental de la revolución está constituida por la gran masa de obreros rurales, de contratistas de viñas, campesinos, etc.
Amigos y enemigos
Un problema fundamental a tener en cuenta en toda investigación es quiénes son nuestros enemigos y quiénes nuestros amigos. Esta es una cuestión de importancia primordial para la revolución. Un partido revolucionario es el guía de las masas, y cuando las desencamina ninguna revolución puede triunfar. A fin de conquistar con seguridad la victoria en la revolución y no desencaminar a las masas, tenemos que unirnos a nuestros verdaderos amigos para atacar a nuestros verdaderos enemigos. Y para distinguir el uno del otro, como enseña el marxismo-leninismo-maoísmo, tenemos que hacer un análisis general del status económico de las clases, de la sociedad argentina y de sus respectivas actitudes hacia la revolución.
hoy N° 2033 29/10/2024