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09 de octubre de 2013

Quieren eliminar el puerto

Por intereses inmobiliarios en la Ciudad de Buenos Aires

Después de que el SUPA y el sindicato de guincheros y maquinistas anunciaron un paro de 24 horas en el Puerto de Buenos Aires, por la decisión de instalar un puerto seco y un centro logístico en terrenos del Mercado Central que amenaza los puestos de trabajo de, por lo menos, el 50% de los trabajadores del puerto de la Capital, fueron convocados de urgencia a una reunión en la Administración General de Puertos (AGP).

Después de que el SUPA y el sindicato de guincheros y maquinistas anunciaron un paro de 24 horas en el Puerto de Buenos Aires, por la decisión de instalar un puerto seco y un centro logístico en terrenos del Mercado Central que amenaza los puestos de trabajo de, por lo menos, el 50% de los trabajadores del puerto de la Capital, fueron convocados de urgencia a una reunión en la Administración General de Puertos (AGP).
En esa reunión el subsecretario de Puertos y Vías Navegables, Horacio Tettamanti, les dijo: “el Puerto de Buenos Aires se va. Ahí hay que hacer un desarrollo inmobiliario y con eso financiar un puerto de aguas profundas en Punta Médanos. Trabajo van a seguir teniendo porque tienen afiliados en todas partes”. Esta opinión es coherente con la decisión del gobierno nacional de desalojar a la Dirección de Construcciones portuarias y Vías Navegables de la Isla Demarchi.
Asegurar que “trabajo van a seguir teniendo” es una invitación a los dirigentes sindicales, que son los que “tienen afiliados en todas partes”, con el propósito de sumarlos a este proyecto contrario a los intereses de los trabajadores de Puerto de Buenos Aires.
Contrariamente a lo dicho por Tettamanti, el interventor en la AGP, Sergio Borrelli, en una reunión realizada en Rosario planteó la necesidad de modernizar el Puerto para poder operar con los super portacontenedores de 350 metros de eslora y 48 de manga, que será la clase habitual de barcos para Buenos Aires. Aseguró que las obras hay que iniciarlas de inmediato “pero las concesiones vencen y no permiten el repago de las obras y por eso estamos proponiendo la renegociación y extensión de los contratos contra la exigencia de cumplir con las obras”.
Aunque no parezca, ambos son funcionarios del mismo gobierno. De todos modos, como se demostró en la lucha contra el desalojo de las instalaciones de Vías Navegables de la Isla Demarchi, la pelea en defensa de los puertos y de una marina mercante nacional para garantizar la soberanía en el comercio exterior, depende de los trabajadores.
El detonante es la defensa de los puestos de trabajo de los portuarios, pero afecta a todos. Solo en fletes, el país pierde anualmente 5.000 millones de dólares, que hoy se embolsan los grandes monopolios que realizan el transporte de nuestras exportaciones.