Como muescas en el revólver de un vaquero del Far West, el gobierno de CFK va anotando los asesinatos de luchadores sociales, en su cuenta.
Tanto la presidente como Insfrán tratan de borrar de la realidad (y de los medios) a los muertos, o muy simple, aseguran que aquellos argentinos que los señalan de asesinos y fascistas, son surrealistas, y que en definitiva, esas muertes no ocurrieron. Entonces, Roberto López, Mario López, Mariano Ferreyra y los tres asesinados y masacrados en Villa Soldati, no son lo que son.
Como muescas en el revólver de un vaquero del Far West, el gobierno de CFK va anotando los asesinatos de luchadores sociales, en su cuenta.
Tanto la presidente como Insfrán tratan de borrar de la realidad (y de los medios) a los muertos, o muy simple, aseguran que aquellos argentinos que los señalan de asesinos y fascistas, son surrealistas, y que en definitiva, esas muertes no ocurrieron. Entonces, Roberto López, Mario López, Mariano Ferreyra y los tres asesinados y masacrados en Villa Soldati, no son lo que son.
A 40 días de los trágicos sucesos provocados por la represión desatada por el gobierno de Formosa junto a una patota de civiles armados que asesinaron a Roberto López, militante de la CCC, el gobierno nacional decidió tomar algunas medidas de índole secundaria.
En estos 40 días, el gobierno de Insfrán se ocupó de llenar de mentiras todos los medios de comunicación. El nefasto gobernador defendió a rajatabla la posición de los Celía de ostentar la propiedad de 2.000 Has., que hoy se develó que no lo son. La pretensión de Insfrán de erigir una universidad en un área de 600 Has., en principio, resultó insólita y luego irónica, teniendo en cuenta que las facultades de Agronomía y Veterinaria de la UBA ocupan, a lo sumo, 15 Has.
Los Celía aseguran donar 600 Has, de las que se comprobó no son sus dueños. Ésta es la trama urdida por el gobierno provincial y un grupo de aprendices de terratenientes, que si les va bien, avanzarían sobre el total de las tierras de la comunidad Navogoh – La Primavera.
La ida a Buenos Aires de un grupo de aborígenes qom con Félix Díaz al frente fue un esfuerzo enorme que no se compadece con los resultados: 1) la promesa de dotar a los qom del lugar de agua corriente, una antiquísima necesidad de los mismos. 2) el permiso de cazar y pescar en el Parque Nacional Pilcomayo. 3) Entrega de los documentos a todos aquellos que les quemaron sus casas, sus muebles, sus camas y colchones, sus mochilas, etc.
De la devolución de las 600 Has y el esclarecimiento y juicio a los asesinos políticos y concretos de Roberto López: nada.
“Lucha larga, somos concientes de esto, ya no nos van a engañar, queremos las tierras y justicia para nuestro hermano Roberto, no descansaremos hasta lograrlo, debemos unir a todos nuestros hermanos, palabra de qom…” masculló H. al terminar la última asamblea en La Primavera.
