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29 de julio de 2015

Las plantas de la avícola Rasic, dueña de la marca Cresta Roja, reabrieron sus puertas luego de varios días de conflicto donde la empresa amenazó varias veces con cerrar, dejando sin trabajo a 3.500 compañeros. [Nota completa]

Reabrió Cresta Roja

Luego de varios días de conflicto

La empresa se comprometió a pagar los días adeudados a los trabajadores y el aguinaldo en la primera quincena de agosto y reincorporar a los más de 600 despedidos. El acuerdo se firmó luego de que los trabajadores pasaran varios días cortando la ruta y bloqueando las entradas de las fábricas. En este, el gobierno provincial se comprometió a darle a la empresa un subsidio de 3,5 millones de pesos diarios para que le empresa pueda alimentar a los pollos.

La empresa se comprometió a pagar los días adeudados a los trabajadores y el aguinaldo en la primera quincena de agosto y reincorporar a los más de 600 despedidos. El acuerdo se firmó luego de que los trabajadores pasaran varios días cortando la ruta y bloqueando las entradas de las fábricas. En este, el gobierno provincial se comprometió a darle a la empresa un subsidio de 3,5 millones de pesos diarios para que le empresa pueda alimentar a los pollos.

Durante el conflicto los trabajadores mantuvieron tres piquetes y tuvieron desde el primer momento la solidaridad del Sindicato de Municipales de Esteban Echeverria, La CICOP, el Secretario gremial de la CTA y la CCC local.

En uno de los piquetes hablamos con Rodrigo, que protagonizó la lucha desde los primeros momentos en la planta de Monte Grande, partido de Esteban Echeverría.

 

-¿Cómo estas vos?

-No se puede seguir trabajando así, porque no sabes que vas a cobrar ni cuándo. No sabes si mañana quedas afuera, si entras. Acá ya es como medio costumbre esto. La fábrica para 4 o 5 días y primero dicen que los días caídos no te los van a pagar, después que te lo van a pagar en cuotas. Yo no entiendo por qué. Hoy en día ni siquiera cobramos el aguinaldo. Nos están pagando entre 4 y 5 cuotas la quincena: La plata que a ellos les parece. No se puede trabajar así. Porque vos no le podes explicar a tus hijos de que te están pagando en cuotas y que no tenés para comprar lo que te están pidiendo.  Ya sea un yogurt o una leche.

 

-¿Se complica llegar a fin de mes?

-Hoy por hoy la plata no alcanza. Nosotros estamos ganando 5 mil quinientos pesos por quincena. Nos quieren bajar el sueldo 3 mil por quincena. Yo sólo tengo 2 chicos por suerte y ya así se me complica. A veces tengo que dejar de comprarme cosas para comprar lo que ellos necesitan. Así no se puede seguir, prefiero buscar otra cosa, pero que me paguen lo que me corresponde. Yo tengo 7 años trabajados acá adentro. Que  me paguen una liquidación final por los años trabajados que tengo acá adentro y me voy. Pondré un almacencito en mi casa que lo maneje administre mi señora y me voy a buscar otro trabajo.

 

-¿Siempre fue así la relación con la empresa?

-Hubo un momento en que estuvimos bien, no voy a negar que hubo un momento en que estuvimos bien. Teníamos para hacer horas extras, teníamos para venir a trabajar los sábados. Y desde el año pasado que empezó a andar mal y cada vez peor. Ahora nosotros nos habíamos bajados los pantalones. Le dijimos que estaba bien, que íbamos a aceptar cobrar en cuotas.

 

-¿Se esperaban esto?

-Ya veíamos que la mano venía mal porque los últimos pollos que estaban trayendo tenían un kilo y medio, dos kilos. Acostumbrados a colgar pollos de 3 kilos, 3 kilos y medio. Pollos grandes que te hacen doler el brazo. Ir levantándolos en el trascurso del día, te cansa. Ya veíamos que algo andaba mal. Nosotros igual seguimos trabajando sin hacer problema. De parte de nosotros no hubo conflictos. Igual decidió cerrar las puertas y nos dejó a todos afuera. Primero hecho 400 personas en esta planta, en la otra 100. Y al otro día cerro las puertas definitivamente y dice que quiere cerrar un turno y que quiere bajar el sueldo.

 

-¿Qué les dice el dueño de la fábrica?

-Dice que no nos va a pagar, que vayamos a juicio. Él está en convocatoria, tiene montones de juicios. Si yo voy a juicio ¿cuándo voy a cobrar?, no tengo ni idea, porque en la fila hay un montón para cobrar. Así no me puedo ir. Hay un montón de cuentas en las que me metí porque pensé que iba a cobrar el aguinaldo, aunque sea en cuotas. Realmente me hace falta porque no soy empresario, soy un operario, soy una persona más acá adentro. Y vivo el día a día como están los precios hoy por hoy, esto me está matando tanto a mí como a  mi familia. Llego a mi casa y mis hijos me piden para comprar un alfajor y no tengo. Y no sé qué respuesta darle tampoco. Porque son chicos, son criaturas, no me van a entender lo que yo tengo pare explicarles.

 

-¿Por qué crees que los echan?

– Ellos dicen que los despidos están justificados, que son con causa. A mí que me muestren que el despido es justificado. Que me expliquen porque. Pero yo sé que no tengo nada que ver que no tengo ningún conflicto en la fábrica, al contrario. Vengo y le trabajo de la mejor manera siendo que me paga como a él le parece. Lo que creo es que no, que esto tiene otro propósito. Jamás bajo la producción. Nosotros estamos trabajando. Una de las maquinas, por ejemplo, que tiene que estar a una velocidad a 180, nosotros la estamos trabajando a una velocidad a 220. Trabajo hay porque los encargados nos cagan a pedos si dejamos pasar una percha con un pollo menos. Tenemos que colgar todas las perchas. Estamos trabajando  una barbaridad. Una cantidad importante.

 

-¿En qué condiciones están trabajando?

-No tenemos gente, no tenemos la cantidad de gente para trabajar bien. Nos estamos lastimando, haciendo pelota y ellos dicen que sobra gente. Por ejemplo en el sector que yo estaba éramos 22 personas ahora somas 18. Y le pedimos más personas porque no tenemos ni siquiera quien nos cubra para poder ir al baño, quien nos haga el relevo. A veces nos cubre el encargado, pero cuando se le canta. Si se les ocurrió ir a dos juntos al baño, no se puede. Tienen que ir uno y el otro aguantarse la necesidad. Ya se sabe de compañeros que no se aguantaron y se han hecho pis en la ropa o lo que fuese.

 

-¿Las condiciones de trabajo son muy malas?

-Sí, sí. Son malas

 

-¿Siempre fue así?

-Sí, siempre fue así Pero ahora está peor. Antes la gente por ahí no se quejaba porque al haber tanta cantidad de trabajo, había la posibilidad de ganar horas extras y a la gente  le servía cada uno podía hacer un mango más. A pesar de que te están explotando  cada uno le sirve. Por ahí no terminábamos en la semana y había que venir el sábado y eso lo pagaban aparte y eso nos servía. Entonces la gente no se quejaba porque también así como no estábamos matando estaba la posibilidad de ganar un peso más. Pero hoy por hoy eso se cortó.

 

– En relación al estado ¿Qué está haciendo en todo esto?

– No sé si es cierto o si es mentira, eso ya sería cuestión de que alguien con interés lo investigue. Lo que yo  escuché es que Alejandro Granados es  accionista  acá. Dentro de la fábrica esta la municipalidad ahora. De eso soy testigo porque los veo adentro cuando trabajo. Hay mucha gente  de la municipalidad que supuestamente vienen a darnos una mano a nosotros, pero ellos están generando más conflicto adentro. Generan más caos. Desde que entraron ellos, todo esto se puso peor. También nos mandaron una patota acá, para que nos corran. Nos han mandado supuestamente barras de Suarez, no sé de donde eran porque llegaron gente en micro todo para reprimir. Está lleno de policías. Esta complicado. Y dicen que todo eso va por cuenta de Granados, que es el intendente de Ezeiza.

 

-En relación a los accidente de trabajo acá ¿hay muchos?

-Sí, yo te puedo asegurar eso porque lo veo también, que hay mucha gente que  tiene las muñecas reventadas, la cintura explotada porque nosotros estamos trabajando en el frio. Estamos trabajando a mucha velocidad, la mayoría con tendinitis que se agarran acá. Después lumbalgia. Lo que es estar laburando prácticamente congelados y al hacer un mala fuerza estando el cuerpo frio, es lo que te jode o estar todo transpirado en un sector y después te mandan a la cámara de frio. Le ha agarrado pulmonía a muchos compañeros, neumonía. Sí, son comunes los accidentes de trabajos. Hace poco había explotado una caldera también, el año pasado, donde  hubo un accidente grande con un compañero que se quemó el 80% del cuerpo, quedo gravemente desfigurado, las piernas todas, tiene millones de operaciones, lo indemnizaron, pero quedo destruido. No sé cuál es el propósito pero la fábrica está muy descuidada acá. Todo como abandonado no se bien cuál es el propósito. No sé bien si el tipo este se está llevando la plata  otro lado porque el del sindicato que vino el otro día le dijo al dueño “Melenco ¿dónde estás metiendo la plata? Todos estos quince días que faenaste que estuviste trabajando normal ¿Dónde metiste la plata? Porque ni siquiera le compraste alimento para los pollos. Ni siquiera compraste insumos porque no tenemos guantes tampoco. Estamos usando guantes rotos adentro”.

 

-¿Adónde se lleva la plata?

-No sé adónde está llevándose la plata. El tipo dice que no tiene plata. Pero por otro lado compañeros cuentan que en los criaderos el tipo apaga la luz para que los pollos no coman. Obviamente hoy por hoy no los debe estar alimentando porque no sé dónde los va a faenar. Pero si sé que lo venía planeando que lo venía armando.

 

Un viejo debate

Durante todo el proceso nunca se acercaron ninguno de los intendentes de los municipios involucrados. Rasic tiene dos plantas: Una en Ezeiza (5ta. Avenida, spegazzini) y la otra, donde trabaja el 90% de los operarios, en Esteban Echeverría. Sin embargo el intendente Fernando Gray, nunca se acercó para ayudar a resolver el conflicto. Quien sí se hizo presente fue el delegado gremial de la CTA regional y candidato a intendente por el Frente Popular, Guillermo Quevedo.

Luego del conflicto que mantuvo a Esteban Echeverría y Ezeiza en vilo, se expresa un viejo debate que recorre todas las luchas. Uno de los delegados vinculado al FIT incita a un grupo de trabajadores para que no entren a la planta y mantengan el corte de la autopista. Mientras tanto, otro sector de los trabajadores entró a la planta para mantener los puestos de trabajo y desde ahí continuar la lucha.