Noticias

01 de noviembre de 2011

Frente al fortalecimiento del gobierno K y el avance de la crisis

Reagrupar fuerzas y crecer para la lucha

Hoy 1393 / La hora política

1. La economía argentina está enferma

Una poderosa correntada de dólares sale de las reservas del Banco Central. Compran dólares las sucursales de los monopolios para auxiliar a sus casas centrales sacudidas por la crisis, y también los especuladores que apuestan a la timba financiera: esto no es novedad.

1. La economía argentina está enferma

Una poderosa correntada de dólares sale de las reservas del Banco Central. Compran dólares las sucursales de los monopolios para auxiliar a sus casas centrales sacudidas por la crisis, y también los especuladores que apuestan a la timba financiera: esto no es novedad.

Lo nuevo es el crecimiento de la compra de moneda extranjera por sectores de capas medias y asalariados que buscan cubrirse de la carestía.

La inflación de la que buscan protegerse los sectores populares es un síntoma de que la economía argentina está enferma: esto tampoco es nuevo. Lo que sí es nuevo es el crecimiento de la masa que desconfía del valor del peso y del estado de la economía, y compra dólares. Y lo que es muy significativo, es que esa masa que se vuelca al dólar es la misma que votó mayormente a Cristina K y Boudou, hace poco más de una semana.

No es el único síntoma de que las masas van tomando conciencia de que la economía está enferma y la crisis está llegando. En los trabajadores, sobre todo en los tercerizados, contratados o en negro, crece el temor por su puesto de trabajo. Las noticias del cierre de frigoríficos, usinas lácteas, textiles, despidos en autopartistas y acerías, suspensiones en otras empresas, corren rápido de boca en boca, y siembran temor, que no se contrapesa con los de fábricas que tienen viento a favor.

El otro síntoma de enfermedad de la economía es el crecimiento del hambre. El aumento de la asignación por hijo no compensó la trepada de precios de los alimentos. También pierden la carrera contra la carestía de los alimentos las familias en las que lo único que entra es un salario de las cooperativas de Argentina Trabaja, o una jubilación con la mínima, sobre todo las que sufren los descuentos de la moratoria. El hambre golpea, además, a originarios, obreros rurales y campesinos pobres; muchos son corridos del campo por los grandes pooles y terratenientes que dominan el negocio de la soja.

 

 

2. Bolsillos gordos

El gobierno hizo concesiones económicas (como la asignación por hijo), democráticas (juicios como el de los genocidas de la ESMA), y otras, que influyeron para obtener el masivo voto en las elecciones del 23/10. Al mismo tiempo, dejó correr la fuga de dólares hasta esas elecciones para llegar con “la imagen” de “una economía sana”, opuesta a la de una Europa en crisis.

Para mantener esa “imagen” el gobierno le hizo perder al Banco Central 4.000 millones de dólares de las reservas. Ese dinero se podría haber usado para pagar un año de salarios de varios cientos de miles de nuevos trabajadores de las cooperativas de Argentina Trabaja. O para reactivar toda la red ferroviaria, en lugar de pagarle a los monopolios imperialistas chinos 10.000 millones de dólares para reactivar el ferrocarril Belgrano Cargas (incluyendo las “comisiones” de Franco Macri).

Ahora, el gobierno ha tomado algunas medidas como la exigencia a los monopolios mineros y petroleros de liquidar sus ingresos en la Argentina (ver pág. 3). Es una medida positiva: tienen que traer los dólares acá. Claro que la medida no les prohíbe comprar dólares y sacarlos de nuevo. La enfermedad de la economía argentina exige remedios más duros. Para empezar, igual que los gobiernos europeos, miran las finanzas y no el trabajo. Y no le tocan, a los monopolios y grandes terratenientes, el bolsillo gordo de la plata que embolsaron en los años de bonanza.

No tocan el bolsillo de los grupos de burguesía intermediaria del imperialismo porque el grupo K es uno de ellos, el que más creció, estos años, a la sombra del poder. Un ejemplo de lo que decimos es que año a año recibe cientos de millones de dólares de las regalías que cobra por sus acciones en YPF-Repsol, en sociedad con Eskenazi. Y esas regalías, que son producto del trabajo de los trabajadores de YPF en la Argentina, van a los bolsillos del monopolio imperialista Repsol en España, para pagar las acciones que compraron Kirchner y Eskenazi. Otro ejemplo. Un desocupado paga el impuesto de cada alimento que consume, pero el juego (casinos, bingos, etc.), no paga impuestos, negocio en el que los Kirchner, asociados con Lázaro Báez, tienen grandes inversiones. Las transacciones financieras (los Kirchner tienen plazos fijos, acciones, bonos), tampoco pagan impuestos.

 

 

3. Un programa anticrisis de emergencia

Con la economía enferma, el avance de la crisis va a seguir agravando los padecimientos del pueblo, y ya comenzó a castigar, sobre todo a sectores de la industria. Va a ir golpeando, en especial a la pequeña y mediana producción, que es la que tiene mayor cantidad de puestos de trabajo. Por eso, hay que poner a la orden del día un programa anticrisis. El Comité Central del PCR discutió medidas de emergencia, que se suman a los 10 puntos, para debatirlos en el movimiento obrero, campesino y popular. Algunas de esas medidas son:

Plena ocupación con salarios acordes al costo de la vida. Eliminación del IVA a la canasta alimentaria básica. Emergencia laboral con prohibición de despidos, blanqueo del 100% de los trabajadores. Nacionalización de Argentina Trabaja. Emergencia social en el uso y tenencia de la tierra.

Intangibilidad de los fondos del Anses y PAMI. Aumento del 50% y universalización de la asignación por hijo. Aumento del 50% de las jubilaciones y pensiones mínimas.

Política de reindustrialización y de aumento de chacras. Reforma impositiva urgente que elimine el impuesto a las ganancias de los trabajadores, reduzca el 75% a las PyMES y lo duplique a los grandes capitales. Supresión de la rebaja menemista de los aportes patronales a los monopolios. Reducción al 1% el impuesto a los ingresos brutos a las PyMES. Creación de un millón de chacras mixtas usando como base el proyecto de ley nacional de tierras de Federación Agraria Argentina.

Control de cambios para impedir la fuga de capitales. Nacionalización del comercio exterior para que la renta agraria, minera y petrolera quede en manos de los productores y el Estado. Nacionalizar los depósitos bancarios para dirigir el crédito a la pequeña y mediana producción.

 

 

4. Reagrupar fuerzas y crecer

El amplio triunfo electoral del gobierno K no solo le ha dado una base de masas, sino que también le ha permitido al grupo K, y a sus socios del “capitalismo de amigos”, afirmar sus posiciones hegemónicas en el bloque dominante en la Argentina, lo que les da un gran poder para actuar frente a la crisis. Los grupos rivales, dentro de ese bloque dominante, están negociando: acuerdos con la AACREA y Coninagro, con Techint, declaraciones de la asociación de bancos extranjeros y del presidente de la Sociedad Rural, hasta Clarín. Este es el “horno” en el que se está cocinando la “unidad nacional” que proclamó la presidenta.

La situación es difícil y peligrosa para el movimiento obrero y popular. Por eso es muy importante tener en cuenta que las masas que votaron a Cristina K porque están mejor, quieren avanzar: no le dieron un cheque en blanco. Y las necesidades de esas masas serán crecientes a medida que van llegando las olas de la crisis.

La lucha para que la crisis no castigue a las masas sino a los que se enriquecieron en estos años, va a ser una serie de duras y prolongadas batallas. La crisis va a tener momentos duros, y otros que parezca que termina. Y también la lucha va a tener avances y retrocesos. La histórica ocupación de la Kraft por 38 días, en el 2009, fue un ejemplo para todo el movimiento obrero cuando golpearon las primeras oleadas de la crisis. De ahí la saña con que el gobierno K y la patronal criminalizan a los dirigentes de la comisión interna que encabezó la huelga. Pese a esa saña, esa lucha dejó huellas profundas, por eso pudo renacer con fuerza la Corriente Combativa y Clasista, trabajando para unir a veteranos, mujeres y jóvenes en las recientes elecciones. También con saña pretenden encarcelar al dirigente de la CCC santafesina, Eduardo Delmonte con un juicio farsa.

El fortalecimiento del kirchnerismo exige redoblar los esfuerzos para el reagrupamiento de las fuerzas obreras y populares, patrióticas, democráticas y antiimperialistas para desplegar la lucha social. Y al mismo tiempo, como muestran las elecciones del 23, es imprescindible unir la lucha económica con la lucha política. Llevar a las masas el debate que denude a la política K y proponer otra política para que la crisis la paguen los que se enriquecieron estos años, es una exigencia para ayudar a la clase obrera y el pueblo a actuar con independencia, en función de sus necesidades y urgencias frente a la crisis.

El PTP y el PCR trabajan para ampliar todos los frentes que integran. Un enemigo fortalecido exige unir todas las fuerzas posibles de ser unidas para desplegar la lucha de las masas con un programa anticrisis de carácter popular, patriótico, democrático y antiimperialista.

Una herramienta fundamental para el combate político es garantizar la personería del PTP. Las direcciones del PTP y el PCR han analizado autocríticamente las razones de no haber llegado con éxito al 23 de octubre, y han lanzado una nueva etapa al 6/1/2012. Hay que ganarla.

Planificar la batalla política, concentrando los esfuerzos en las grandes empresas, para acumular fuerzas clasistas y comunistas revolucionarias, será decisivo en los grandes combates frente a la crisis, y en las tormentas políticas que las van a acompañar.