El compañero Andrés nos decía, al comienzo de la charla, que: “Nosotros veníamos con mucho debate en la provincia el año pasado. En diciembre del 2010 se hizo la conferencia nacional del partido. Acá hicimos la conferencia provincial el 20 de enero. Se fue abriendo la discusión de las elecciones, y el PTP. Porque estaba decidida la línea general, pero ¿cómo la integrás a la realidad salteña? Una realidad en la que encontrás otros terratenientes, otros monopolios. Tenés que discutir el centro de concentración, etc.
El tema del PTP nos llevó nueve meses. El debate se abre luego del Comité Central de octubre del 2010. Al poco tiempo, en un plenario de la CCC en la provincia tiramos el tema, para que se abra el debate.
En la provincia veníamos de un sacudón grande con la pérdida de la dirección del SAT. Nos autocriticamos, y eso nos ayudó a encarar lo que venía. La propia actitud del compañero Zacarías ayudó, porque volvió a trabajar, cuando todos pensaban que no lo iba a hacer, y en este tiempo faltó un solo día.
Fue un proceso, con el debate, la lucha, el kirchnerismo, el adelantamiento de las elecciones, que fueron en abril. Sobre las elecciones, hay que tener en cuenta las particularidades en cada lugar. Acá, en las elecciones adelantadas de abril votamos en blanco, en las primarias a Proyecto Sur, y en octubre, caído Proyecto Sur, acordamos votar a los legisladores del FAP. Yo creo que lo que unió estas posiciones electorales fue lo que precisó el Partido, en el sentido de no quedar aislados. Porque el reagrupamiento no es en general.
Mirando hoy las elecciones y el PTP, empezamos a romper el sectarismo. Empezamos, no es que rompimos. Porque nosotros nos imaginábamos una realidad que no era. Cuando empezamos a oír, ahí empezamos a ver que “no era tan así”. Mantener las alianzas que tenemos, en las cooperativas, en las mujeres, en lo patriótico donde tenemos un muy buen trabajo, es importante. Cada una de estas alianzas nos abrió puertas.
Nosotros hablamos con todos acá. Estamos convencidos de que lo peor que nos puede pasar es quedar aislados. Y esto nos permite conocer un poco más los amigos y los enemigos. Esta es una provincia de 155 mil kilómetros cuadrados. Es una extensión que equivale a tres Líbanos. Con la Puna, los valles, la zona gasífera, regiones muy distintas.
Este año arrancamos con todo el 6 de enero. Y con lo que vamos haciendo, yendo de lo económico a lo político, de lo político a lo ideológico, estamos conociendo más la realidad. En medio de esta complejidad, estamos culminando el año con un crecimiento que ni nosotros esperábamos. Este es un partido que, por ejemplo, tiene una comisión femenina con una multiplicidad de alianzas, desde sectores de la iglesia hasta los sectores feministas. Hoy no se puede ocultar el trabajo del Partido en la provincia. Es un partido joven y vigoroso, que está madurando. Tenemos más experiencia, lo que nos va obligando a nuevas cosas. La definición de la Conferencia Nacional nos ayudó mucho, y peleamos para comprobarla acá. Y a casi un año podemos decir que fue acertada. Lo demostró la práctica.
Las elecciones en Salta
Nosotros vivimos en carne propia el costo de no tener personería, en las tres elecciones que vivimos en la provincia. Cuando se adelantan las elecciones provinciales, teníamos la posibilidad de hacer una gran experiencia en General Güemes, donde hay una multisectorial en la que están los ex ferroviarios, los municipales, de la salud, entre otros, que funcionó tres años. Ahí se discutió mucho la posibilidad de lanzarse a las elecciones, con un compañero como Caliba, al que se lo disputaban varios partidos como candidato. No lo pudimos concretar por no tener personería, y tuvimos que ir al voto en blanco. Luego vinieron las primarias, donde se define ir con Proyecto Sur. En Salta, hasta antes que se baje Pino, éramos seis partidos, y luego quedamos tres. Nos presentamos, y no llegamos. Nosotros tenemos una característica: siempre volcamos nuestros debates en el movimiento. Hicimos una gran campaña política con Proyecto Sur, con un gran esfuerzo de los compañeros. Tuvimos 117 fiscales en esa elección, que defendieron el voto en moto, en bicicleta, como se pudo.
Cuando viene el 23 de octubre, la discusión era cómo hacíamos para que aquel que se embaló no saque la conclusión que fue al cohete. Y discutimos que si el 23 de octubre volvíamos al voto en blanco, íbamos a quedar aislados otra vez. Dimos vueltas, hasta que combinamos con la CTA, que estaba en el FAP. Le buscamos una forma, que no votábamos a nadie en la presidencial, y como acá se elegía también diputados nacionales, fuimos a hablar con la CTA, planteando cómo podíamos hacer para marchar juntos en lo electoral. Como ya no se podía hacer un acuerdo equitativo, de cargos, hicimos un acuerdo programático y público con el FAP en la provincia, que lo integran la CTA, Libres del Sur y el Partido Socialista. De los 10 puntos que planteamos, hubo acuerdo en general, y debate con el tema del no pago de la deuda externa. Y salimos con esos nueve puntos. Esas tres fuerzas nos dijeron algo que nos llamó la atención: ‘ustedes son unitarios en serio’.
Esto nos permitió ampliar el arco de alianzas. Y dijimos en la conferencia de prensa que anunciamos el apoyo al FAP, que no abandonábamos Proyecto Sur. Y se hizo una buena elección. Juntamos, en peores condiciones económicas, 238 fiscales sólo en la capital. Nos dijeron ‘ustedes se toman en serio los acuerdos’. A la noche, nos recibieron muy bien el día de las elecciones, y ahí nosotros planteamos la necesidad de insistir en el reagrupamiento.
El PTP nos ayuda a confrontar con los K
Todos se están preparando, y son muy cuidadosos con el tema de la crisis. El gobierno llegó a un acuerdo con los estatales, de un aumento del 22% para todo el 2012. Un hecho grueso es que el lunes posterior a las elecciones los municipales arrancaron un paro que duró una semana, y los de la salud también salieron a la lucha. El martes 15 se hizo una movilización muy grande de las cooperativas. Acá no hay muchas empresas. Se ve en el interior el peso de los empleados públicos. No hay una gran reactivación. El ocupado mira con cierto temor lo que pueda pasar. Hay mucha sensibilidad por las fiestas, porque se ve que no van a ser como años anteriores, por los precios. Está todo en movimiento.
Nosotros somos audaces. Impulsamos la marcha de las cooperativas, estamos en la recta final con la personería del PTP. Ahora tenemos un buen problema, que es cómo vamos a organizar a esos compañeros, porque el que se afilió te dice que quiere ser parte. La campaña del PTP nos metió en las capas medias. También afiliamos obreros, y muchos jóvenes. Y el PTP nos ayudó mucho para confrontar con el kirchnerismo. Porque cuando vas a afiliar a alguien tenés que plantear tu posición. Es una confrontación ofrecerle que se afilien a un partido que es opositor a este gobierno.
Por eso decimos que comenzamos el año de una manera, y lo terminamos de otra, con centro en cómo nos vamos a preparar para el 2012.
Poner el PCR de cara a la nueva realidad
La autocrítica que nos hicimos en nuestra conferencia fue a fondo. Hicimos cambios organizativos, en la pelea por el protagonismo de los compañeros. Hubo compañeros que rompieron con el no se puede. Hubo tres compañeras que afiliaron a 1.100 personas al PTP. Y esas compañeras venían y preguntaban ¿porqué los demás no afilian? ¿Por qué este que es más antiguo que yo no afilia? Nosotros le dimos aire a todo esto, y el que no salía, que explique. En el último período pudimos desplegar. Tenés que planificar, tiene que funcionar el control. Y el control es control. Si me comprometí a tantos afiliados, tengo que explicar si no llegué.
Y esto lo hicimos en medio de la lucha. A diez días de las primarias organizamos el Encuentro de Originarios, lo que nos ayudó a empezar a conocer la realidad de los originarios en esta zona. Si teníamos una cabeza electoral, no lo armábamos. Para nosotros es claro que con el PTP avanzamos en lo legal, en lo electoral, y en donde podemos afiliar y crecer. Como dice una compañera, dejamos de guitarrear, y ahora casi todos tocamos la misma melodía. Porque el nudo de la batalla política es la confrontación, y prepararse para la crisis, reagrupando.
Para poner al partido de cara a la nueva realidad, después de semejante triunfo de Cristina, primero tenés que reconocer que cambió la situación política. Porque hay dos presiones: si sobreestimás el triunfo electoral, te metés para adentro. Si lo subestimás, te pasás de rosca. ¿Cómo te movés? Discutimos, vamos buscando cómo es la realidad, cuando la presión principal acá es sobreestimarlos, lo que te lleva a una parálisis.
Pero ahí está el ejemplo de la marcha de las cooperativas. De las 42 cooperativas, la mayoría votó a Cristina, al menos un 75%. Eso cayó como un bombazo. Y en la marcha se movilizaron compañeros del FTV, del Movimiento Evita, incluso al margen de sus dirigentes. Yo creo que este es un gran momento para nosotros. Si sobreestimo el triunfo electoral de Cristina, no me trazo objetivos ambiciosos.