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02 de octubre de 2010

Los trabajadores rurales en Río Negro protagonizaron la lucha más importante de los últimos 20 años con cortes de ruta y bloqueo a los galpones empacadores.

Rebelión de obreros rurales en Río Negro

Lograron 35% de aumento en sus salarios

Con 19 cortes en la ruta, bloqueos de la entrada de los galpones sobre la base de un masivo paro de actividades, se pasó por encima a los topes salariales del Gobierno y se dejó al desnudo: la política del gobierno de hambre salarial y subsidio a los monopolios que controlan la producción de la fruta, y la complicidad de la dirección traidora de Uatre.
Sin embargo, no se llegó al sueldo acorde con la canasta familiar que se pretendía en los piquetes. Miles de trabajadores rurales se plegaron a la huelga. Las chacras se veían vacías. En los piquetes la mayoría eran jóvenes trabajadores rurales. En algunos lugares participaron activamente las mujeres y las familias completas, con más de 1.500 manifestantes, como en Cervantes, por ejemplo.
Los trabajadores rurales pelean en invierno con el frío y en verano con el calor, en jornadas a la intemperie que superan las 8 horas. Muchos viven en las viviendas miserables que les dan los patrones. Sin embargo son ellos quienes sostienen con su trabajo gran parte de la producción del Alto Valle y Valle Medio, zonas que dependen principalmente de la producción frutícola. Esta actividad reúne alrededor de 400 millones de dólares solamente por las exportaciones. Los rurales reciben menos de un 7% en concepto de salarios; la parte del león siempre se la quedan los grandes monopolios de la fruta (como Expofrut, Patagonian Fruit y Salentein, por ejemplo) perjudicando incluso a pequeños y medianos chacareros.

El desborde
Después de largas reuniones paritarias en el Ministerio de Trabajo de la Nación, la patronal ofrecía $ 60 por día y los trabajadores exigían $ 100. La dirección de Uatre no quería convocar masivamente a los trabajadores a la puerta del Ministerio de Trabajo. Los trabajadores clasistas, dirigidos por Luis Fuentes, salieron a las chacras a convocar a los rurales que concurran a las paritarias. Las asambleas en el Ministerio se hicieron más concurridas y se empezó a notar la desconfianza en los dirigentes.
Los patrones no se movían de los $ 60 por día. Ellos tomaban como referencia los índices truchos del IndeK que señala una inflación del 8% para el 2007. En la asamblea del 11 de enero se discutió realizar medidas de acción directa y hubo dos posiciones: una la de los dirigentes de Uatre, ir solo a la puerta de los galpones de fruta (negando la posibilidad de un paro en las chacras) y otra la postura del clasismo, que proponía cortar la ruta 22 en los principales lugares de la región, sobre la base de un paro masivo. Triunfó la idea de cortar las rutas y ese día se iniciaron los cortes, aunque en debates con la dirigencia traidora.
Los cortes funcionaron con el sistema asambleario, donde democráticamente los protagonistas fueron cada uno de los rurales presente que llegaban en bici o en moto. En ese marco resolvieron ir a las chacras para anoticiar del paro a los demás y la mayoría se plegó a la huelga. El argumento era que si los rurales no cosechan, no hay camiones con fruta, ni galpones, ni barcos con fruta. En San Antonio Este 3 barcos esperaban la fruta.

La solidaridad
La dureza de la lucha y a la vez la amplitud, (con la modalidad de cortes intermitentes sin permitir el paso a los camiones con fruta e insumos) propuesta por los rurales fue correcta. Esto permitió que se sumaran con sus reclamos de precio sostén los chacareros liderados por Carrascos. A su vez los chacareros apoyaban los reclamos de los obreros rurales. La unidad de los trabajadores rurales con los chacareros chicos es necesaria para terminar con el dominio impune de los monopolios de la fruta y la exportación. También tuvieron la solidaridad del gremio de los maestros Unter, de la CCC, de los estudiantes universitarios agrupados en la FUC, ATE, PCR, MAS, PO, de la Lista Violeta de Unter, entre otros. En la precariedad de los cortes no faltaba el asado y la guitarra que pulsaba un estudiante universitario. Las mujeres llevaban tortas fritas, agua fresca y bollitos.
Kilómetros de turistas y camiones esperaban en los cortes. Así y todo se escuchó decir a una turista: “Ellos luchan por su derecho, además ¿por qué esperaron a último momento para acordar el salario?”. La opinión pública estaba con los rurales, a pesar de la desinformación y tergiversación que difundía el diario Río Negro, que tomaba claramente postura por los exportadores de fruta, ya que algunos de sus dueños también son propietarios de la exportadora de frutas Patagonian Fruit. Además este medio exigía a los gobernantes que repriman. Hubo distintas posturas entre los camioneros: muchos se solidarizaron con los cortes, otros intentaron arremeter contra los piquetes. Hubo incidentes en Cervantes, donde un obrero rural les dijo: “Somos trabajadores igual que ustedes, pero si pisas la ruta te rompemos la cabeza, y si subís con el camión te lo quemamos”.

Distintas líneas ante el conflicto
La dirección de Uatre representada por Figueroa aceptó la conciliación obligatoria, mientras los piquetes continuaron. Figueroa pedía que levanten los cortes, ya que para él: ”Es peor el remedio que la enfermedad”(Diario Río Negro 17-01-08). Dirigentes de seccionales de Uatre como Roca (Maza) y de Cervantes (González) salían por las radios para pedir a los compañeros que se bajen de la ruta. En los cortes había posturas que se referenciaban en la actual dirigencia de Uatre y conducciones anteriores (ambas propatronales y divisionistas) que trabajaban para flexibilizar las medidas para luego levantar los cortes. Fueron derrotados varias veces en las asambleas que se realizaron en la ruta. A su vez la dirección de Uatre negociaba con la patronal y el gobierno, a espaldas de los trabajadores. 
Finalmente el Ministerio de Trabajo de la Nación laudó en $ 75 por día el salario de cosecha 2008. En Cipolletti la dirección de Uatre levantó el corte con el argumentando que ‘ya está’. Sin embargo los rurales volvieron a cortar solos pasando por encima a la conducción. En Roca ex-dirigentes de Uatre seccional, levantaron el corte aprovechando la ausencia de Luis Fuentes. Cuando éste regresó volvieron a la ruta. A esta altura aparecía más clara la idea que iban a reprimir. En varios cortes se prepararon para resistir la represión, como en Roca, Cervantes y Cipolletti. En Cervantes hubo desalojo y resistencia a piedrazos a los camiones que trasladaban fruta. En Roca los boras (brigada antimotines) permanecieron inmóviles ante rurales dispuestos a resistir la represión. El ministro de Gobierno Rodríguez expresó: ”aunque alguno merezca un garrote, elegimos otro camino” (Río Negro 20-01-08).
El gobierno radical de Río Negro quedó sumido en la indecisión, aunque tenían postura favorable a los exportadores (además ministros, senadores y gobernador radicales también se preocupan por las chacras que tienen). El sábado 19 de enero después de 8 días de corte se levantaron las medidas ante la presión de dirigentes traidores de Uatre (los dos sectores enfrentados en la dirección del gremio), la policía y los medios de difusión.

Un primer balance
Nuestro balance es que los trabajadores rurales protagonizaron la lucha más dura en décadas. Por esto consideramos un gran avance el logro de un 35% de aumento por encima de los topes que propone el gobierno nacional. Igualmente no llegamos al sueldo que se pretendía en la mayoría de los piquetes. Para triunfar es necesario barrer a todos los dirigentes traidores de Uatre. No sólo al delegado regional, sino a todos los dirigentes vendidos que hay en las seccionales y apoyan la postura patronal de Figueroa. Es necesario impulsar la construcción de una agrupación clasista de los trabajadores rurales que pelee por delegados de chacra combativos en el camino de recuperar el sindicato para los trabajadores rurales. Ellos sabrán organizar la lucha para alcanzar el triunfo. n