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02 de octubre de 2010

Desde hace más de 15 días, trabajadores -en su gran mayoría jóvenes-, acampan en la puerta de la planta procesadora de aves del parque industrial de Mar del Plata.

Rebelión en el peladero

Hoy 1213 / Supermercado Toledo de Mar del Plata

Toledo Hnos tiene una planta faenadora y procesadora de aves camino a Batán. La mayor parte de lo que produce la exporta, cobrando en euros o dólares. Los trabajadores cobran un sueldo de $ 900 a $ 1.200 mensuales por 200 horas de trabajo, de los cuales el Estado paga $ 500; o sea que la empresa paga sueldos por debajo de la línea de indigencia.
En marzo, la empresa y el Sindicato de Comercio firmaron un convenio fijando un salario inferior al que percibían, empeorando las condiciones de trabajo; lo que fue rechazado por todos los trabajadores. "Como no podemos seguir con sueldos de hambre, decidimos organizarnos para reclamar una mejora salarial", afirma uno de los compañeros.
La patronal con total impunidad respondió con 16 despidos. Una empresa que no paga impuestos, tiene subsidios del Estado para el 50% de los sueldos, no paga los aportes previsionales, no es como dice su slogan publicitario "lo mejor para todos".
Además, denuncian la situación que sufren las cajeras, varias con carpeta psiquiátrica, por el maltrato y acoso sexual.
Abandonados y traicionados por los sindicatos- y los que aparentando apoyo van a dividir con sindicatos paralelos-, y por el Ministerio de Trabajo, firmes reclaman por la reincorporación de los compañeros despedidos y un sueldo digno que cubra la canasta básica de alimentos.
El viernes 18, para que pudieran entrar los camiones, los hermanos Toledo con 200 efectivos de la policía reprimieron a los obreros hiriendo a varios de consideración y golpeando a mujeres. Estos son los hechos que desnudan a esta política de CK de pura mentira, hambre y represión.
Organizaciones populares, jubilados, amas de casa y vecinos apoyaron la lucha solidarizándose repartiendo volantes en la cadena de supermercados siendo muy bien recibidos. Donde hay opresión hay rebelión, por eso algunos se equivocan con el movimiento obrero argentino, y después de la pueblada agraria, viene la lucha de la clase obrera por salarios y condiciones laborales. Así salieron caminando a la ruta, en el otro extremo de la ciudad donde están los compañeros del peladero, más de 300 jóvenes del Frutillar, contra el trabajo en negro y en condiciones de superexplotación y maltrato.
En el puerto sigue la lucha de los obreros del pescado por la efectivización. Debemos hacer los esfuerzos necesarios para rodear de solidaridad estos reclamos que junto a la lucha campesina nos muestran un camino.