El momento político actual está signado por una sostenida ofensiva del gobierno hacia los sectores del trabajo tendiente a posibilitar la aplicación de un fuerte ajuste.
Los ataques del kirchnerismo sobre la dirigencia obrera, no intentan modificar el estatus quo del modelo sindical, ni favorecer a un sector en desmedro de otro. Se trata de debilitar a los trabajadores en su conjunto y poder volcar el costo de la crisis sobre los asalariados.
El momento político actual está signado por una sostenida ofensiva del gobierno hacia los sectores del trabajo tendiente a posibilitar la aplicación de un fuerte ajuste.
Los ataques del kirchnerismo sobre la dirigencia obrera, no intentan modificar el estatus quo del modelo sindical, ni favorecer a un sector en desmedro de otro. Se trata de debilitar a los trabajadores en su conjunto y poder volcar el costo de la crisis sobre los asalariados.
En la actual coyuntura, el proceso mencionado encuentra a los judiciales como blanco de las políticas de reducción de beneficios y aumento de la presión impositiva.
¿Es el Impuesto a las ganancias sobre los salarios un impuesto justo? Claro que no. ¿Es el salario de los trabajadores, una ganancia? Sin duda que no. ¿Es reduciendo el porcentual de jubilaciones del régimen especial como se hace justicia con los que no están comprendidos en el mismo? Por supuesto que no.
Enfrentamos una situación difícil. La “sintonía fina”, empezó en Tribunales y ahora sabemos a qué se refiere Cristina cuando afirma “Vamos por todo”. Los trabajadores percibimos salarios. Los empresarios ganancias.
¿Qué son los jueces, funcionarios y empleados de la Justicia nacional, sino trabajadores asalariados? ¿Es que alguno de dichos estamentos percibe otra cosa por su trabajo que no sea un salario? ¿Por qué se grava a los salarios como si fueran una ganancia? ¿Por qué la CGT plantea el incremento del mínimo no imponible y no directamente la derogación del impuesto a los asalariados?
Nadie paga más impuestos en la Argentina que un trabajador asalariado. Solamente el IVA se lleva el 21% de los salarios.
Es un disparate, propio de un sistema impositivo propatronal que los trabajadores tributemos ganancias, mientras las rentas del capital en la timba de la especulación financiera están exentas al igual que el juego. ¡Ni los plazos fijos o la compra y venta de acciones lo pagan!
El debate no puede ser si los jueces deben o no tributar, el debate deberá ser si los trabajadores asalariados perciben ganancias o no y en consecuencia si cabe la vigencia del gravamen o su derogación. En último análisis se verá si cabe gravar a quienes desde la actividad privada se asignan salarios siderales para evadir el pago de ganancias empresarias. En ese caso el tope debería ser el más alto salario que se pague en el Estado.
Un régimen jubilatorio igualitario
El régimen especial del 82% móvil (Ley 24.018), no puede seguir siendo un beneficio exclusivo para magistrados y funcionarios. Todos vivimos de un salario por igual. Todos dedicamos una vida entera al servicio de justicia. Hay que extender ese beneficio a todos los judiciales y encontrar los mecanismos que hagan posible su sostenimiento financiero. Sabemos que los hay, porque si ha sido posible desde hace décadas sostener el sistema especial con el descuento del 12%, ¿porqué no va a ser posible hacer lo mismo para el conjunto de los trabajadores de la Justicia?
¿Quién paga la crisis?
Ya dijimos que la ofensiva del gobierno sobre los trabajadores se da en el marco del plan de ajuste que ha comenzado a aplicar. La crisis que afecta al país, no puede ser ya disimulada ni por los subsidios, o el bum consumista basado en el crédito. No es casualidad que ahora se dé la ofensiva sobre los salarios y los beneficios de los judiciales. En consecuencia, no solo debemos prepararnos para la lucha por un régimen jubilatorio igualitario y la no aplicación del impuesto a las ganancias sobre los salarios, sino para recuperar las herramientas y el grado de movilización necesarias para hacer frente a la embestida del gobierno sobre los trabajadores.
Por la recuperación del sistema de porcentualidad salarial.
Por un convenio colectivo de trabajo.
Por el 82% móvil para todos.
No al pago del impuesto a las ganancias sobre los salarios.
Sin lucha no hay justicia.
