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26 de octubre de 2011

Reproducimos la carta enviada por la Corriente Clasista y Combativa y las Comisiones por la tierra y la vivienda al director ejecutivo de la EBY.

Reclamos por tierra y vivienda

Hoy 1392 / Misiones: Carta a la Empresa Binacional Yaciretá

Nos dirigimos a usted en nombre y representación de los barrios y asentamientos de Posadas. La empresa que usted dirige nos ha causado daños enormes, en primer lugar, nos robaron el paisaje y con él, nuestro hábitat: es decir nuestra casa, nuestro trabajo, nuestros recuerdos. Nos prohibieron el río y su costa, de los cuales nos alimentábamos y vivíamos. Hoy resulta, que en los mismos terrenos, los cuales supuestamente se iban a inundar, vemos construirse mansiones de los ricos con entrada al río y bajadas propias de lancha.

Nos dirigimos a usted en nombre y representación de los barrios y asentamientos de Posadas. La empresa que usted dirige nos ha causado daños enormes, en primer lugar, nos robaron el paisaje y con él, nuestro hábitat: es decir nuestra casa, nuestro trabajo, nuestros recuerdos. Nos prohibieron el río y su costa, de los cuales nos alimentábamos y vivíamos. Hoy resulta, que en los mismos terrenos, los cuales supuestamente se iban a inundar, vemos construirse mansiones de los ricos con entrada al río y bajadas propias de lancha.
Muchos de nosotros fuimos tirados a malvivir a ghettos terribles, antes teníamos nuestra sombra, nuestro aire, nuestro río, hoy solo cemento y amontonamiento. Porque una de las cosas que ustedes no previeron es que nuestras familias iban a crecer y no dejaron nada para nuestra descendencia, los hijos de los relocalizados son los que hoy engrosan tristemente los asentamientos.
Pero esto no es todo, los lugares donde supuestamente, no hay áreas de afectación, su empresa los está afectando: hay innumerables barrios que sufren el desborde de los arroyos y la falta de drenaje de los pozos negros, nosotros, la verdad que no somos técnicos, ni científicos, pero sospechamos que su empresa es la principal responsable de que nuestros hijos tengan que revolcarse en las tierras contaminadas, saturadas, porque no tiene donde escurrirse el agua y la “mierda” (disculpe el término, pero como sostenía Fontanarrosa, esta hermosa palabra es irremplazable para nombrar algunas cosas).
Y pensamos también, que su empresa discrimina, ha sido implacable con el pobrerío: hay varias imágenes en donde se ven sus topadoras arrasando pobres ranchos de costero, con familias adentro. Sin embargo, no hemos visto, de parte de ustedes, el mismo empeño para hacer “respetar” la costa a los poderosos y adinerados de esta provincia, que levantan paredones enormes directamente sobre el río, violando, impunemente, el código civil argentino, que nos da el derecho a todos de disponer del camino de sirga. Para completar la ironía, muchos de esos lugares, antes eran nuestros.
Por otro lado le hacemos llegar nuestro repudio a los representantes que ustedes tienen entre el pobrerío, personas salidas de nuestras entrañas, que antes eran pobres como nosotros. Hoy son importantes “empresarios” y en nombre de su empresa, ejecutan la extorsión contra nuestra gente y no cualquiera, sino la extorsión del hambre y de la dádiva. Ellos, por si usted no estaba enterado, lucran con las cositas que mandan para paliar el desastre social que su empresa ha generado, vendiendo frazadas, colchones y la mercadería que tendría que llegar a los hogares de los afectados. Nosotros sospechamos que son una pieza fundamental de un engranaje destinado al chantaje, para que pueda seguir funcionando la maquinaría implacable que hace de Posadas y Garupá una fábrica de pobreza.
Por último, su empresa, al que un conocido presidente calificó como el monumento a la corrupción, no ha cumplido la parte del contrato que tenía con nuestra provincia, porque los argumentos con los cuales convencieron a una parte de nuestro pueblo sobre la necesidad de instalar la represa, era que iba a venir a llenarnos de trabajo y progreso y no hemos visto eso, sino todo lo contrario, miles de misioneros no pueden acceder a la red de energía eléctrica y utilizan conexiones que muchas veces atentan, incluso, contra su vida y no se ha instalado ni una sola industria considerable que pueda generar puestos de trabajo suficientes para que los misioneros podamos vivir con dignidad.
Hoy nosotros nos dirigimos a usted para exigir que su empresa, en conjunto con el estado, tenga en cuenta estos otros “daños colaterales” que está pagando muy caro nuestro pueblo. De nuestra parte, le decimos que no tenemos nada, porque nos han sacado todo, pero podemos disponer de nuestros brazos para trabajar. Esperamos una respuesta y un urgente diálogo para abordar estos problemas.
Sin otro particular le saludamos atentamente.