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21 de diciembre de 2016

Conversamos con Pedro Coria, lonco de loncos de los ranqueles de La Pampa quien nos cuenta sobre la recuperación de tierras y restitución de restos óseos de integrantes de su comunidad.

Recuperación histórica del pueblo ranquel

La Pampa

Pedro Coria comienza contando desde el Consejo de Loncos, en conjunto con el Consejo Provincial del Aborigen, vienen reclamando tierras para todas las comunidades. “La pelea por la restitución de las cinco mil hectáreas, es un tema de muchos años de nuestra comunidad, son parte de las históricas 80 mil hectáreas de Colonia Mitre”. 

Pedro Coria comienza contando desde el Consejo de Loncos, en conjunto con el Consejo Provincial del Aborigen, vienen reclamando tierras para todas las comunidades. “La pelea por la restitución de las cinco mil hectáreas, es un tema de muchos años de nuestra comunidad, son parte de las históricas 80 mil hectáreas de Colonia Mitre”. 
En estos años se avanzó en el relevamiento, hasta que este año se consiguió la expropiación. La mitad la puso la provincia, la otra mitad el INAI. Se superaron algunos trámites burocráticos y el Consejo Provincial del Aborigen (CPA) tomó posesión de las 5.000 hectáreas para hacer la entrega a la comunidad en propiedad. El CPA, pese a no haber ley de propiedad comunitaria, se comprometió a entregarlas así por decreto. 
“Esto significa que las tierras no pueden ser escrituradas en forma individual, ni otorgadas como garantía. Hemos avanzado en la entrega de tierras a las comunidades. Y si bien no son aptas ni suficientes, sí son un logro importante porque hemos conseguido recuperarlas.” 
 
La importancia de la ley de emergencia para las comunidades
Coria cuenta que en Victorica, la comunidad desarrolla proyectos productivos en distintas comunidades, como Will Antú en Santa Rosa, Nahuel Auka en la zona urbana, en Parera y en la comunidad de Telen. Algunos proyectos son para crianza de aves de corral, otros para invernaderos, para criar chivos, para un proyecto de tambo caprino. 
El Consejo de Loncos, junto con las comunidades que lo integran, participó de la marcha del 4 noviembre de las Economías Regionales. Jornada que fue votada y discutida en el Encuentro de naciones y pueblos originarios, realizado en Santa Rosa, La Pampa. “Nuestra pelea empalma con la ley de Emergencia Social. De ahí que desde el Consejo de Loncos impulsamos esta marcha y somos parte de la mesa interministerial, junto con la CCC, la CTEP y Barrios de Pie. Por eso, todo lo que hemos conseguido también van a ir a las comunidades. 
 
Trabajo en lo educativo y cultural
“Todos los logros tienen que ver con la gestión del Consejo de Loncos y con nuestra lucha como pueblo ranquel. Los gobiernos pueden ser más o menos sensibles pero en realidad, la lucha de los pueblos es lo que hace que avancemos o no. 
“Hemos avanzado no sólo en la restitución de territorio sino en lo que tiene que ver las leyes de la provincia de La Pampa. Tenemos un proyecto en la Cámara de Diputados de reconocimiento de la preexistencia del pueblo ranquel en la provincia, que no es menor. La constitución nacional y la constitución provincial reconocen la preexistencia étnica y cultural de los pueblos originarios en general, no a un pueblo o nación específicamente como es el pueblo ranquel. Pero eso va a estar por ley. 
“Tenemos un sitio histórico en Leuvucó. Todos los años tenemos nuestro We Tripantu (año nuevo), tenemos el apoyo a través de nuestra gestión del Consejo Provincial del Aborigen. También, una ley que tiene que ver con las personerías jurídicas que estamos impulsando. Creo que somos uno de los pocos pueblos en la Argentina organizados a través de un consejo, donde todas las decisiones las toman las comunidades pero las gestiones las lleva adelante ese Consejo. Entonces eso es un aporte importante a la presión que le hacemos al Estado argentino, al Estado provincial en este caso. Esto me parece importante para otros pueblos, para otros hermanos: tenemos que avanzar en la organización como comunidades, para lo que nos pide el Estado, a través de las personerías jurídicas, y una vez conformados los consejos se implementen las políticas indígenas desde ese consejo. 
“Nosotros también hemos trabajado sobre la matrícula indígena en todas las escuelas –agrega Coria-. Estamos implementando la educación intercultural indígena en la provincia. Impulsamos la enseñanza de la lengua en las escuelas”.
 
Recuperación de sitio sagrado y de restos ancestrales
“En la provincia de La Pampa hay leyes bastante importantes para nosotros que tienen que ver con los restos óseos”, cuenta Coria. “En la zona de Chapalcó, a pocos kilómetros de la capital de la provincia, en un trabajo de camino que estaba haciendo Vialidad, encontraron restos óseos”. Fue entonces, cuando Vialidad paró la obra y convocó a las comunidades, explica el lonco. 
“Los antropólogos que trabajan con nosotros fueron, y la fibra de carbono dio que son de 3.090 años”, y que son restos de los ranculches. “La gente de vialidad fue muy cuidadosa. Ellos están preparados para esto y manejan muy bien, con cuidado”, agrega.
“Tuvieron que desviar el camino que estaban haciendo, porque estamos hablando de un chenque -cementerio, en lengua ranculche- muy grande. Los antropólogos nos restituyeron los restos y nosotros los devolvimos a su lugar. Al ser una zona sagrada, las comunidades hicimos una ceremonia, que coincidió con nuestra ceremonia de fin de año, en el mes de noviembre. 
También se consiguió que el Museo de la Plata restituya cuatro cráneos “a la comunidad de Trenque Lauquen, que pertenece al parlamento Mapuche tehuelche, dos eran ranqueles. Ellos reconocieron que esos hermanos eran ranqueles, y nos convocaron para entregarnos esos cráneos, uno es del lonco Gherenal. 
“Con el Ministerio de Cultura de la provincia nos trasladamos hacia Tapalqué, donde fueron restituidos los restos de Chipitruz y Manuel Guerra (que eran loncos tehuelches). Allí, los hermanos hicieron ceremonia, nos entregaron los cráneos de nuestros hermanos, con acta firmada. Nosotros los guardamos en una cámara que tiene la Secretaría de Cultura (por los hallazgos en Chapalcó que están en estudio), hasta que encontremos el lugar de origen de esos hermanos, dónde estuvo su comunidad, para ir y restituirlos a esa tierra. 
Estos cráneos recuperados son de “la colección” de Estanislao Zeballos. Cuenta Coria que los cráneos estaban identificados con un número y con el nombre. “En el 2001 cuando nosotros trajimos a Mariano Rosas, supimos que era su cráneo porque estaba identificado con su nombre y un número.”
Con el objetivo de devolverlos a sus lugares, el lonco ranquel cuenta: “Hemos constituido una comisión de antropólogos e historiadores donde participa el Consejo de Loncos y el Consejo Provincial del Aborigen. El trabajo que se está haciendo es muy grande, pero también tenemos la característica de que no solo es gestión de papeles sino también es lucha”, finaliza Coria.