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24 de febrero de 2016

Estatizar la operación de todos los yacimientos. Enfrentar la crisis y los despidos en la actividad petrolera.

Recuperar nuestro petróleo para enfrentar la crisis

Neuquén: garantizar las 8 horas de trabajo sin reducción salarial

Las consecuencias de la dependencia de nuestro país y de su economía pega de lleno en la actividad petrolera, y es la base de los miles de despidos y suspensiones que se quieren aplicar a los trabajadores.

Las consecuencias de la dependencia de nuestro país y de su economía pega de lleno en la actividad petrolera, y es la base de los miles de despidos y suspensiones que se quieren aplicar a los trabajadores.
El ajuste que hacen las grandes petroleras a nivel internacional impactan en nuestro país. De otra manera, es inexplicable que garantizándole a las operadoras de áreas un precio sostén al “barril criollo” al doble o más del precio internacional, de 67,5 o 54 dólares según sea la cuenca neuquina o la de San Jorge en Chubut, las empresas despidan o suspendan trabajadores.
Lo graficó el gerente de Total Neuquén a sus empleados: “la filial Argentina anda muy bien pero somos una empresa internacional y habrá que hacer el ajuste”.
La profundidad de la crisis se manifiesta, entre otros hechos, en que la tercera operadora de gas en EEUU está al borde de la quiebra, sus acciones cayeron un 40%, y existe una deuda de empresas petroleras con los bancos de 200.000 millones de dólares.
Tampoco el anuncio de Arabia Saudita junto a Rusia y a otros países como Qatar y Venezuela, de congelar la producción de crudo a valores de enero, modificó el precio del barril.
 
Prepararse para enfrentar los despidos
Luego del primer round de ajuste de las petroleras que fueron respondidas con la enorme movilización de los trabajadores petroleros de Chubut y Santa Cruz, y las asambleas en Neuquén, se lograron parar, por ahora, los despidos masivos. Aunque sigue la presión de despidos encubiertos con los “retiros voluntarios”.
Después vino la presentación por parte de las compañías de servicios especiales como Slumberger, Halliburton, Whatherford y Baker con el preventivo de crisis, y en la cuenca neuquina se firmó un acuerdo de suspensiones rotativas por 90 días, aplicables por otros 90. También los compañeros que trabajan en las torres de perforación entran en este régimen.
Son 2.000 compañeros que se verán afectados en forma simultánea, que mientras dure la suspensión cobrarán la mitad de su salario. El Estado financiará los aportes y contribuciones.
Como se ve la situación es muy complicada. Se calcula que a partir de este plan de contingencia, la actividad petrolera en Neuquén se reducirá un 20% en los próximos tres meses. Sólo en salarios, dejarán de circular unos 200 millones de pesos en el territorio (diario Río Negro).
Tampoco las pymes que trabajan en la actividad pueden sostener este plan de ajuste.
Este acuerdo firmado por las compañías, el estado nacional y provincial y la conducción del gremio es transitorio y muy precario.
Pereyra, secretario del Sindicato petrolero, en sintonía con el gobernador de Neuquén y el gobierno nacional, apuesta a conceder en estas negociaciones a la espera que los equipos parados en la cuenca (31 sólo de YPF) se vuelquen a la actividad gasífera si el precio aumenta en boca de pozo como ha anunciado el gobierno nacional.
El promedio del precio de gas en nuestro país es de tres dólares el millón de BTU, y Bolivia ya nos vendió a 3,90, lejos de los 5,80 dólares de piso que pretenden las operadoras. Si Bolivia se compromete a ampliar el volumen que nos vende actualmente tampoco habrá gran reactivación de la actividad en los yacimientos de gas.
Mientras tanto, las operadoras y las grandes compañías ponen el foco en la reducción del costo laboral, cuando se llevaron en pala durante todos estos años con el gobierno K.
Se vuelve a demostrar que seguir dando beneficios a los monopolios extranjeros, como el precio sostén a las operadoras, o el subsidio al petróleo que exporta Panamerican en Chubut -que paga todo el pueblo argentino y la producción nacional con un combustible caro- lejos de traer beneficios a los trabajadores petroleros y al pueblo, alimenta la voracidad de estos monopolios y nos hace pagar la crisis mundial por nuestro rol de país dependiente.
No hay atajos para parar los despidos y el ajuste a los trabajadores.
 
Para una salida popular a la crisis petrolera necesitamos:
  • Estatizar los yacimientos y recuperar nuestro petróleo. Esto significa recuperar la totalidad de los yacimientos otorgados a las operadoras imperialistas, anulando los contratos a los monopolios Chevron, Pan American Energy, Total, Sinopec, etc., por atentar contra nuestra soberanía y siendo que hay sobrados motivos de incumplimiento de los mismos.
  • Por una YPF 100% estatal y federal, única operadora de los yacimientos y controlada por los trabajadores, técnicos, profesionales. De esta manera podremos recuperar la totalidad de la renta para afrontar esta crisis del petróleo y garantizar nuestro desarrollo soberano e independiente.
  • Garantizar las 8 horas de trabajo, sin reducción salarial, en los equipos de torre, lo que permitiría incorporar otro turno de trabajo. terminando con los infernales turnos de 12, 14 , 16 horas de trabajo y la gran cantidad de accidentes en los yacimientos.