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02 de octubre de 2010

Conversamos con Mónica Acosta, dirigente de la Cooperativa Renacer –la histórica recuperada metalúrgica–, para conocer novedades de la producción.

Renacer produce con su marca

Hoy 1321 / Un logro de la recuperada de Tierra del Fuego

La compañera Acosta comienza contando que: “Hace unos meses presentamos un proyecto para fabricar un proyecto que la cooperativa nunca había hecho, como los microondas. Planteamos esto porque son productos no demasiado complejos para producir, y a la vez que tengan una salida en el mercado.
Presentamos el proyecto en el Plan Manos a la Obra, que depende del gobierno nacional, en el momento que se iba a las elecciones de diputados, el año pasado. Después de varias conversaciones, nos aprobaron el proyecto. Es un proyecto que tiene varias etapas. Tuvimos que sortear innumerables dificultades con la aduana, entre ellas la compra de materiales a China y por supuesto tenemos que rendir hasta el último papel.
Era la primera vez que desde la cooperativa encarábamos esto, y una cantidad de compañeros tuvieron que aprender a acreditar el origen de los materiales. Esto tiene su complejidad, porque como hemos contado otras veces, acá en Tierra del Fuego hay una Zona Aduanera Especial, y el ingreso o egreso de materiales y productos tiene que cumplir una serie de normas.
Tuvimos un error al principio, porque nos equivocamos en el pedido de materiales. En vez de chapa laminada pedimos premoldeada, lo que nos ocasionó muchas peleas con los funcionarios del gobierno provincial en el Área Aduanera, porque hicimos un pedido de excepcionalidad que rechazaron. Los compañeros fueron a dar la pelea en todos lados, hasta que conseguimos la solución en la Secretaría de la Producción.
Cuando empezamos la fabricación de los microondas todos los compañeros de la cooperativa se pusieron muy contentos, porque para nosotros era un pequeño desafío. La producción propia es una cuestión central, más después de que pasó la fantasía y las expectativas creadas por la ley que se votó en el Congreso bajando los impuestos internos, que decían que iba a generar miles de puestos de trabajo, y no generó ninguno.
Nosotros ya dijimos en su momento que esta ley no abordaba en concreto cómo desarrollar procesos productivos más integrados, que es lo que lleva a tomar más mano de obra y generar una verdadera industria del componente en Tierra del Fuego. Esta ley le otorga más beneficios a los dueños de las empresas que siguen ganando plata a costa de contratos flexibilizadores.
Con la ley generaron una cortina de humo, trabajando sobre las ideas de algunos compañeros que piensan que el privado es más seguro porque tiene el capital, y que entonces conviene trabajar a fasón, antes que ponerte a producir lo tuyo. Hubo que hacer una práctica para que todos los compañeros se convencieran de que lo más seguro es producir tu marca.
Hemos dado continuidad al proyecto inicial a través de un crédito que gestionamos en el Banco Nación, que ya nos otorgaron, de $300.000. Con esto hemos pedido los materiales para una nueva partida de microondas, que llegará en agosto.
Tenemos 2.400 microondas terminados, de los cuales 800 son para la Cooperativa Obrera de Bahía Blanca, 800 hemos mandado a la Capital Federal y estamos gestionando su colocación a través de un representante.
Además hemos firmado un acuerdo para producir microondas para Garbarino, con una financiación del Banco Santander. Esto lo conseguimos gracias a gestiones de los compañeros del Movimiento de Desocupados de la CCC de La Matanza, con los cuales estamos profundamente agradecidos. Esta producción también la tenemos programada para agosto. Si sumamos lo que vamos a hacer con el crédito del Banco Nación más lo de Garbarino, estaríamos produciendo 6.000 microondas en agosto”.

Presente complicado y buenas perspectivas
Sobre cómo están los compañeros de la cooperativa, Acosta dice: “Estamos en una situación difícil desde el punto de vista de lo que venimos cobrando. Nosotros venimos trabajando con contratos a fasón con Sanyo principalmente, en los televisores de tubo. Pero éstos se producen menos, porque ahora están los de LCD. Es un momento complicado, porque bajó el trabajo a fasón de componentes para televisores, y todavía no ingresó el dinero de la venta de los microondas. Lo que estamos cobrando está muy lejos del salario del peón metalúrgico, que acá llega a $5.500. Venimos cobrando entre $1.500 y $1.800, con una inflación que crece día a día. A la vez, tenemos buenas perspectivas porque estamos peleando concretar otros trabajos.
Algo que se considera un logro que nos une a todos, es la creación de una comisión de producción, de la que soy parte, integrada por compañeros del Consejo de la Administración, técnicos, coordinadores de producción y compañeros representativos de las líneas de trabajo, donde se reemplaza la antigua estructura de patrones que era diseñada por los gerentes o dueños y bajada linealmente a los supervisores.
Esta comisión evalúa los proyectos productivos que la cooperativa tiene por delante, con cuántos compañeros se realizarán las tareas, los ritmos y cantidades a producir, siempre evaluando poder hacerlo en nuestras jornadas de 6 horas. También discute los descansos, el salario que se podrá recibir en tanto también se informe desde la administración de los gastos de estructura, y lo mejor de todo, que después de analizar los futuros compromisos, concretar el sueño de ver incorporarse a la cooperativa primero a los jóvenes hijos de algunos compañeros fallecidos, luego los demás hijos de integrantes de la cooperativa, y por último la contratación de algún técnico o idóneo de alguna sección en particular.
Lo más importante es que los compañeros, además de cumplir en su puesto de trabajo, ante la mínima cuestión que ven que significa ponerle trabas a la producción, salen a defender a su fábrica. Sabemos que, pese a que el gobierno provincial, por sus problemas internos no nos ha puesto punteros para disputarnos a fondo el control de la fábrica, y con contradicciones con el gobierno nacional que nosotros tratamos de aprovechar, hay que estar preparados. Muchos acá hablan de un cambio de gobierno, y que vamos a tener que estar preparados para otros interlocutores, otro escenario político.
Otra cuestión que esperamos que se resuelva en los próximos días es la entrega de los títulos de propiedad de la fábrica, después de tantos problemas y de tantos años de lucha.
Mantenemos la mecánica de las asambleas, y estamos resolviendo, creo que bien, la pelea que dimos a partir de mi salida del Consejo de Administración, y dejar de ser presidenta de la cooperativa”.

No perpetuarse en los cargos
Mónica Acosta es la dirigente reconocida del proceso que llevó a la recuperación de lo que en su momento fue la metalúrgica Aurora, y presidió la cooperativa hasta hace poco. Consultada por su salida de la presidencia, nos comentó: “Fue y es todo un tema dar la batalla contra la perpetuidad en los cargos, y a la vez seguir acompañando el proceso. Impulsar que otros compañeros tomen tareas de responsabilidad en la cooperativa, en la administración, pero no abandonar la línea de frente. Es un debate con la idea de “para la política estás vos”. A eso le contestamos:  “No. Lo lamento, te guste o no te guste, la política, la negociación con el gobierno, con los empresarios, también es para vos”.
Por eso yo ahora en la cooperativa tengo un montón de trabajo. Estoy en la línea de producción, bah, en varias líneas, porque donde hay problemas, ya sea con las disipadoras o con otra cosa, ahí estoy.”