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02 de octubre de 2010

Luego de los festejos por la expropiación, en Renacer sigue la pelea por defender y aumentar la producción y mejorar la calidad de vida de sus trabajadores. A la cabeza de esta lucha está una dirección obrera y democrática.

Renacer sigue la pelea

Hoy 1206 / Reportaje a Mónica Acosta, presidenta de la cooperativa fueguina

Mónica Acosta, en diálogo con hoy en la fábrica recuperada y defendida por sus trabajadores, nos cuenta cómo se está organizando la producción, los triunfos, los problemas diarios y la pelea que tienen por delante en este período.
“Estamos en una etapa muy buena. Desde lo judicial no ha sido poca cosa sortear el escollo de la tenencia definitiva de las plantas por parte del juez que entiende en la causa, y que ya pasaron cualquier zona de peligro en cuanto a posibles apelaciones y manifestaciones en contra… eso nos da cierta tranquilidad. Vamos a estar mucho más tranquilos aún si además de lo que se ha conversado con la gobernadora que establece una fecha para el pago de dicha expropiación, se hace el depósito del dinero cuanto antes.
Nosotros tenemos una situación, más allá del fallo a nuestro favor, que sigue siendo en lo cotidiano muy difícil, porque hay que sortear muchas dificultades desde el punto de vista de la producción. La fábrica en este período tiene una baja considerable en sus niveles de producción electrónica, y nosotros actualmente trabajamos como fasoneros de otras industrias, al no tener producción propia. Nuestra ambición es, una vez que se cumpla el pago de la expropiación, tener garantías reales para pelear empréstitos y líneas de financiamiento, porque tenemos varios proyectos productivos. Mientras tanto tenemos un plan de emergencia, porque de la producción que le realizamos para televisión a New San, nos redujeron casi el 50%. Eso se nota después en la distribución de la gente.
Tenemos 100 compañeros alrededor del circuito de la fábrica. Hay que readecuar nuevas tareas cuando hay escaso trabajo. Preparamos una puesta a punto de otros sectores a ver si en otro momento los podemos poner en marcha. Por ejemplo el sector de inyecciones de plásticos, que queremos salir a ofrecer; también el sector de insertado automático de plaquetas que ha tenido algunos problemas técnicos. Nosotros además de los problemas económicos y de distribución del trabajo, tenemos que remar con una falta de tecnificación. Hay máquinas viejas. Para que te des una idea, las plaquetas de 250 componentes para televisión, nuestras máquinas las sacan en 4 minutos y medio, y una máquina que realiza la misma tarea en la planta de New San tarda 19 segundos. Tenemos que remar contra el tiempo.
No tenemos en planta un stock para cuando un repuesto se rompe; muchos de ellos hay que traerlos del extranjero, con lo que además del costo en dólares están los días que se pierden. En relación a eso es muy medido nuestro ofrecimiento de trabajo, tratamos de agarrar algunos trabajos sencillos para no comprometernos en algo que no podamos cumplir.

La distribución del trabajo
Tenemos dos plantas que vigilar, por lo tanto tenemos personal distribuido en vigilancia las 24 horas en las dos. Una de ellas funciona como almacén y como depósito para mercadería de otras empresas, se contabiliza y se embalan materiales, es una planta abastecedora de materiales. Y en la planta donde concentramos nuestro aparato productivo y las maquinarias, la gente está dividida en tres turnos de 6 horas; una parte está abocada a los disipadores que son componentes que llevan los televisores de distintos modelos; tenemos una línea que está funcionando con un remanente que nos quedó de la fabricación de 144 lavarropas. Estamos rediscutiendo con el gobierno para que nos hagan una actualización del precio de nuestra lavadora y la colocación en los planes de vivienda del IPV. Para que esto nos ubique como para entablar un nuevo convenio con el banco Provincia, para que a través de este fiduciario nos sirva para la compra de repuestos, para poner en condiciones los sectores productivos, o para pedir una línea de crédito para fabricar microondas, que es uno de los proyectos más inmediatos que se podrían estar realizando.
Y hay compañeros que están abocados en recuperar algunos sectores, porque no descartamos una propuesta que vamos a discutir con el gobierno, de talleres de capacitación para la gente del Estado, la gente de los planes. Nuestro establecimiento está en condiciones para el dictado de las clases, tenemos taller de carpintería, tornería y matricería, herrería, tratamiento del plástico, de chapas, etc. Son sectores que pueden ser utilizados por la Secretaría de la Producción, que es la que va a dictar estos cursos.

No retroceder
La pelea por resolver problemas con la gente y de la gente es diaria. Problemas en la producción, problemas fruto de las contradicciones, discusiones acerca de si se cumplen o no las tareas, cómo es la redistribución, coordinar todo.
Están los problemas de la gente, problemas postergados; y más allá de valorar los triunfos y las batallas ganadas, hay que abordarlos. Por ejemplo, estamos lejos de tener un salario acorde con la canasta familiar, no tenemos aportes jubilatorios, obra social, más allá de que hay algunos compañeros cuya esposa o esposo tiene cobertura, no es el caso de la totalidad.
El momento no es malo, nuestros compañeros han hecho un largo recorrido y nadie quiere retroceder un ápice. Por eso vivimos pensando y buscando cómo resolver lo que es necesario para uno y para el conjunto. A veces son muchas las cosas que se delegan en el Consejo Consultivo, y por eso es tan importante avanzar en la redacción de un estatuto interno, someterlo a discusión en todas las líneas de producción. Nos ha ayudado como ejemplo el de Zanón. Algunos puntos han sido presentados por los compañeros de las líneas, y se le irán agregando y sacando en función de las necesidades específicas de nuestra fábrica.

Nuestra pelea hoy
Tenemos por delante el estatuto interno, también estamos intentando que en pocos días más nos visite la gente del monotributo social. Esta gestión que comenzamos en noviembre del año pasado para ver si a través de una cuota de $ 12,20 por cada trabajador, la empresa tiene cobertura de aportes jubilatorios y obra social. Está en trámite y hay condiciones para que salga, es una decisión política.
No descartamos nada, aún con la expropiación vamos a seguir peleando por subsidios y todo lo que nos lleve a mejorar nuestra calidad de vida.
Creo que la pata del Estado sigue siendo fundamental. Hay cosas que no las podemos descartar porque tienen los medios y si hay decisión política pueden concretar, por ejemplo, nuevos mercados para la colocación de nuestros productos; inclusive lo que le hemos planteado a la gobernadora que tranquilamente su secretario de Producción e Industria pueda hacer lobby para que determinados trabajos que se tercerizan en la isla se realicen en nuestra fábrica, para generar mano de obra genuina elaborando un plan en conjunto. Así al Estado le ayuda a resolver algunas cosas y a nosotros también.
No descartamos que puedan llegar a haber nuevas incorporaciones en la fábrica, sabiendo que es riesgoso, por todo lo que hemos vivido en materia de disputa, por nuestra historia, pero no nos vamos a quedar paralizados viendo cómo un montón de situaciones no se resuelven y se nos va la vida en esperar solamente llenar una página de lo teórico, de lo bien que nos salió la custodia de la fábrica pero en lo productivo tenemos una explotación del 1%… realmente no se justifica.
Creemos que esta fábrica puede generar cientos de puestos de trabajo, para lo cual arriesgamos y vamos a seguir viendo si se gana. La pelea está centrada en vivir mejor, en hacer una práctica de dirección democrática de producción y en una distribución correcta.