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13 de abril de 2016

Represión a campesinos en Brasil

Dos muertos y varios heridos entre los sin tierra

 
En la tarde del jueves 7/4, familias del Movimientos de los Trabajadores Rurales Sin Tierra (MST), organizadas en el campamento Dom Tomas Balduíno, en el municipio de Quedas do Iguaçu, región del centro del estado de Paraná, fueron víctimas de una emboscada realizada por la Policía Militar del Estado y por seguridad privada de la empresa maderera Araupel.

 
En la tarde del jueves 7/4, familias del Movimientos de los Trabajadores Rurales Sin Tierra (MST), organizadas en el campamento Dom Tomas Balduíno, en el municipio de Quedas do Iguaçu, región del centro del estado de Paraná, fueron víctimas de una emboscada realizada por la Policía Militar del Estado y por seguridad privada de la empresa maderera Araupel.
En el cobarde ataque promovido por la Policía Militar y por la seguridad privada de Araupel, fueron asesinados los trabajadores rurales Vilmar Bordim, de 44 años, casado, padre de tres hijos, y Leomar Bhorbak, de 25 años, que dejó a su esposa embarazada de nueva meses. También fueron heridos más de siete trabajadores y dos fueron detenidos para declarar, y ya fueron liberados.
El campamento, cuya ocupación tuvo lugar en mayo del 2015, posee aproximadamente mil quinientas familias. Está localizado en el inmueble Rio das Cobras que fue apropiado fraudulentamente por la empresa maderera. La Justicia declaró, en función del fraude, que las tierras son públicas y pertenecen a la Unión, y deben ser destinadas para la reforma agraria.
Según el relato de las víctimas del ataque, no hubo enfrentamiento alguno. La emboscada ocurrió cuando aproximadamente 25 trabajadores del Movimiento Sin Tierra circulaban a 6 kilómetros del campamento, dentro del perímetro del área decretada pública por la justicia, cuando fueron sorprendidos por la policía y la seguridad privada atrincherada.
Al ver que se dirigían hacia el vehículo, los trabajadores sin tierra corrieron en dirección al campamento, para protegerse y huir de los disparos que no cesaban. El local donde ocurrió la emboscada fue aislado por la policía, impidiendo el ingreso a los familiares de las víctimas, abogados y periodistas. Tal actitud permite a la policía destruir pruebas que pueden esclarecer el grave hecho.
La Policía Militar creó un clima de terror en la ciudad de Quadas do Iguaçu, tomando las calles, cercando la comisaría y los hospitales de Quedas do Iguaçu y Cascavel adonde fueron llevados los heridos, impidiendo cualquier contacto de las víctimas con familiares, abogados y periodistas.