Balas de goma, gases lacrimógenos y palazos dejaron heridos a más de 80 trabajadores del Sindicato de Obreros y Empleados del Azúcar del Ingenio Ledesma (Soeail-CTA), prohibiéndose hasta pasado el mediodía el ingreso de la ambulancia para socorrerlos. Las fotos y testimonios muestran la crudeza con la que actuó la policía por orden del gobierno.
Balas de goma, gases lacrimógenos y palazos dejaron heridos a más de 80 trabajadores del Sindicato de Obreros y Empleados del Azúcar del Ingenio Ledesma (Soeail-CTA), prohibiéndose hasta pasado el mediodía el ingreso de la ambulancia para socorrerlos. Las fotos y testimonios muestran la crudeza con la que actuó la policía por orden del gobierno.
Otra vez el terror y las balas se hacen presentes en Ledesma, y a través del mismo autor: la empresa que colaboró en el secuestro y tortura de trabajadores y militantes políticos en la Noche del Apagón, la misma que en el 2011 mató cuatro personas por 17 hectáreas de tierra. Diferentes gobiernos, todos cómplices de su accionar: en Jujuy, el Estado está al servicio de un puñado de grandes terratenientes y los sectores monopólicos de la escasa industria provincial.
El conflicto
Previo a la represión, un parte oficial de Soeail comunicaba que “comenzó la protesta de los trabajadores azucareros que rechazaron la última propuesta de Ledesma SAAI, por considerarla insuficiente. Anoche la soberana asamblea ratificó el paro por tiempo indeterminado. En estos momentos se reclama en el portón de ingreso a la Administración para que los directivos de la empresa recapaciten que lo que ofrecen es mucho menor que lo que otros ingenios más chicos ya acordaron con sus trabajadores, y que hoy los rigores de la crisis lo sufren los asalariados mientras que los empresarios del sector están disfrutando de un momento inmejorable para comercializar sus productos a un precio más que ventajoso”.
Tras haber finalizado la conciliación obligatoria dictaminada por el gobierno sin arribo a un acuerdo salarial, decidieron comenzar desde las 5 del jueves 14, un paro por tiempo indeterminado, sin asistencia a los lugares de trabajo en reclamo de recomposición salarial y mejoras en las condiciones de trabajo.
El secretario general del Soeail, Rafael Vargas, indicó a la prensa: “Las cifras que nos han dado para poner en conocimiento de la gente siguen siendo insuficientes. Estamos 600 pesos promedio por debajo de la tira salarial de San Isidro (Ingenio azucarero de Salta). Ellos hace dos meses ya que firmaron el acuerdo. Como para que nos referenciemos la tira final de ellos es de 16.363 pesos, nosotros hemos hecho una contrapropuesta que marca un 43 por ciento tal cual es la inflación que es admitida a nivel nacional por el propio gobierno, y que nos dejaría por encima de lo que ha firmado San Isidro”. En el transcurso de la jornada y por decisión asamblearia los trabajadores definieron manifestarse en la planta de gas de la empresa, donde al intentar ingresar, fueron brutalmente reprimidos.
La respuesta de los obreros y el pueblo fue contundente: se reorganizaron, iniciaron cortes totales de ruta y recibieron el apoyo y solidaridad de numerosos gremios y organizaciones, entre los que se destacaron ATE, Capoma, CTA, Apuap, CCC y otros gremios y organizaciones que también se encuentran en medio de medidas de lucha. Durante el final de la tarde se iniciaron las negociaciones con el gobierno provincial y la empresa, pero los trabajadores se negaron a abandonar las rutas: flexibilizaron las medidas pero continuaron con la lucha, realizando cortes intermitentes, que llegaban a acumular 10 km de cola de autos, en los momentos de corte.
Tras un fin de semana de negociaciones frustradas, durante el cual los obreros se mantuvieron firmes en la ruta, desde el sindicato afirmaron que, por parte del gobierno, “sólo se pretendió ganar tiempo para dilatar el conflicto y buscar el desgaste”.
El domingo por la noche, el ministro de Trabajo de la provincia, Jorge Cabana Fusz se hizo presente en el corte, invitando a los dirigentes del gremio a una reunión en San Salvador, que fue suspendida por el gobierno al llegar los obreros a la capital, presuntamente, a pedido de la empresa. La asamblea de la madrugada, ya de regreso en Libertador, expresó la bronca por las provocaciones del gobierno, por lo que los trabajadores definieron realizar, nuevamente, un corte total sobre la ruta. Al cierre de esta nota, los obreros, firmes en la lucha, quedaron a la espera de una nueva instancia de negociación.
Morales y Macri: socios del ajuste
Gerardo Morales, radical de peso y trayectoria en su partido, ganó en la provincia evidenciando un profundo vínculo político con el actual presidente, Mauricio Macri. Morales, en sus primeros días de gobierno, tomó todas las medidas posibles para preparar la cancha para la judicialización de la protesta social, al mismo tiempo que descargó el ajuste sobre los sectores populares: sancionó el Código Contravencional, inició la persecución a gremios y dirigentes, reformó la justicia a su conveniencia, realizó intentos de desarticulación de todas las organizaciones sociales de la provincia, paralizó el presupuesto de cooperativas y comedores, cerró centros de formación terciaria, clausuró el aumento de los estatales en un 22% sin realizar paritarias, aumentaron las tarifas de todos los servicios, encareció el transporte público, despidió a trabajadores estatales, dejó en la calle a cientos de obreros del Ingenio la Esperanza, entre otras medidas.
Curiosamente, Jujuy fue el lugar elegido para el cierre de campaña de Mauricio Macri, y desde que asumió, el presidente ya viajó tres veces a nuestra provincia. La primera, en febrero, para la ceremonia inaugural del Carnaval. La segunda, en mayo, para entregar casas a trabajadores de Ledesma en donde felicitó a los empresarios por las “inversiones que traerán más empleo”. La tercera fue hace una semana, el 9 de Julio, cuando inició la vigilia por el aniversario del Bicentenario de la Independencia. Pero no sólo su reiterada presencia es el único reflejo del acuerdo. Desde que es presidente, Jujuy obtuvo tres adelantos financieros a cuenta de los recursos de impuestos coparticipables. El monto llegó a 1.260 millones de pesos.
Morales gobierna la provincia a tono con la pauta nacional: asegurar ganancias millonarias para los de arriba y migajas, ajuste y represión para los de abajo.
Todos con Blaquier
Durante el kirchnerismo, Carlos Pedro Blaquier, dueño de Ledesma, afirmó que “pocos gobiernos han defendido tanto a la industria nacional como éste”, y que “uno puede estar de acuerdo con algunas cosas y en desacuerdo con otras, pero nadie puede negar que este gobierno ha apoyado mucho a la industria nacional, y la sigue apoyando. No soy un político, pero ella me ha promocionado mucho la venta de cerdos”. Por esa razón, el terrateniente más grande de Jujuy y quinto a nivel nacional, le dedicó un poema en agradecimiento a la ex presidenta: “Por eso soy cristinista y nada me hará cambiar: soy cristinista a rabiar y un convencido activista”
En la misma entrevista, publicada por el diario La Nación, Blaquier afirmó que “Los radicales son buenos opositores y malos gobernantes. Los únicos que terminan sus mandatos son los peronistas”, aunque dejó bien en claro, textualmente, que “tengo amigos radicales, Gerardo Morales es muy amigo. A Julio Cobos lo conozco bien”. Se ve que son muy amigos: no sólo Blaquier recibió grandes beneficios comerciales en este primer semestre, sino que además, contó con la policía provincial, la de su amigo Morales, para la represión de los obreros del azúcar. Con Morales en el gobierno, se garantizan los privilegios de Blaquier y el sector que hoy representa la nueva hegemonía en el bloque de clases dominantes.
Un escenario conflictivo que se profundiza
Muchos afirman que Gerardo Morales es el cuadro político mejor preparado de Cambiemos, y el apoyo y frecuencia de encuentros con el presidente Macri, parecen confirmarlo. Sin embargo, muchos sectores del pueblo dan señales de resistencia al ajuste que nos imponen los de arriba.
La violenta represión a los obreros de Ledesma se produce a una semana de un aniversario más de “la Noche del Apagón”, donde la empresa Ledesma fue partícipe principal de un operativo represivo que aún hoy continúa impune, por lo que se espera una marcha y un acto teñidos de denuncias sobre violación de derechos humanos, represión, persecución política, impunidad y duras medidas económicas que ahogan los bolsillos de los sectores populares.
Paralelamente, los diferentes agrupamientos de gremios estatales avanzan hacia una contundente medida de unidad de acción para el viernes 22. En las bases de sus gremios, docentes de diferentes niveles empiezan a plantear la necesidad de no iniciar las clases después de las vacaciones, y crecen las expectativas acerca de una nueva oleada de reclamos por parte de los obreros despedidos de la Esperanza. Las conversaciones y encuentros en las calles de los trabajadores de diferentes sectores, empiezan a ser cada vez más frecuentes. Al mismo tiempo, el malestar social es evidente, pero las expectativas y temores ante la situación social y política también. Sin embargo, en seis meses, Macri y Morales están logrando unificar por abajo, lo que Fellner y el kirchnerismo dividieron por arriba durante doce años. Es por ello que en la provincia nos espera un escenario conflictivo que se profundiza.
Nuestro Partido se zambulle en esas luchas, disputando en unidad por una dirección clasista con los otros sectores, profundizando con todas las herramientas e instrumentos posibles, el camino revolucionario por la liberación nacional y social que dé vuelta la tortilla e imponga un gobierno verdaderamente nacional y popular.