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25 de noviembre de 2015

Los directivos del diario La Nación publicaron en la edición del lunes 23 un editorial de tono fascista, reclamando “no más venganza”, y pidiendo que los “pobres ancianitos” presos, es decir los genocidas de más de 70 años, pasen a arresto domiciliario. Además reivindicó “los años de la represión subversiva”, borrando una vez más el golpe de estado fascista del 76, y el carácter tiránico de la dictadura surgida de él.

Repudiable editorial de La Nación

Oleada de rechazo popular

 

 
La respuesta popular, comenzando por los propios periodistas y trabajadores del diario, no se hizo esperar, y se generó una gran oleada de repudio. Esto vuelve a mostrar las inmensas reservas democráticas de nuestro pueblo, que enfrentó a la dictadura videlista, y que tras su retiro, no cejó un día en su reclamo de justicia para que paguen todos los genocidas, por todos los compañeros secuestrados, asesinados, torturados, encarcelados, por los secuestros de bebés, y por las terribles condiciones de terror fascista que impusieron a todo el pueblo los golpistas de 1976. Este pueblo dice ¡no pasarán!
Nada tiene de extraño que carcamanes como Claudio Escribano (uno de los escribas de esas editoriales), salgan a bancar a la dictadura. Escribano es el mismo que nos llamó “borrachos de vodka” al PCR cuando denunciábamos la injerencia de los socialimperialistas rusos en esa dictadura de Videla-Viola.
El pueblo argentino no pelea por “venganza”, sino que reclama terminar con la impunidad de ayer y de hoy. Lo demuestra año a año, saliendo masivamente a las calles cada 24 de marzo, y construyendo, pese a la cooptación por parte del kirchnerismo de algunos dirigentes, de un espacio como el Encuentro Memoria Verdad y Justicia.
Por eso, a pocos meses de cumplirse 40 años del nefasto golpe, el pueblo argentino sigue exigiendo justicia por los crímenes cometidos por la última dictadura militar genocida, del mismo modo que pelea por el castigo a los culpables de todos los asesinados por luchar en estos años. Es el mismo pueblo que no se bancó a Milani al frente del Ejército, y logró su remoción. Y no cesamos en el reclamo, como hicimos estos 12 años de gobierno kirchnerista, por la apertura de los archivos de la dictadura, y que sea el Estado el que investigue los crímenes de lesa humanidad, no como hoy que esa tarea recae sobre los familiares y organismos de derechos humanos. 
 Por eso, seguimos la pelea porque se juzgue y vayan a la cárcel todos y cada uno de los genocidas, por todos y cada uno de los compañeros. ¡No a la impunidad de ayer y de hoy!