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02 de octubre de 2010

Los “perdedores” de la crisis: Nickelsville, campamento de sin-techo en Seattle. “Trabajo, no cárcel”, “¡Basta de guerra contra los pobres!”. La crisis capitalista se come empleos y viviendas.

“¡Rescate a los sin techo, no para los bancos!”

Hoy 1239 / EEUU: cientos de "homeless" en carpas en pleno corazón de la superpotencia

En Seattle –estado de Washington, en el norte de Estados Unidos sobre el Pacífico–, numerosas personas expropiadas de su vivienda como consecuencia de la crisis hipotecaria están viviendo en carpas. Son centenares, muchos de ellos inmigrantes latinos, que “migran” de un lado a otro buscando terrenos donde instalarse.
El nombre del campamento, Nickelsville –algo así como “Villa del Centavo”–, es a la vez una ironía amarga contra el alcalde de Seattle, Greg Nickels, que en vez de buscar solución a los problemas de los sin techo inició contra ellos una dura persecución.
Según la Coalición para las Personas sin Hogar de Seattle y el Condado de King, en enero de 2008 eran unas 8.500 las personas sin hogar en Seattle y sus alrededores. 5.800 habían encontrado ubicación en albergues, pero otras 2.700 vivían simplemente en la calle.
El 26 de setiembre 22 personas fueron arrestadas por la policía: 100 de los sin techo habían invadido terrenos pertenecientes al Estado. Los detenidos portaban carteles con las consignas: “Queremos trabajo, no cárcel”, “Paren la guerra contra los pobres” y “Denle un plan de rescate a los sin techo, no a los bancos”.
El 1º de octubre muchos de ellos se asentaron en el Discovery Park de Seattle, en terrenos de la alcaldía que ésta había alquilado a una fundación indígena para crear allí un centro cultural. Los indígenas albergaron a la gente en esos terrenos, pero la alcaldía les dio a los sin hogar 72 horas para abandonar el sitio, lo que ocasionó protestas y choques con la policía.
Los pobladores de Nickelsville habían construido 15 casas provisorias y levantado 150 carpas, pero el gobierno de la ciudad demolió todas las casas y 80 de esas carpas. El alcalde Greg Nickels dijo que Nickelsville es “innecesaria” y aseguró que hay espacio en los albergues; pero el reverendo Rick Reynolds, de la Operación Vigilante Nocturno –que envía a personas sin hogar a refugios de Seattle– dice que “no hay suficientes camas para la cantidad de personas que buscan refugio”.
Obviamente, nada de esto puede verse en Fox News o en la CNN…

 

LA CRISIS CAPITALISTA CAE SOBRE EL PUEBLO DE ESTADOS UNIDOS
El hambre ya no es sólo un fantasma

Diversos indicadores dan una idea de la catástrofe que la nueva y brutal crisis capitalista depara al pueblo norteamericano.
Durante los nueve meses ya transcurridos de 2008, 800.000 personas se quedaron sin trabajo (200.000 sólo en setiembre). En total hay en EEUU 9 millones y medio de desocupados, y otros 6 millones sólo tienen empleos de tiempo parcial.
General Motors, la mayor automotriz de Estados Unidos, informó una pérdida de 15.500 millones de dólares -la tercera más grande en su historia- para el segundo trimestre del año, golpeada por la caída de sus ventas en Norteamérica.
Los despidos masivos en GM se suman a los que ya había iniciado la Ford y la fábrica de neumáticos Bridgestone. General Motors, como parte de un plan para disminuir en 10.000 millones de dólares sus costos globales y en un 20% su ”costo laboral”, ofreció la jubilación anticipada a unos 9.000 de sus empleados administrativos en EEUU y Canadá.
Según el Wall Street Journal, entre el 15% y el 20% de las viviendas del país tienen hipotecas por valores que superan a los de las propias casas, cuyo precio cayó hasta un 30% en algunas zonas de los EEUU al tiempo que subían las tasas de interés de los créditos. 12 millones de viviendas están al borde del remate judicial (La Nación, 11-10-08).
Una situación especialmente dramática es la de los futuros jubilados. En EEUU no existe la jubilación estatal, y millones de trabajadores y profesionales han sido macerados ideológicamente durante años sobre las bondades de “capitalizar” sus ahorros comprando bonos del Estado (a esto se le llama planes de retiro “públicos”) y acciones de bancos y empresas, especialmente de las hipotecarias como Fannie Mae y Freddie Mac, la aseguradora AIG, Lehman Brothers, es decir de los gigantescos monopolios que ahora están quebrando uno tras otro. (Lo mismo, obviamente, sucede con las “aseguradoras” privadas de jubilaciones y pensiones ligadas a esos monopolios en la Argentina, Chile, etc.
En la Argentina se estima que los fondos de los afiliados de las AFJP cayeron en 30.000 millones de pesos, un 30% en términos reales).
Pero las sucesivas crisis de los últimos años han ido pulverizando los ahorros jubilatorios. Por el “derrumbe” de los valores de bolsa los planes de retiro públicos y privados perdieron nada menos que 2.000 millones de dólares en los últimos 15 meses.
A diferencia de los ejecutivos financieros de Wall Street, que se retiran con indemnizaciones de millones de dólares, la gente común es golpeada por los despidos y la baja de salarios.
Sólo en 2008, uno de cada cinco trabajadores estadounidenses de 45 años o más ha dejado de aportar a su cuenta de retiro. Uno de cada cuatro trabaja horas extras para completar sus ingresos: muchos no llegan a pagar sus gastos básicos (comida, combustible, alquiler, universidad), e incluso comienzan a retirar dinero de su cuenta de jubilación para pagar el alquiler.
En Estados Unidos el “consumidor” constituye dos tercios de la actividad económica general: es el motor que impulsa el crecimiento de la economía. Pero el “consumidor” norteamericano compra a crédito, y ahora el crédito prácticamente desapareció.
Bajo la presión de los despidos, del ahorcamiento hipotecario y de la falta de crédito, se calcula que el “gasto del consumidor” estadounidense caerá abruptamente en este tercer trimestre.
Ya cayeron las ventas de autos, departamentos, electrodomésticos y muebles. Miles de familias golpeadas por la crisis financiera, el desempleo y la carestía ya recurren a comprar en tiendas de segunda mano.