El gobierno de la Ciudad viene realizando despidos encubiertos para salir de la pandemia en los 34 hospitales públicos de la ciudad. En el hospital Ramos Mejía se resistió esta avanzada de despidos con lucha, paros y acampe en la puerta del hospital por 16 días.
El gobierno de Larreta resolvió que la pandemia terminó e inició el desmantelamiento de las Unidades Febriles de Urgencia (UFU), sector donde se atendía y realizaban hisopados Covid. Vienen llevándose el mobiliario de las UFU y despiden a los enfermeros y enfermeras que realizaban esas tareas.
Claudio Gómez, del cuerpo de delegados nos dice que «El personal de estos sectores puede ser reubicado. Un enfermero que se despida, significa muchos pacientes sin esa atención. En este hospital no sobran enfermeros, al contrario, faltan enfermeros. Entonces ¿por qué despedir?»
Es un nuevo ataque a la salud pública del gobierno de Larreta, al igual que cuando gobernó Macri nacionalmente, se privilegia los intereses privados, las clínicas y centros de salud privados en desmedro de la salud pública.
A su vez, continúa Gómez, “no reconoce económicamente a los trabajadores de la salud. Hay una preocupación muy grande porque los salarios han quedado muy bajos. Los sueldos están por debajo de la línea de pobreza.”
“Así como en la pandemia tuvimos que presentar dos amparos en la justicia para que el GCBA nos provea de EPP (equipos de protección personal), y que nuestros compañeros puedan afrontar la pandemia con menor riesgo de contagio. Ellos no nos querían dar. Los tuvimos que obligar”, cuenta Gómez, “Todas las cosas que fuimos consiguiendo lo hicimos con la lucha. Por eso hoy seguimos en la pelea por los despedidos, por el pase a planta de las y los contratados. Por un aumento «digno» del plus sanitario, el aumento de las guardias técnicas y módulos. También pedimos licencias por estrés para compañeras y compañeros administrativos y de servicios generales. Decimos no al cierre del ningún sector de nuestra Obra Social”.
Corresponsal
Hoy N° 1919 29/06/2022
