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26 de marzo de 2014

En medio de la lucha las mujeres trabajadoras de la Intersindical respondieron a otra provocación del gobierno realizado a través de las diputadas justicialistas. Se difundió el siguiente artículo  “Legislando desde un doble lugar de poder”.

Responden a diputadas oficialistas

Mujeres de la Intersindical de Jujuy

“Al río que todo lo arranca lo llaman violento, pero nadie llama violento al lecho que lo oprime”. Bertolt Brecht
 

“Al río que todo lo arranca lo llaman violento, pero nadie llama violento al lecho que lo oprime”. Bertolt Brecht
 
 En referencia a los dichos por las diputadas del Bloque Justicialista, respecto al “repudio” por “violencia de género” sobre el derecho de los trabajadores de Desarrollo Social a realizar medidas de fuerza reclamando un salario digno, desde la Intersindical de Trabajadores Estatales, las mujeres trabajadoras, le decimos a las diputadas que no nos sorprenden sus posturas ya que sus discursos provienen de un doble lugar de poder y privilegio, primero porque son funcionarias del partido político que gobierna la provincia, y segundo, porque la mayoría de ellas son familiares directas o indirectas de los funcionarios de turno.
Resulta vergonzoso que diputadas mujeres, mencionen la violencia de género cuando la provincia de Jujuy presenta índices alarmantes de delitos contra la integridad sexual, que según el Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Nación alcanza un 70%, más alto que la media nacional. Por otra parte, ellas como representantes del gobierno y autoridad de aplicación, deberían accionar medidas tendientes a implementar políticas públicas referidas a la atención y contención de la violencia de género. Esta incapacidad en la gestión se traduce, por ejemplo, en la precariedad laboral de las trabajadoras y trabajadores de los Cainaf y Caivif dependientes del Ministerio de Desarrollo Social de Jujuy y la falta de voluntad política para la creación de refugios para mujeres víctimas de violencia; siendo Jujuy la provincia con mayor índice de femicidios en el país.
Aluden a la “violencia de género”, que supuestamente “sufrieron” las trabajadoras y funcionarios de Desarrollo Social: es mentira, cuando lo que se hizo fue ejercer el derecho democráticamente decidido de ir a la huelga y respaldar a quienes son presionados y humillados, por funcionarios que se sienten violentados, por no poder hacer uso de su autoritarismo. 
Entonces nos preguntamos: ¿no es mayor la violencia de género que ejercen los funcionarios del gobierno que presionan a las diputadas, que en Jujuy representan el “cupo femenino”, por ser hermanas, esposas, hijas de ellos? ¿No es una vergüenza que la ministro de un área tan sensible como Desarrollo Social, tenga trabajadores que ganan míseros 1.500 pesos y que ella se sienta ofendida, porque los compañeros deciden pararse y pelear por dignidad? ¿Es representativa la opinión de estas mujeres que no hacen más que reproducir lo que dicen y hacen sus amigos, maridos, hermanos, cuñados, etc.? ¿No es realmente vergonzoso que estas diputadas, que ganan 10 veces más que los trabajadores, lejos de quejarse por una “supuesta violencia de género”, solo hagan alarde de una clara solidaridad de clase de la corporación? ¿Acaso estas diputadas, que tienen el descaro de hablar de violencia de género, se han ocupado de pelear por el salario de miles de mujeres jujeñas que reclaman o deciden adherirse a un paro, para pelear por sus derechos? ¿Dónde estaban las diputadas cuando las trabajadoras y trabajadores fuimos salvajemente reprimidos y detenidos en agosto del año pasado?
Dicen sentir “dolor” estas diputadas porque aún no se llega a un acuerdo salarial y que el gobierno siempre está abierto al diálogo, les recordamos señoras diputadas que es el gobierno el que no tiene la voluntad de resolver este conflicto, es el gobierno el que nos obliga a tomar medidas de fuerza para pelear por nuestro salario que no alcanza. 
A los trabajadores y trabajadoras también nos duele, nos duele que el gobierno nos robe, nos mienta, y que nos apriete y amenace a través de los funcionarios que están al frente de las reparticiones, impidiendo que reclamemos lo que nos corresponde: una vida digna. 
Señoras diputadas, sigan haciéndole el caldo gordo al patriarcado jujeño, legislen señoras, legislen para el pueblo, no para los intereses de sus maridos, cuñados, hermanos, madres, etc.