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31 de enero de 2018

En la Cuenca Carbonífera se viven momentos decisivos para su futuro. En lo que va de la semana ya se han repartido 400 telegramas de despidos y cartas documento. Muchos de esos 400 han recurrido al “retiro voluntario”. 

Río Turbio: volver a los 90

Despidos en la cuenca carbonífera de Santa Cruz

Desde que asumió Mauricio Macri como presidente, la Cuenca Carbonífera ha sufrido ataque tras ataque a través de sus socios económicos y políticos, como lo son el actual senador por Cambiemos Eduardo Costa y Omar Zeidan (actual interventor y nativo del pueblo). Hablamos de la denuncia de los convenios colectivos de trabajo, el congelamiento de salario, inexistencia de inversiones en la usina, la decisión política de tener parada la central termoeléctrica “14 mineros” de 240 Mw, el estancamiento en el yacimiento, mantener niveles mínimos de producción en la mina y esa misma producción enviarla a Chile como parte de un negociado y no a la central que está a 2 km del yacimiento. 
Zeidán y su equipo toman medidas perjudicando a los menos responsables de esta situación, los trabajadores. Empezaron este año con el despido de 79 agentes y la apertura del programa de los retiros voluntarios; ahora se le suman los llamados telefónicos extorsivos, en donde te “sugieren” acatar el retiro voluntario o esperar el telegrama de despido. 
Durante todo el año pasado la propuesta de la intervención consistía en elaborar un nuevo Convenio Colectivo de Trabajo, cambiar el vigente que se logró con lucha, esfuerzo y vidas de nuestros 14 mineros que sufrieron esa tragedia que marcó la vida de la cuenca y de sus familias. En distintas instancias los trabajadores rechazaron esa propuesta mediante decisiones en conjunto en asambleas y la intersindical (ATE – Luz y Fuerza – APS – La Fraternidad) a la cabeza de las negociaciones yendo al Ministerio de Trabajo en Buenos Aires. 
Pero esta semana los pueblos de la Cuenca Carbonífera (Río Turbio, 28 de noviembre, Julia Doufur, etc.) vivimos uno de los momentos más difíciles de su historia. Con el objetivo de reducir el plantel de trabajadores alegando una “reestructuración” de la empresa se empezaron a repartir las cartas documento manifestando presentarse a las oficinas para acordar las salida del yacimiento. Hasta el viernes 26 van alrededor de 400 despidos y el número sigue. Se informó que el objetivo era repartir 580 cartas documento.
 Ante esta situación, el miércoles 24 se realizó una marcha con 600 compañeros hacia el edificio de la Administración donde la Intersindical conjuntamente con los intendentes, diputados, concejales de la cuenca se reunieron con representantes de la intervención y mediante comunicación telefónica con Zeidán (que se encuentra en Buenos Aires). En esa reunión se acordó frenar los despidos y los telegramas que se iban a seguir repartiendo hasta el lunes 29 y el martes 30, donde se iba a realizar una reunión en Buenos Aires. Hasta esos días, los trabajadores despedidos podían seguir yendo a trabajar. Pero horas más tarde, en una nota en la radio, un representante de la intervención que se encuentra de vacaciones manifestó que todo sigue su curso y que los despidos continuaban pero que las reuniones en Buenos Aires se mantenían. 
Esta situación también abarca el establecimiento portuario minero de Punta Loyola, en las cercanías de Rio Gallegos, que se había prometido en campaña que iba a ser un centro portuario ferroviario y minero, como lo fue en su creación. De eso pasamos a que los operarios allí lo único que tengan para hacer es limpieza. 
Ya había acontecido el año pasado que la Junta Interna de ATE Punta Loyola había frenado un negociado entre los interventores y un estanciero regalándole parte de la maquinaria allí existente.
Frente a tanto manoseo, falta de respeto e indignación, los trabajadores del yacimiento decidieron tomar la boca de Mina 5 hasta la finalización de las negociaciones y estar en estado de alerta permanente. Se ha informado que la gendarmería y las fuerzas de seguridad de distinto índole, entre ellos el GEO, se dirigían hacia Río Turbio.
El jueves 25 se realizó una Asamblea Comunitaria con más de 3.000 personas en Boca Mina 5, donde también participaron los trabajadores municipales y los docentes de la cuenca. Allí se recalcó que ese era el camino a seguir y profundizar, porque la vida de los pueblos depende directamente de la lucha y de la unidad de todos los sectores de la cuenca carbonífera. El fin de semana se realizó un gran festival y el lunes 29, tras una emotiva concentración, se decidió tomar la Mina 5, ante la intransigencia de la intervención.
Es necesaria la más amplia unidad, la lucha y voluntad de los trabajadores, estudiantes, jóvenes, docentes, profesionales, comerciantes y todo el pueblo en su conjunto para sacar esta situación adelante y poder ser una empresa productiva y conjuntamente con la Usina de 240 concretar el sueño de la Carboeléctrica Estatal; sueño de nuestros pioneros pero que esta intervención con Macri, Costa y Zeidán se encargan de destruir. Como así también blanquear investigar y resolver el vaciamiento que durante tantos años el kirchnerismo realizó en la mina. Basta sólo saber del negociado entre la UTN y la mina.