Ailí Labañino tiene 20 años y cursa 2º año en la carrera de Informática en Cuba. Su padre, Ramón Labañino, es uno de “los Cinco” patriotas cubanos que hacían trabajo de inteligencia en los grupos de “gusanos” contrarrevolucionarios en Miami. Ellos ya cargan con 10 años de prisión en Estados Unidos, y por su libertad se alzan reclamos en todo el mundo. hoy dialogó brevemente con Ailí a poco de conocerse el rechazo de una corte de Atlanta (Estados Unidos) a la apelación del fallo contra “los Cinco”, y durante la realización de una actividad informativa sobre las actividades de solidaridad con ellos en la Argentina.
“Mi vida cotidiana es común a las demás muchachas de mi edad. Por supuesto que es inevitable pararme en la calle y ponerme a conversar con compañeros que me reconocen y me preguntan cómo está mi papá, cómo va el caso judicial…
Tengo dos cosas. Personalmente tengo el dolor de no poder tener a mi padre junto a nosotros. Mis hermanas más pequeñas no se han podido criar con la presencia de mi padre: la menor tenía un añito y prácticamente no lo conoció. Pero por otra parte es una responsabilidad enorme, la de llevar su ejemplo, de no tener malas acciones, de seguir estudiando y aprendiendo…
A mí me ha ayudado a ser mejor persona, a pensar más en nosotros y no solamente en mí, a pensar que cada vez que hago una acción no la hago por mí solamente sino por mi padre y por sus cuatro compañeros…
Hay un libro, Dulce abismo, de cartas entre ellos y sus familiares desde que están en prisión. Allí hay un poema, “Tu voz”, de Antonio Guerrero, donde él le dice a su hijo: “Hoy estoy encerrado físicamente en una prisión, pero quiero a través de ti, en tu voz, llegar a todas aquellas personas que te paran por la calle, llevar en tu voz este agradecimiento por lo que hacen, llevar nuestra firmeza, el ejemplo que se debe llevar como hombre revolucionario”.
—¿Qué quisieras que sucediera en las jornadas internacionales por la libertad de “los Cinco” que se preparan para setiembre y octubre?
—Llevamos ya largos años de lucha solidaria, y se ha venido incrementando año a año porque cada vez son más los que conocen. Quisiera que los medios de prensa fueran más activos en dar a conocer el caso, para que cada uno pudiera defenderlo con más argumentos.
Como fue lo de Elián González: cuando el mismo pueblo norteamericano conoció el caso, se dio cuenta de la injusticia que se cometía y luchó para liberar al niño. Estamos seguros que lo mismo ocurrirá con “los Cinco”.
Ahí es cuando el muro de silencio que han querido crear alrededor de “los Cinco” se logrará romper.