La protesta es por trabajo y por el incumplimiento de los gobiernos provincial y nacional sobre los acuerdos logrados tras los 17 días del acampe en la Plaza San Martín durante el invierno.
Estela Gauna de la CCC explica la situación: “Hoy le estamos planteando al gobierno que necesitamos empleo social equiparado a la canasta básica, con contraprestación, porque queremos trabajar.
“Acá hay más de 2.000 mujeres que no tienen un plan de $ 150 y están en condiciones de entrar a trabajar. También hay varones, que ni siquiera tienen una changa o tienen trabajo en negro, en malas condiciones. No es un pedido nuevo, esto viene desde los 17 días de acampe. Pero desde el martes no hemos tenido ninguna respuesta.
“El gobierno nacional ha hecho oídos sordos. Se han gastado millones de pesos en la campaña electoral, han pagado la deuda externa, pero para los pobres no hay plata. Dicen que hay 8% de desocupación, bueno, queremos ver ese 8%. Acá estamos demostrando que esa cifra es mentirosa porque hay muchísima gente que no tiene trabajo”.
En cuanto a la grave situación social, agregó: “El hambre sigue en los barrios, las condiciones en que vive cada familia es escalofriante. A su vez, el Plan Social está congelado hace 4 años. Y está cerrada la inscripción para el Plan Jefes de Hogar y para el Plan Familia. Por lo tanto, hay muchísima gente que no tiene ningún ingreso. Pero Obeid dice que hay millones de pesos. Nosotros estamos diciendo que resuelvan, que inviertan ese dinero”.
Sobre las “molestias” que sufren los vecinos del centro con éstas medidas de lucha y que publican los principales medios locales, Estela dijo: “Les pedimos mil disculpas a los comerciantes, porque sabemos que les estamos haciendo un daño. Pero les pedimos que entiendan en las condiciones en que vivimos. Se nos mueren los pibes pasados por el poxirrán, se nos están muriendo los pibes desnutridos”.
Postales del Argentinazo
Otra vez en las calles, olor a leña de los fogones, mujeres, niños, jóvenes, carpas improvisadas, contenedores que cortan el paso.
Entre los pibes jugando a la pelota, los policías circulan y vigilan, algunos vecinos y comerciantes del lugar están malhumorados, los transeúntes apurados.
Sólo pasan por allí, el trole y las ambulancias. Pero también la pobreza que Obeid niega y que “los Kirchner” prefieren esconder con índices truchos y acuerdos para beneficiar a las multinacionales y a los poderosos.
Ya no pueden barrer la mugre bajo la alfombra de las elecciones. Y el pacto hambreador ya no se puede negar, ya no se puede aguantar, como la bronca.
