El 24 de febrero, no conforme con la anexión de las zonas de Donetzk y Lugansk, Rusia comenzó la invasión de Ucrania. La invasión imperialista rusa avanzó por Kharkiv, en el norte, Luhansk, en el este, Crimea en el sur y desde Bielorrusia. Previamente lanzó ataques aéreos contra la infraestructura militar de Ucrania, las unidades de control fronterizo, el aeropuerto internacional de Boryspil, junto a cuarteles y almacenes militares en las ciudades de Kiev, Dnipro, Kharkiv y Mariupol.
El ministro de Relaciones Exteriores de Ucrania denunció que “las pacíficas ciudades ucranianas están bajo ataque. Esta es una guerra de agresión. Ucrania se defenderá y ganará. El mundo puede y debe detener a Putin. Este es el momento de actuar”.
Por su parte, Volodymir Zelensky, presidente de Ucrania, condenó las acciones, rompió relaciones diplomáticas con Rusia y dijo que se distribuirían armas a “todos aquellos que quieran proteger nuestra tierra a todos los que sean capaces de defender nuestra soberanía” y agregó “Rusia atacó nuestro país vilmente y de forma suicida a primer hora de la mañana, justo como lo hizo la Alemania nazi en la segunda guerra mundial”. Sin embargo, la proporción de fuerzas militares y cantidad y tipo de armamento es absolutamente desfavorable a Ucrania. El ministro de Salud de Ucrania informó que ese primer día hubo 57 muertos y 169 heridos. Era fácil ver en las transmisiones de televisión que muchos de ellos eran civiles.
Zelensky declaró la ley marcial e instó a los ucranianos a quedarse en sus casas y no entrar en pánico. Recordemos que el conflicto viene desde el 2014 (ver notas anteriores del hoy).
Por otra parte, el portavoz del Ministerio de Defensa ruso dijo que “todas las operaciones asignadas a los grupos de tropas de la Fuerzas Armadas de la Federación Rusa para la jornada fueron completadas con éxito”. Esto incluye la toma de la central nuclear de Chernóbil en ese primer día.
Tanto Biden, presidente de EEUU, como Stoltenberg, secretario general de la OTAN, Boris Johnson, primer ministro del Reino Unido, Macron, presidente de Francia, Scholz, primer ministro de Alemania, la presidenta de la Comisión Europea der Leyen, y Draghi, primer ministro italiano, hicieron declaraciones altisonantes repudiando la invasión, pero aclarando que no iban a intervenir, salvo tomando sanciones económicas, que «debilitarán la base económica de Rusia y su capacidad de modernización». Los líderes de las potencias occidentales callan sobre la incesante expansión de la OTAN hacia el Este, incluyendo en perspectiva a Ucrania, lo que está en el trasfondo de la situación actual.
Wang Yi, alto diplomático chino, dijo que Pekín entiende las preocupaciones de seguridad de Rusia, evitando usar la palabra invasión. Pero luego Xi Jinping dijo que “China apoya a Rusia y Ucrania para resolver el problema mediante la negociación”. Agregó que era importante «abandonar la mentalidad de Guerra Fría, dar importancia y respetar las preocupaciones razonables de seguridad de todos los países y formar un mecanismo de seguridad europeo equilibrado, eficaz y sostenible a través de negociaciones».
Por otra parte, la Agencia de Refugiados de las Naciones Unidas calculó que unas 100.000 personas se están desplazando en Ucrania y unos 50.000 ya cruzaron las fronteras internacionales.
No dejan de sorprender posiciones de apoyo a Rusia ante la invasión, más o menos explícitas, y justificadas por la existencia de la OTAN. Como si en la lucha interimperialista hubiera un solo enemigo, los yanquis y sus aliados, y como si Putin no atacara expresamente a Lenin en su reciente larguísimo discurso, justamente por promover la autonomía de cada uno de los integrantes de la URSS.
Por otra parte, 370 científicos y académicos rusos publicaron una carta abierta en la que declaran una fuerte protesta “contra las hostilidades lanzadas por las fuerzas armadas de nuestro país en el territorio de Ucrania. Está claro que Ucrania no representa una amenaza para la seguridad de nuestro país. Nuestros padres, abuelos y bisabuelos lucharon juntos contra el nazismo». Esto se suma a las crecientes manifestaciones contra la guerra en Rusia, a pesar de la represión. El 25 de febrero miles se expresaron en Moscú, San Petersburgo, y otras 50 ciudades. Hubo unos 1.700 detenidos, según la organización rusa de derechos humanos OVD info.
La OTAN despliega tropas
El 24 de febrero la dirigencia de la OTAN decidió desplegar las Fuerzas de Respuesta Rápida para responder a «cualquier contingencia». Son hasta 40.000 efectivos, capaces de desplegarse en un plazo de 5 días. Además EEUU mandó tropas de refuerzo a Alemania en el marco de la OTAN.
Por su parte, la portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia avisó a Finlandia y Suecia que si piden su incorporación a la OTAN, después de haber participado como observadores en la última reunión, habría «graves repercusiones político militares, que exigirían una respuesta rusa».
Una de las sanciones a Rusia reclamada por el presidente ucraniano es sacar a Rusia del Swift, Sociedad para las Telecomunicaciones Financieras Interbancarias Mundiales (Swift, por sus siglas en inglés), que es una red de pagos de alta seguridad que conecta a miles de instituciones financieras de todo el mundo. Tiene su sede en Bélgica y debe cumplir con las regulaciones de la Unión Europea. Sacar a Rusia del Swift haría casi imposible que se envíe dinero dentro o fuera del país. Sería un golpe para las empresas rusas pero también para los compradores de petróleo y gas. Los países de la UE estaban divididos en cuanto a tomar esta medida, aunque finalmente decidieron tomarla.
El sábado 26 Zelensky aseguró que las fuerzas ucranianas habían impedido que los rusos tomaran Kiev en su ataque nocturno. Dijo que muchas ciudades ucranianas están siendo atacadas pero que no pueden perder Kiev.
Según el ministerio británico de Defensa, Rusia no controla el espacio aéreo sobre Ucrania, lo que reduce la efectividad de su fuerza aérea. Además un buque mercante ruso fue interceptado por la marina francesa en el Canal de la Mancha por las sanciones económicas de la Unión Europea.
Al cierre de este artículo, (1/3), aunque las tropas rusas han entrado en algunas ciudades, ante la resistencia ucraniana no lograron tomar Kiev. Se ha realizado una reunión entre emisarios de los gobiernos ruso y ucraniano, y siguen los combates, mientras se multiplican las marchas de repudio a la invasión en todo el mundo, incluida Rusia.
Hoy N° 1903 02/03/2022