La paritaria que define aumentos para los vitivinícolas y el valor de la gamela continúa en Mendoza, de ella participa Foeva, los delegados de los Soeva y las cámaras patronales (bodegueros).
El sector patronal, al cierre de esta edición, debía contestar el pedido de los delegados paritarios que han solicitado un valor de gamela de $ 1,50 y un aumento del 20% para los trabajadores mensualizados de vid y bodega prorrateados hasta junio.
La CCC, que exige gamela a $ 2,50, empezó el año con medidas de protesta que incluyeron marchas hasta el Ministerio de la Producción y a los sindicatos para que se contemple el difícil momento de los trabajadores de jornal afectados por la crisis y las lluvias.
En medio de esta crisis, el gobierno de Gioja conjuntamente con el de Mendoza han fijado un precio para el kilo de uva a 55 centavos, para operaciones de crédito de cosecha y acarreo, que todavía no ha incidido en el precio de mercado que continúa por debajo de los 50 centavos. Las organizaciones de viñateros exigen 75 centavos para el kilo y 1,20 el litro de vino.
Como ocurre habitualmente, mientras menos sea el precio que paguen las bodegas por kilo de uva, menor será lo que paguen los viñateros a los trabajadores, con lo que el peso de la crisis recae en las espaldas del trabajador. Ante este panorama, el gobierno juega decididamente a favor de los grandes bodegueros y mosteros garantizándoles precios bajos de materia prima y mano de obra, con lo cual les asegura a los monopolios conservar en parte las suculentas ganancias que vienen haciendo en estos últimos años.
Como sostiene la CCC, el valor del trabajo debe ser equivalente a la suma de los valores de los artículos de la canasta familiar, es decir $ 3.600 mensuales. Un trabajador de vendimia para alcanzar ese monto debe percibir por 22 días de trabajo $ 160 por jornal. Con este piso salarial, el costo real de mano de obra para esta vendimia es de 13 centavos por kilo de uva, muy lejos de los 7 centavos que negocia el sindicato y los 5 centavos que propone la patronal.
Todo lo que se pague por debajo de 13 centavos ($ 2,50 la gamela) debe ser considerado un robo al trabajador y una ganancia extraordinaria que va a parar al bolsillo de los grandes monopolios envasadores, mosteras y paseros. Y todo esto sin considerar el pago de aportes patronales a la seguridad social, jubilaciones, obra social y seguros, que es algo de lo que nadie habla.
De esta manera las vendimias se realizan con el esfuerzo principal de los trabajadores rurales que al mismo tiempo son los más postergados. Esto es lo que hay que cambiar. La lucha por conquistar salarios dignos continúa, a pesar del olvido sindical, de la prepotencia empresarial y el juego del gobierno a favor de los grandes monopolios. Va creciendo entre los obreros del campo las organizaciones que dan palea como la CCC, en el camino de recuperar los sindicatos al servicio de la lucha de clases.
02 de octubre de 2010