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21 de septiembre de 2011

Los obreros rurales de la bodega y los viñedos de Peñaflor del Departamento de San Martín, están cansados de las  injustas condiciones en las que trabajan.

San Juan: los trabajadores de Peñaflor dijeron basta

Hoy 1387 / Piden pase a planta permanente para los contratados

Ante los reiterados incumplimientos de la patronal los trabajadores han decidido ponerse de pie y reclamar lo que les corresponde, nada más y nada menos que condiciones dignas de trabajo.

Ante los reiterados incumplimientos de la patronal los trabajadores han decidido ponerse de pie y reclamar lo que les corresponde, nada más y nada menos que condiciones dignas de trabajo.
El viernes 2 de septiembre “nos pararon a todos hasta nuevo aviso”. Esto los terminó de enfurecer, ya que todavía falta para que termine la poda y está por empezar el brote, por lo que resultó sorpresivo e inesperado. Sin embargo, sirvió para que dijeran ¡Basta! Y en este momento se están organizando y resolviendo las acciones a seguir: la primera fue una reunión grande de trabajadores, sin la presencia del sindicato, donde decidieron enviar telegramas laborales para que se les aclare su situación laboral, pero también presentarán una denuncia a la Subsecretaría de Trabajo y planean un corte de calle en estos días.
Son 60 obreros que laboran todos los meses del año desde hace varios años, y sin embargo son tratados como temporarios o tienen contratos precarios. Algunos tienen 14 años de antigüedad en la firma, y la mayoría son empleados tanto de la finca Peñavid SA como de la bodega Peñaflor, ambas integrantes del mismo grupo económico llamado Peñaflor SA, con domicilio social en Buenos Aires, cuyo paquete accionario está controlado por DLJ Merchant Banking Partners y Terold (sociedad conformada por miembros de la familia Bemberg, ex dueños de Quilmes). Es una firma con gran poder económico y excelente rentabilidad, que no aporta en la provincia, a la que el gobierno de Gioja le permite trabajar defraudando las leyes laborales.

 

Fraude laboral
Esto ocurre desde el inicio de la relación laboral, ya que los hicieron firmar el contrato sin conocer sus términos (la mayoría son trabajadores contratados). La patronal, conociendo la necesidad de trabajar que tiene la comunidad de San Martín, les “negocia” el puesto de trabajo a cambio de no leer el contrato y de no entregarles una copia. Esto obviamente redunda en perjuicio de los trabajadores que desconocen cuáles son sus derechos y se encuentran sumidos en la preocupación y el “miedo” de quedarse sin trabajo, ya que ante los reclamos verbales que han realizado, no sólo no les informan sino que además los amenazan diciendo que hay muchos trabajadores que están esperando ocupar un puesto en la empresa y que no quieren personal que haga “lío”. Así llaman a la conducta de quien sólo quiere trabajar en condiciones justas.
Con respecto a la fecha de alta, a los trabajadores de la bodega no se les reconoce la verdadera fecha de ingreso, sino que la misma es modificada cada vez que hay una nueva contratación, por lo que no se computa la antigüedad. En la mayoría de los casos no está declarada la verdadera categoría, ya que quienes trabajan en la finca cumpliendo tareas de obrero especializado, como poda, anchada, fumigación, no figuran en la categoría que les corresponde de obrero especializado sino en la de obrero común, cobrando como tales; o el caso de quien cumple tareas de tractorista y aparece en el recibo de sueldo en la categoría de obrero común.

 

Trabajo duro
Las tareas que debe realizar el operario son de gran exigencia física y en algunos casos de mucha carga horaria, como cuando se le da a dos trabajadores la tarea de limpiar con anchada acequias de 1100 m., o atar 1.000 cepas en un jornal, o podar 240 cepas a cada uno, u 8 melgas (de 150 m aproximadamente) para anchada, o echar en las cepas 13 bolsas (de 50 kg cada una) de fertilizante con una latita de picadillo entre dos trabajadores. En la época de trabajo en la bodega, quienes descargan camiones de uva al inicio de la época de descarga tienen jornadas de 24 horas quedando extenuados, y luego tienen que volver al día siguiente sin tener el tiempo suficiente entre jornada y jornada para descansar, entre otros ejemplos.
Todas estas tareas son llevadas a cabo sin las condiciones adecuadas de higiene y seguridad, en cuanto no hay un baño en la zona de las cepas, sino sólo en las oficinas, y un baño de uso exclusivo de quienes echan herbicidas.
Tampoco se les provee de agua potable sino que cada trabajador debe arreglárselas llevando botellas de su casa, ya que sólo hay agua corriente en las oficinas y están lejos del lugar de trabajo, por lo que “perdemos mucho tiempo” en ir al baño o a buscar agua y “tenemos que sacar el día”, comentan. También sucede que “nos paran cuando quieren” hasta nuevo aviso, sin cumplir con las notificaciones de ley e intempestivamente de un día para el otro sin pagarnos remuneración durante el período no laborado efectivamente. Lo mismo pasa cuando no asisten al trabajo por razones de enfermedad, aunque notifican la enfermedad en tiempo y forma “no nos abonan el sueldo, sólo nos guardan el puesto”, es el relato de los trabajadores.
También son menoscabados en sus derechos sindicales: en cuanto las elecciones de delegados se realizan en la empresa en tiempos en que la mayoría de los trabajadores están parados, por lo que sólo los trabajadores que gozan de estabilidad y son permanentes pueden ejercer el derecho de elegir quien los representará ante el sindicato y la patronal, lo que resulta grave, injusto y discriminatorio.
Además, la patronal acordó con los obreros precarizados, representados en esa oportunidad por el delegado Marcelo Godoy, -empleado de la firma Peñavid, hoy secretario general de Soeva San Martín-, que los obreros contratados serían gradualmente incorporados a la modalidad de obreros permanentes durante los años 2011 y 2012 para lograr que 60 obreros queden efectivos. Esto ha sido incumplido por la patronal.
Aparentemente, la patronal retiene los aportes que debe hacer a la Anses, ya que en algunos casos las esposas de los trabajadores han cobrado la Asignación universal por hijo, y esto no hubiera sido posible si figurara activo el empleado cobrando salario familiar. Los trabajadores están realizando las averiguaciones correspondientes.

 

Represalias y más bronca
Al momento de escribir esta nota, la empresa movió sus tentáculos para que una radio del departamento San Martín, levante el programa “El Jornalero” que conducen los compañeros de la CCC, y sale una vez por semana.
Esta noticia se conoció rápidamente, ya que el programa era muy escuchado, y produjo mucha indignación entre los obreros en conflicto, que en la misma mañana decidieron extender la convocatoria a los obreros de la firma en Caucete y 9 de Julio que están en la misma situación.
Para la próxima semana tienen planeado hacer una campaña de agitación y llegar al centro para buscar solidaridad y seguir presionando para que la Subsecretaría de Trabajo y el gobierno de Gioja intervengan y sean reincorporados al trabajo como lo que son: obreros efectivos.