“Para Martí el jefe siempre tiene que estar en comunión con su pueblo. Y en San Martín ello se daba en grado sumo, aplaudiéndolo. En Cuyo ‘aquel hombre que se hacía el desayuno con sus propias manos, sentaba al lado al trabajador,’ y todavía más ‘campeó entre aquellos trabajadores el que trabajaba más que ellos; entre aquellos tiradores el que tiraba mejor que todos; entre aquellos madrugadores, el que llamaba por las mañanas a sus puertas”.
Raúl Valdés Vivó, La Argentina dentro de Martí