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06 de diciembre de 2017

El jueves 30 de noviembre se convirtió en Ley provincial la Licencia por Violencia hacia las Mujeres para las trabajadoras estatales.

Santa Fe: la licencia laboral por violencia de género es ley

Iniciativa de la diputada maoísta M. Meier

Esta ley es un hecho político importantísimo en principio para la lucha de las mujeres en la provincia y en el país, para las trabajadoras en su conjunto, y para nuestro Partido. Es la primera ley aprobada y presentada por una diputada maoísta, nuestra compañera Mercedes “Meme” Meier. Es la primera aprobada al Frente Social y Popular.

Esta ley es un hecho político importantísimo en principio para la lucha de las mujeres en la provincia y en el país, para las trabajadoras en su conjunto, y para nuestro Partido. Es la primera ley aprobada y presentada por una diputada maoísta, nuestra compañera Mercedes “Meme” Meier. Es la primera aprobada al Frente Social y Popular.
La licencia otorga un plazo de tres (3) días hábiles, con goce de sueldo y sin requerir un mínimo de antigüedad en el cargo. El Senado recortó la posibilidad que contemplaba el texto original de Meier de prorrogar la misma por un plazo máximo de noventa (90) días, cuando así se indique en la certificación emitida por los organismos correspondientes. Esto se peleará en la reglamentación.
“Entiendo que las modificaciones que se han hecho del proyecto son en base a una profunda ignorancia sobre el tema, y se argumenta sobre puntos de vista estigmatizantes sobre los estatales, y particularmente sobre las trabajadoras estatales, y desde ya desde una visión machista”, afirmó Meier, pero aseguró que “es importante que se sancione esta Ley de Licencia laboral por Violencia de Género y que por ley podamos llamar a las cosas por su nombre, y visibilizar el problema dejando de esconderlo atrás de licencias psiquiátricas o vacaciones adelantadas”.
Ese jueves desde temprano, las compañeras de la Multisectorial, ATE, Amsafe, amas de casa, Corriente Clasista y Combativa, jóvenes estudiantes, Voces en Rebeldía, Movimiento Ecuménico, mujeres originarias, entre otras de Rosario y Santa Fe, nos instalamos en las puertas de la Legislatura con una radio abierta que transmitió toda la tarde lo que iba sucediendo adentro. Entregamos dos mil firmas pidiendo su aprobación. Muchísima alegría de las mujeres que vivimos la experiencia de estar allí y un gran aprendizaje tan rico que este artículo no alcanza para expresarlo.
Meier expresó que “es una puerta para visibilizar este problema y para que puedan contar lo que les está pasando. Es muy difícil para una mujer reconocer que sufre una situación de violencia y es por esto que a pesar de que esta ley está recortada en su articulado original, propusimos aprobar este texto por todas esas mujeres que hoy están sufriendo violencia, por todas las trabajadoras que murieron víctimas de femicidio”.
Vale recordar que el proyecto fue presentado en marzo de 2016 y que, al ser ésta la última sesión ordinaria del año, de no haberse aprobado hubiese perdido estado parlamentario teniendo que comenzar nuevamente todo el recorrido en las Cámaras.
 
Una victoria de miles de mujeres
Al terminar la sesión Meier afirmó: “Lo anunciamos con gran alegría, porque este logro significa mucho más de lo que pudo haber quedado en la letra del proyecto. Es una victoria de las miles de mujeres que vienen desandando un camino para ayudarnos a llamar las cosas por su nombre. Es una victoria de esas trabajadoras que ponen su cuerpo todos los días para enseñar, para sanar, para atender, para ser mamá, hija, esposa, hermana o abuela… Así festejamos esta victoria, siendo conscientes de que es sólo un paso más en un largo camino de lucha que debemos dar para vivir dignamente y con las libertades que nos merecemos. Es el camino que va haciendo nuestro pueblo en el que tenemos confianza infinita para hacer posible lo necesario”.
A modo de conclusión podemos decir que: Esta ley es la síntesis entre los años de lucha del movimiento de mujeres con el hecho de que una de nosotras pueda ocupar una banca en la Legislatura y que está al servicio de las necesidades del pueblo. Es un gran triunfo y es el primer paso. La discusión en el Senado desnudó las ideas más atrasadas y patriarcales fuertemente arraigadas en muchos sectores que terminan reproduciendo diferentes tipos de violencia.
Logramos visibilizar una discusión dentro de las instituciones estatales y también en sus gremios en relación al problema de la violencia hacia las mujeres. Esta ley sienta precedentes para futuras leyes que beneficien a las mujeres. Sin duda, vamos por más.