Con un ambiente recalentado por las declaraciones del gobernador Jorge quien dijo “los que marchan son 750, nosotros los contamos” y la fracasada convocatoria a sesión extraordinaria del Concejo Deliberante, convocada por Tierno, bajo amenaza de usar la fuerza policial, el pueblo marchó bajo la lluvia.
Con el espaldarazo de la justicia, que hizo lugar a un amparo de los consumidores y los comerciantes contra el tarifazo, quedó en evidencia la debilidad del intendente y la ilegalidad de las medidas que pretende imponer de facto. La crisis se profundiza y desde el PJ no encuentran una salida.
En esta oportunidad, la marcha ascendió por la explanada de Casa de Gobierno y luego se dirigió hacia el domicilio particular del gobernador Jorge para escracharlo. “Hacete cargo la…” y “Salta, salta, salta, pequeña langosta/Jorge y el sorete son la misma bosta”, fueron los cantos del escrache del que participó la multitud. Esta fue la respuesta a la soberbia del gobernador que con mucha falta de olfato político se colocó en el medio de la tormenta.
Jorge es un hombre del riñón del poder en La Pampa; como gerente del Banco de La Pampa o como ministro de Economía aplicó, sin que le temblara el pulso, las políticas contra la producción y el desarrollo pampeano. Si bien dentro del PJ es un hombre discutido por pretender tener “vuelo propio”, para el sistema es un hombre extremadamente confiable y, tal como refiere el documento aprobado en el plenario provincial de la Corriente Clasista y Combativa, encabeza un gobierno al que: “No le importa la situación de crisis de la salud y la educación, porque para mejorar esos servicios fundamentales para el pueblo, el principal requisito es la mejora salarial de los trabajadores que la garantizan. El gobierno no hace ni hará ningún esfuerzo por resolver esta cuestión. No reclamará al gobierno nacional una mayor coparticipación (de los fondos que se apropia el gobierno federal y no coparticipa a las provincias), ni impulsará ampliar su propia capacidad recaudatoria recortando las ganancias, por ejemplo a los grandes terratenientes o a las empresas petroleras y mineras que se llevan la riqueza de la provincia. Han habido críticas desde el gobierno al modelo de ‘sojización dependiente’, pero sin hacer nada que moleste o afecte a esos intereses. Es un gobierno que acepta dócilmente que sea el gobierno nacional quien le determine la obra pública y las inversiones principales”.
La lucha en Santa Rosa contra el intendente se profundiza y confluye con los trabajadores estatales y los maestros que marchan a un paro tras el fracaso de las paritarias. El gobierno provincial y la política entreguista del PJ se ponen en el centro de los reclamos, desbordando a quienes pretendieron utilizar la protesta popular para reubicarse políticamente tras las elecciones. La lectura popular de los problemas que es mucho más profunda y las marchas golpean las puertas de Casa de Gobierno.
02 de octubre de 2010
