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15 de enero de 2014

Santiagueñazo: lucha y bronca

A 20 años de la pueblada

El 16 de diciembre se conmemoró el 20 aniversario del Santiagueñazo, aquella gran rebelión popular que dejó a Santiago en llamas el 16 de diciembre de 1993, y que confluyó con la consigna del Argentinazo “que se vayan todos” y que abrió nuevamente el camino de las luchas populares en América Latina, cuando se pensaba que el mundo entraba en un proceso capitalista sin salida. 

El 16 de diciembre se conmemoró el 20 aniversario del Santiagueñazo, aquella gran rebelión popular que dejó a Santiago en llamas el 16 de diciembre de 1993, y que confluyó con la consigna del Argentinazo “que se vayan todos” y que abrió nuevamente el camino de las luchas populares en América Latina, cuando se pensaba que el mundo entraba en un proceso capitalista sin salida. 
El santiagueño hizo estrellar nuevamente su grito en el cielo; aproximadamente 900 santiagueños colmaron las calles de la ciudad en repudio a las políticas que desde Carlos Juárez, quien gobernó durante 50 años, azotaron la provincia. Juárez le pasó “el trono” y todo su estructura clientelar a Gerardo Zamora, quien ahora puso al frente del “reinado” al títere de su mujer, Claudia Zamora. Es así que el pueblo en la calle clamó por salud, educación, tierra, vivienda, pan y trabajo, cantando con efervescencia: “carnaval, carnaval, si no aumentan los sueldos que quilombo se va a armar”, y “la Nina Zamora quiere ajustar”, haciendo referencia a la esposa de Juárez, Nina Aragonés.
La marcha arrancó desde Pedro León Gallo y Rivadavia, en donde se concentraron los partidos políticos, movimientos sociales, gremios y personas autoconvocadas, la marea humana avanzó por Belgrano al sonido de las bocinas de colectiveros, remises, autos particulares de trabajadores. La gente aplaudía a cada paso que la masa avanzaba enfurecida y con algarabía, pidiendo “que se vayan todos que no quede ni uno solo”, como en el ‘93.
Es así que la voz del pueblo santiagueño se volvió a materializar en el pedido de aumento de sueldo para los trabajadores de la salud que ganan 1.200 pesos, y los docentes que tienen el sueldo básico más bajo del país, 1.340 pesos. Para que se termine la precariedad laboral y el empleo en negro, que haya más salud, mejor educación, en vez del embellecimiento de las instituciones como los hospitales y las escuelas, a las que en un vendaval se les cae el techo.
Se materializó con el repudio a la política represiva de Zamora, que reprime y mata a los compañeros que luchan y reclaman, para que se dejen de hacer obras faraónicas para ellos mismos (el autódromo, el aeropuerto, la cancha de golf, de termas, el fórum, el tren del polo tecnológico), y se invierta en los que más necesitan, que viven el día a día con planes nefastos de 400 pesos y soportan la inflación con changas y trabajo precario. Para que se realice una política seria con las drogas que cada día que pasa está más presente en los barrios más carenciados de Santiago, y no que se pongan solamente dos aviones y luego se laven las manos. 
Luego, al momento de ingresar a la plaza San Martin, donde se encuentra la Casa de Gobierno, la policía impidió que la marcha continúe, dejando ver la contradicción que existe en la fuerza, en donde por un lado las capas de rango inferior cobran un sueldo bajo, y por otro son las fuerzas que reprimen a los que luchan. Es así que se continuó marchando en dirección a calle Sáenz Peña donde se leyó el documento unificado que acordaron todas las organizaciones a través de la Multisectorial, que está integrada por: Cisadems, CTA, MST, PO, Izquierda Socialista, PS, PCR, Libres del Sur, CR. También acompañaron la UCR, Autoconvocados de la Salud, y una delegación del Círculo de Oficiales de las Termas. La concentración finalizó al canto vivo de “unidad de los trabajadores y al que no le gusta se jode se jode”.