Como lo viene demostrando con datos y científicamente Héctor Giuliano, el amigo y asesor del Foro Regional de la Deuda Externa [de La Plata, Berisso y Ensenada] el parche que batió el kirchnerismo, ha quedado al desnudo por la cruda realidad de los números. Argentina pagó decenas de miles de millones de dólares y aumentó su deuda en más de cien mil millones de dólares. Todo en esta década “ganada”. Casi se acabó la farsa, pero son persistentes en mentir… mentir y ocultar.
Como lo viene demostrando con datos y científicamente Héctor Giuliano, el amigo y asesor del Foro Regional de la Deuda Externa [de La Plata, Berisso y Ensenada] el parche que batió el kirchnerismo, ha quedado al desnudo por la cruda realidad de los números. Argentina pagó decenas de miles de millones de dólares y aumentó su deuda en más de cien mil millones de dólares. Todo en esta década “ganada”. Casi se acabó la farsa, pero son persistentes en mentir… mentir y ocultar.
Como venimos denunciando hace tiempo, la “línea” de los K es la ruta Boudou, que señala Giuliano. Hacia ahí van. Pero lo notable es que salvo honrosas excepciones, esta es compartida por la mayoría de la oposición, y de los medios y de muchos comunicadores famosos.
Ahora mismo no se oponen a la devaluación brutal que acaba de hacer el gobierno. Sesudos referentes económicos lo que si piden es “prolijidad”.
¿Qué se escucha dominantemente en los medios? ¿Qué dicen la inmensa mayoría de los exponentes y dirigentes políticos, legisladores, etc., puestos en la pregunta sobre si hay que pagar una deuda comprobadamente espuria?
Hay una salida al que hacer con la deuda que aplasta a la nación
Hay otro minué: el de los juicios e investigaciones, en el marco de una justicia supersospechada. La pregunta del millón es, ¿por qué los que critican a los K, cuando son expuestos y exigidos a si hay que pagar la deuda, dicen “por supuesto que sí”? O que “no hay otra”… “no podemos quedar afuera del mundo…”, etc.
Por eso la más importante investigación de todas, las que están en curso sobre la gran corrupción que atenaza al país es la investigación de la deuda, llevando a fondo el juicio Olmos I y II y la de los megacanjes (incluido el Kirchner-Lavagna del 2005). Queremos saber para qué se usó la plata que vino del Club de París. ¿A quién le debemos?… con nombre y apellidos, etc., etc.
Y mientras tanto ¿qué hacer? Suspender el pago de esa deuda comprobadamente ilegítima, fraudulenta, usuraria y odiosa.
Esta es la tarea de todos los patriotas, que peleamos por terminar con el agobio que la crisis descarga, sobre las espaldas de nuestro pueblo y requiere definiciones claras y no genuflexiones frente a los usureros y sus cómplices internos.
