En su lucha por la reincorporación de los 103 despedidos, los obreros de Mafissa cumplen 2 meses de corte de la Avda. 44 y acampe.
Como informáramos en el hoy anterior, a estas medidas se le agregaron, por decisión de asamblea del 9 de enero, una hora de paro por turno y el bloqueo del portón para impedir la salida de la producción. Esta decisión fue ratificada en asamblea del 18, día en que además se cortó la ruta 36 durante 2 horas.
El 19 desde temprano comenzaron a arribar camiones para llevarse la producción, era una flota de 12, de los cuales ingresaron solo 2 a las 6 hs, el resto optó por retirarse.
Los compañeros nos cuentan: “Trataron de meternos miedo diciendo que el bloqueo era ilegal, que en cualquier momento llegaba la orden del juez para el desalojo”. “Nada de eso ocurrió y los cuatro camiones que estaban adentro debieron dejar la carga e irse”.
El volcán Mafissa
hace explosión
El 22 vino la respuesta a las nuevas medidas de lucha: González (jefe de Recursos Humanos) hizo entrega a la Comisión Interna de una lista de 175 suspensiones, sin goce de sueldo y sin plazo.
A la salida de la asamblea que decidió continuar con las medidas de lucha y marchar al día siguiente a la gobernación, nos decía un trabajador: ”Acá hay algo que es concreto, el bloqueo del portón comienza a notarse en los galpones donde se acumula la producción. Eso les dolió”.
La AOT (Asociación Obrera Textil), que también fue denunciada por la empresa junto con la Comisión Interna por el bloqueo, respondió por nota que dice “Rechazo categóricamente la denuncia e intimo a que reincorpore a los despedidos y cese con las denuncias infundadas y contradictorias”.
“Las suspensiones en verdad son despidos ya que según la ley no existe tal denominación, a no ser que se hayan agotado las instancias, esto es haber estado suspendido 3 meses cobrando el 75% del sueldo. Acá debe intervenir el gobierno ¡basta de boludeo! Somos gente de trabajo”, dicen indignados los compañeros.
El 23, a las 11 de la mañana los supervisores comenzaron a parar todas las máquinas “tenemos esa orden, porque mañana no entra nadie”, argumentaban. El turno que ingresaba a las 14 prácticamente quedó todo afuera “solo entraron 5”. “Como acostumbran, nos suspenden sin aviso, ni motivo, simplemente la vigilancia no nos permite el ingreso”, decía un trabajador.
A la tarde movilizaron a la gobernación, acompañados por otras organizaciones solidarias. Fueron atendidos por el funcionario Montes de Oca quien le dijo a la Comisión Interna que “ni había leído el expediente”, una verdadera vergüenza.
Se entregó un petitorio exigiendo al Ministerio de Trabajo que se expida por el lock-out y que respondan el pronto despacho sobre el mismo, que fue presentado el 7 de enero.
“El 24 solo ingresaron 20 compañeros, el resto quedó afuera”, comentaba con bronca y dolor uno de los suspendidos. “La empresa responde con saña discriminatoria porque nosotros no negociamos el puesto de trabajo de nuestros compañeros”.
Otro compañero suspendido da su punto de vista: ”Este nuevo hecho va a fortalecer el alma de la lucha, por lo tanto cada vez que salgamos a la calle deberemos volver a casa con una respuesta. Debemos conservar la unidad e ir a la ‘caza’ del gobierno para que se ponga a trabajar en serio y se expida por el lock-out patronal”. Un trabajador que según él, fue ”rozado por la discriminatoriedad de Mafissa”, dice “No me siento a salvo de nada, mañana me va a tocar a mí. Acá no hay suspendidos, despedidos, o ‘salvados’, con un gobierno que permite que los empresarios como Curi descarguen la crisis sobre los trabajadores”.
Mientras tanto continúan en la puerta de la fábrica con el bloqueo y discuten los pasos a seguir para incrementar las medidas de fuerza acorde con este nuevo ataque la empresa.
Los gobiernos tienen que hacerse responsables
“Cuatro de cada diez prendas de vestir que se comercializan en la Argentina son importadas de China”, informa La Nación del 20 de enero. Mientras Héctor Kolodny, gerente de la Cámara Industrial Argentina de indumentaria advierte: “El crecimiento de los artículos chinos, que aumentó el 295% el último año, es un peligro para la industria nacional”.
Este es el trasfondo del conflicto de Mafissa: la crisis de la industria textil. El gobierno de Cristina Kirchner, como continuador de la política económica de Néstor K. es el principal responsable de esto y no hace nada para pararla, lo mismo que el gobierno provincial.
¿Será por esto que no declara el lock-out patronal y no se hace cargo de lo que le corresponde?
Por el contrario, les brinda herramientas a empresarios ambiciosos e inescrupulosos como los Curi, que del 2003 al 2007 facturaron $ 400 millones al año, para que sigan haciendo buenas ganancias y descarguen esa crisis sobre los trabajadores.