Ahora la lluvia se extendió también al norte, afectando a Santa Rosa donde funcionan más de 50 aserraderos y a zonas rurales de ganadería y agricultura con plantaciones de maíz, mandioca, zapallo, etc., donde se perdió totalmente la producción.
Integrantes de la Unión Campesina de Corrientes expresan que los campesinos pobres y medios hasta junio-julio no podrán arar y sembrar sus lotes. Que han perdido todo y que si mejora el clima, desde el mes de octubre en adelante podrán cosechar algo en sus chacras. Es un año perdido. Macri no mira esto y se preocupa en pagarle al FMI.
Hay más de 10.000 campesinos. La mayoría realiza producción de subsistencia y muy poco para la venta. Y otra parte importante son pequeños ganaderos, más del 80% de los ganaderos de Corrientes poseen menos del 10% de la ganadería vacuna. Los campesinos que logran censarse en el padrón de emergencia cobran al valor de un mes de un programa social y la inundación anterior cobraron varios meses después. Las emergencias por las inundaciones desembocan en ayuda a grandes arroceros, terratenientes ganaderos, donde se vuelcan subsidios y créditos muy favorables.
Las ciudades y rutas, cuyas obras son viejas promesas, han sufrido enormes inundaciones: Paso de los Libres; Esquina y otros pueblos quedaron aislados. Las pérdidas en los hogares son enormes y muchos aguantan todo lo que pueden ante los robos. En el mes de diciembre luego de falsas promesas de que la provincia se haría cargo se concretó el cierre de Vías Navegables cuyas dragas -que van a remate por monedas- resolvieron muchos problemas en inundaciones anteriores.
El gobernador Valdés en su ciudad natal se ocupa del “carnaval” y anuncia las grandes inversiones de una pastera para fabricar papel–cartón, que concretarán cerca de la localidad ubicada junto al puerto de Ituzaingó.
En la capital correntina actualmente se desarrolla un Plan Hídrico con una empresa ligada a Macri que, según el intendente Tasano, estaría en un 30% de su realización y que no se terminaría en esta gestión tampoco. En barrios periféricos donde después de muchos reclamos se abrieron calles, algunas enripiadas y otras asfaltadas, ahora están con agua en sus casas debido a que han levantado las calles por encima del nivel de las casas y revientan las cloacas mal construidas. Las pérdidas familiares son enormes debido a que se destruyen los escasos muebles con que se cuenta. En una reunión comentaba un joven compañero que recuerda su trabajo desde niño sacando agua de su casa. Esas son las políticas con falta de futuro para las mayorías.
Mientras esto pasa, el gobierno de Corrientes propagandiza en todos los medios oficialistas su comité de Emergencia en los barrios de las ciudades, con “medidas” como reparto insuficiente de colchones y escasa asistencia alimentaria y sanitaria.
En este marco nos sumamos al reclamo realizado al gobierno nacional por la CCC, Movimiento Evita y Barrios de Pie de una medida excepcional mientras dure la emergencia en las provincias afectadas: duplicación de los montos de los programas sociales y de empleo, para paliar la situación de extrema vulnerabilidad que padecen las familias donde a la falta de trabajo y aumento de precios se suman sus bienes perdidos con el agua actualmente.
En este sentido se suma el planteo de legisladores nacionales opositores de las provincias inundadas de “declaración de Zona de Desastre, Emergencia social, económica, fiscal y productiva”.
La situación afecta grave y espectacularmente pero luego de bajadas las aguas continúan las consecuencias en el marco de la recesión e inflación actual que va a requerir grandes movimientos de lucha y solidaridad.
Corresponsal
Hoy N° 1751 23/01/2019