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02 de octubre de 2010

Los Kirchner se abroquelan en el gobierno, mientras tratan de ganar tiempo para seguir descargando la crisis sobre los trabajadores, el pueblo y la producción nacional

Se agudiza la crisis por arriba y aumenta la bronca por abajo

Anticipo Hoy 1276

1. Encierro y maniobras
A más de una semana del cachetazo electoral del 28 de junio, con cambios cosméticos en el gabinete de su gobierno, en su discurso del 9 de julio en Tucumán la presidenta Cristina Fernández lanzó su exhortación al diálogo y se retiró a pasar el fin de semana largo en su “lugar en el mundo” que tan buenos réditos económicos le está dando (ver La fortuna de los Kirchner).
Algunos de sus ministros parecieron creerse eso de la apertura, y hasta llegaron a hablar de correcciones en el Indec y un desplazamiento del secretario de Comercio Guillermo Moreno. Pero la libre expresión de los ratones duró poco, con el regreso de Cristina el lunes 13. Entretanto, Néstor tomaba otro avión oficial con escala en el feudo de Aluar (Madryn, en Chubut) para tratar de recomponer relaciones –deterioradas por las fisuras abiertas en el seno del sector hegemónico en el bloque dominante– con esos patrones y los de la pesca. Y limar, de paso, las pretensiones independentistas de Mario Das Neves. Esa recomposición parece que no le será fácil, por la reacción de Das Neves, quien se presenta como mejor administrador para esos patrones (en particular Pan American, Repsol y la propia Aluar).
No parece ser más fácil la tarea de Cristina. Primero, mandó a Randazzo a acotar el “diálogo” con los partidos políticos a las internas abiertas obligatorias y a cinco rondas con diez partidos a la vez.  Y luego, para lograr que concurrieran, tuvo que aceptar que primero fueran los miembros de las principales coaliciones opositoras, y declarar por medio de sus voceros que  éstos podrían plantear sus reclamos. Logró así que entraran en el juego la mayoría de los partidos que integran el Acuerdo Cívico y Social, provocando una fisura con la Coalición Cívica. Después de la reunión quedó en evidencia que Randazzo no estaba habilitado para discutir los otros temas; sólo tomaba nota para “trasladárselos” a la Presidenta. Para esta semana tienen cita los de la Unión-PRO. Cristina trata de seguir ganando tiempo, semana a semana (ver La técnica del chamuyo).

2. Se reafirma una política
Cristina también hizo que su ministro De Vido trasladara su cena habitual con los capitostes empresarios y sindicales, de la casa del banquero Brito a la Casa Rosada, para compartir con ellos un café,  explicarles largamente las bondades “del modelo” y comprometerlos a un reflotado Consejo Económico y Social. Las conclusiones de este Consejo no serán vinculantes, pues la economía la seguirá manejando Cristina (y por supuesto, su marido). Para que no queden dudas, en la semana la Presidenta siguió limando a su nuevo ministro de Economía Amado Boudou, a quien no sólo no invitó al café de esa noche, sino que recién dejó hablar después de haber oficializado la designación de dos personeros de Guillermo Moreno en puestos claves del Indec.  Boudou se allanó a decir que Moreno estaba bien donde estaba y que la economía del país sigue de maravillas. El dirigente radical Gerardo Morales protestó: “Nos está tomando el pelo a todos los argentinos”.
Entretanto Guillermo Moreno había recibido otro premio para manejarse con los monopolios frigoríficos amigos: la millonariamente beneficiosa cuota Hilton, de carnes especiales para Europa, que antes estaba en jurisdicción de la hoy ladeada secretaría de Agricultura y Ganadería (la Pesca es una subsecretaría manejada directamente por Néstor a través del chubutense Norberto Yauhar, quien lo acompañó en la referida incursión a Puerto Madryn). Se afirma que también se le entregaría a Moreno la metalúrgica Mahle de Rosario, en condiciones semejantes a las que recibió la papelera Massuh: no en propiedad para los trabajadores o el Estado, sino en una especie de arriendo con los fondos del Anses (es decir, de los jubilados) que les garantice parte de sus utilidades (de la explotación de sus obreros) a los imperialistas alemanes, que seguirían siendo sus dueños. Alguno puede pensar que con tantas tareas, Moreno dejará la secretaría de Comercio, pero a no ilusionarse, porque quedarían en los puestos claves otros Morenos…

3. La bronca crece de abajo
Como podemos observar en la situación política nacional y también en cada una de las provincias, el resultado electoral del 28 de junio puso de manifiesto y ha agudizado todas las contradicciones por arriba. Los Kirchner no quieren ni van a aceptar su derrota, y sus propios aliados y mandantes no quieren quedar pegados a esa derrota  (hasta Scioli busca abrirse). Pero además, el cachetazo electoral a la política kirchnerista (de hacer pagar la crisis a los trabajadores y el pueblo, diciendo que no existe, que todo es cuestión de portarse bien) ha dado un nuevo ímpetu a la lucha de la clase obrera y demás sectores populares que la vienen enfrentando, tomando como referencia el Argentinazo de 2001 y la rebelión agraria de 2008. Basten como ejemplo los como nunca masivos paros y asambleas de los trabajadores de Terrabusi-Kraft, de los petroquímicos de Bahía Blanca, de los petroleros en Neuquén y Río Negro o de los azucareros de los ingenios de San Isidro y El Tabacal, en Salta.
En la contundencia de este cachetazo electoral que dejó debilitado al gobierno tiene mucho que ver la importancia del voto “bronca”, que ocultan tanto el gobierno como la oposición y los medios de difusión en general.
La clase obrera se vuelve a poner al centro de vastos movimientos populares que resisten que sobre ellos se descargue la crisis, con más desocupación, hambre y enfermedades, con salarios y jubilaciones que cada vez alcanzan para menos, aumentos en las tarifas y los impuestos sobre la luz y el gas, precios que no cubren los costos de los productores agrarios y los llevan a la ruina en la leche, el ganado, el trigo o el maíz. Todo esto mientras se mantienen elevados impuestos al consumo y la producción, como el IVA a los alimentos y las retenciones a los pequeños y medianos productores, y se exime o subsidia a los grandes terratenientes y monopolios, a las mineras imperialistas y a los bancos y usureros como la propia familia gubernamental. Es hora de avanzar en el reagrupamiento de las fuerzas obreras y populares, fortaleciendo las multisectoriales y coordinadoras de lucha, las corrientes clasistas y antiimperialistas en todos los sectores populares, patrióticos y democráticos, y el Partido y la JCR como parte y necesaria dirección de ellos para el triunfo, como señala el informe del Comité Central del PCR del 11 y 12 de julio de 2009.