Luego de tres años de conducción solos (y ocho en total ya que antes integrábamos un frente), logramos mantener el centro y consolidar una fuerza cada vez más grande. Esta elección no estuvo centrada solo en propuestas a futuro sino en el balance de lo que avanzamos y falta hacer en estos años de conducción. El balance en los estudiantes fue muy bueno. Hubo un alto grado de participación, votaron 1.300 estudiantes. Los votos que conseguimos fueron el máximo desde que nos presentamos: 407 La Unidad (CEPA + Independientes), 394 Confluencia (FPDS), 156 Humanidades por el Proyecto Nacional (La Cámpora, Descamisados Nuevo Encuentro, etc.), 148 Espacio de deconstrucción (anarquistas), 69 Frente de Izquierda, 47 Cauces (MNR).
La elección tuvo como eje principal de discusión ¿qué centro necesitamos para seguir avanzando? Nosotros planteamos la preocupación ante la situación internacional y nacional y las políticas ante la crisis desde la necesidad de tener un centro al servicio de las necesidades estudiantiles, autónomo e independiente de las gestiones y gobiernos, un espacio que se construya con el protagonismo, la participación y la unidad de todos, un espacio abierto, que empalme en las calles en diferentes luchas junto a sectores oprimidos y explotados, y que se plante ante cualquier cambio de situación.
Balanceamos nuestros aciertos como un avance del conjunto: en estos años, como conducción del CEH y gracias a la lucha de todos, hemos tenido logros muy importantes: la apertura del comedor universitario y las bocas de expendio, la reapertura de las carreras (cerradas por la dictadura) de Cs. Políticas y Cs. de la Educación, logramos frenar el intento de amedrentamiento por parte de la gestión de Humanidades al abrir causas disciplinarias y procesar a 11 estudiantes por luchar por concursos transparentes, junto a otros centros recuperamos y pusimos en movimiento a la Federación Universitaria Marplatense (FUM) antes inmovilizada y vaciada por la Franja Morada y pudimos mantener en la fotocopiadora del centro una política tendiente a profundizar nuestro sistemas de becas de copias y de trabajo y poder mejorar el servicio con la digitalización de las fotocopias.
Los estudiantes apuestan a direcciones combativas
Las elecciones se dieron en un contexto particular, fue una semana después del triunfo de Cristina en las elecciones nacionales. Planteamos una campaña con una fuerte crítica hacia el gobierno pero con un tratamiento hacia su corriente, entendiendo que muchos que votaron o apoyaban al gobierno lo hacían por izquierda, por esto fuimos a la discusión no sólo en su política educativa sino también en su política general: que sigue favoreciendo la extranjerización y concentración económica, y destinando recursos al pago de la deuda externa ilegítima, usuraria y fraudulenta, recursos que serían útiles a las necesidades básicas del pueblo, que permite y es cómplice del avance de las multinacionales en la minería, en la explotación petrolífera, en la propiedad del suelo y el mar y en la producción industrial. Grandes temas que están en discusión en los compañeros y compañeras de curso.
El debate con Confluencia (FPDS) se desarrolló en torno a la necesidad o no de trabajar en la consolidación de un frente de fuerzas que enfrente la política educativa del kirchnerismo y profundice la unidad con otros sectores como la CTA, los desocupados, los trabajadores del pescado, etc. Lamentablemente Confluencia (FPDS), con los que veníamos de compartir la toma de la Facultad contra los procesamientos y otras luchas, tomó una actitud sectaria en el Congreso de Federación marplatense (FUM) al no integrar el frente que había definido un programa opositor avanzado y luego ponernos en el blanco. Nosotros les planteamos que era un error no elevar la lucha estudiantil al plano político y que la recuperación de la Federación era un hecho muy importante para el futuro de las luchas. En este proceso fue quedando claro para el conjunto de los estudiantes, de las fuerzas y agrupaciones cuál era la izquierda que peleaba por unir en función de desarrollar la lucha y cuál se sectarizaba y equivoca el blanco. En un contexto en donde el movimiento estudiantil se va volcando hacia posiciones de izquierdas y antiimperialistas, es fundamental no subestimar el debate sobre qué línea te permite mejores condiciones para avanzar en la lucha política y reivindicativa. El resultado demuestra que los estudiantes apuestan a direcciones de centro combativas, autónomas del gobierno y que tengan vocación de unidad para poder actuar ante cambios de la situación económica y política y sobre todo para avanzar en la pelea por cambiar el actual modelo educativo de expulsión, de bajo presupuesto, de contenidos maniatados y alejados de los grandes problemas por los que atraviesa nuestro país y nuestro pueblo, de falta de democracia interna, etc.