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02 de noviembre de 2011

El movimiento “Ocupar Wall Street” se extiende de sur a norte y de este a oeste en los Estados Unidos, denunciando las políticas que engordan a los bancos y dejan a la gente sin trabajo y sin casa.

Se extienden las protestas en EEUU

Hoy 1393 / Oakland: “¡Defender todas las ocupaciones!”

La ola de ocupaciones de lugares públicos que se inició con “Ocupar Wall Sreet” llegó a la costa oeste de EEUU. En la mañana del martes 25 de octubre, no menos de 900 policías reprimieron brutalmente a los manifestantes que marchaban en apoyo al movimiento “Ocupar Oakland” (California). Allí resultó seriamente herido en la cabeza Scott Olsen, de 24 años, veterano de la guerra de Irak. En respuesta a la represión con gases lacrimógenos, balas de goma, porras y la detención de 85 manifestantes, la Asamblea General de “Ocupar Oakland” llamó a una huelga en esa ciudad para el miércoles 2 de noviembre.
La policía desmanteló violentamente el acampe instalado durante más de dos semanas en la plaza frente a la casa de gobierno.

 

Contra la avaricia de los monopolios
El de Oakland fue uno de los numerosos campamentos que surgieron a lo largo y a lo ancho de EEUU, como expresión de las numerosas manifestaciones contra la “avaricia de las corporaciones y los bancos” y otras cuestiones económicas. Las protestas suman a un amplio espectro de personas, incluyendo muchos sin techo y estudiantes universitarios sin trabajo.
Cerca de la medianoche del mismo martes, los manifestantes de Oakland volvieron a reunirse frente a la biblioteca y marcharon hacia el Ayuntamiento para establecerse nuevamente en el área del campamento disuelto, pero fueron recibidos por policías con equipo antidisturbios que despejaron la zona con gases lacrimógenos. Las escaramuzas se repitieron varias veces frente a la plaza.
Los gases llenaron la zona durante horas, mientras nuevas explosiones saturaban el aire antes de que la nube anterior se disipara.
Había cerca de 1.000 manifestantes. Alrededor de 200 se mantuvieron después del enfrentamiento, en su mayoría jóvenes, algunos en bicicleta, protegiéndose de los gases con pañuelos y bufandas envueltas alrededor de la cara.
Helicópteros patrullaban la zona y decenas de agentes con cascos y palos rastrillaban las calles en la noche del martes. Los manifestantes utilizaron el fuerte sonido de un cuerno de toro para expresar su determinación.
“Este movimiento es algo más que la gente contra la policía”, dijo un manifestante. “Se trata de que la gente tenga derecho a los servicios básicos”.