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05 de octubre de 2016

Se inauguró el Centro Cultural Luis Cubilla

Tigre, Zona Norte del Gran Buenos Aires

El sábado 1 de octubre, el salón del flamante Centro Cultural Luis Cubilla se llenó de compañeras y compañeros para inaugurar este nuevo lugar –para los jóvenes y los no tanto– que “abre las puertas a todo aquel que se quiera sumar a enfrentar esta realidad de despidos, deserción escolar, femicidios, droga”, como dijo el director del Centro, Pablo Vega.

El sábado 1 de octubre, el salón del flamante Centro Cultural Luis Cubilla se llenó de compañeras y compañeros para inaugurar este nuevo lugar –para los jóvenes y los no tanto– que “abre las puertas a todo aquel que se quiera sumar a enfrentar esta realidad de despidos, deserción escolar, femicidios, droga”, como dijo el director del Centro, Pablo Vega.
 Alexis Penayo, uno de los promotores del Centro y vecino del barrio, agradeció a la concurrencia, y presentó a los panelistas de la charla inaugural, Liliana Ruiz, coordinadora de los desocupados de la CCC de la Zona Norte, y Ramón Bogado, dirigente obrero de Mondelez y secretario zonal del PCR, quienes hicieron una reseña de la vida de Luis Cubilla, dirigente obrero y de los desocupados de la CCC fallecido en el 2009. Se encontraban presentes Mario Segovia y Antonio, del Comité Central del PCR, y Julia Rosales, coordinadora de la CCC de la Zona Norte de la Capital Federal.
Hicieron un saludo el profesor de taekwondo Raúl Campos, quien destacó que apoyan “todos los proyectos que aportan un granito de arena para sacar a los chicos de la calle”, y los compañeros Alejandro y Matías, de la organización Vientos de Libertad, un centro de tratamiento y rehabilitación de adictos que viene trabajando desde hace años, con la consigna “de la droga se sale luchando”. 
Las intervenciones de Alejandro y Matías fueron seguidas con profunda atención por los presentes, ya que plantearon en primera persona cómo es la lucha contra el consumo, y que se puede salir adelante, enfrentando al Estado que oprime con la droga, recuperando la relación con las familias: “Cada espacio que se va abriendo es un paso más para concientizar a los pibes que se puede salir, y que de la droga se sale luchando y con el corazón. Atrás de cada persona que está consumiendo hay un sentimiento y hay que tenderle la mano para ayudarlo”.
Liliana Ruiz planteó que “para los que fuimos compañeros del Cubi, como le decíamos a Luis Cubilla, es un orgullo que este Centro lleve su nombre. Luis Cubilla peleó para mostrarnos un camino de lucha. A todos nosotros nos ayudó para encontrar en este Movimiento y en nuestro Partido una salida que no era resignarse. Nos planteó, a nosotros y a los jóvenes, un camino que no era adaptarnos ni buscar sólo una salida económica. Contó Liliana de la lucha férrea de Cubilla contra la droga, incluso teniendo una hija adicta. “Él no se tiraba en la cama a llorar, luchaba, por su hija y por todos los pibes”, contó Liliana recordando el movimiento de jóvenes que armó Cubilla: “Él impulsaba que los jóvenes no se resignen, se rebelen, que encuentren un puesto de lucha como el que te ofrece este Movimiento y este Partido”. Y planteó que “El Cubi hoy estaría ayudando a organizar al pueblo para cambiar”, en un momento que requiere ponerse a la cabeza de la lucha contra el hambre, finalizó Ruiz.
 
“Necesitamos muchos Luis Cubilla”
Cerró la charla Ramón Bogado, quien hizo una reseña de la trayectoria de Cubilla, de quien fue compañero en la fábrica Ford, y con quien fue uno de los protagonistas de la histórica toma y puesta en producción de la planta por los obreros, en 1985. A través de una serie de anécdotas, fuimos conociendo a un Cubilla muy trabajador, en las condiciones de superexplotación que imponía la patronal yanqui en tiempos de la dictadura, con el ejército dentro de la planta. Un Cubilla que fue parte del proceso de reorganización de los obreros, de la lucha por la conquista del Cuerpo de Delegados y de la recuperación de la Comisión Interna, vinculado a la Agrupación Salamanquista y al PCR. Afirmó Bogado que “A él le preocupaba mucho organizar a través del deporte, no sólo el fútbol, y eso fue una constante en su trabajo en la fábrica, y también después, cuando organizó el movimiento de desocupados en la zona”. Y que este camino tiene vigencia hoy, cuando la droga avanza en las fábricas y los barrios.
Recordó Bogado el papel de Cubilla en la histórica toma de Ford, en el contexto de la política de Alfonsín, que se puso del lado de la patronal yanqui cuando ésta despidió a 33 trabajadores en 1985, lo que desató la toma de Ford, que duró 18 días. “En esos días organizó la comida de los que estábamos adentro. Pasó a ser el director de los comedores de Motores, Estampado y Montaje, permitiendo que aguantemos los 18 días con una gran solidaridad”.
En esta lucha, que peleó por impedir “que la Ford sea lo que es hoy, 1700 trabajadores en un turno, de los 5000 que tenía”, el gobierno de Alfonsín desalojó a los obreros con 3.000 policías, y quedó desenmascarado.
Bogado se refirió a cómo, luego del proceso de Ford y de pasar por otros trabajos, “cuando el Chacho Alvarez mandaba los desocupados al psicólogo, Cubilla con Juan Carlos Alderete los organizó para que salgan a pelear a la calle para que el gobierno se haga cargo”. Destacó que Cubilla es un modelo que nosotros tenemos que difundir, de un luchador que no se vende. “Nos faltarían muchos Cubillas hoy”, cerró el compañero Bogado.
Luego de la charla la tarde se prolongó con un refrigerio y los brindis por el desarrollo del Centro Cultural, que tiene sus puertas abiertas a todos los que quieran desarrollar actividades culturales y deportivas para plantarse y luchar contra las injusticias.